Planea trío sexual por el cumpleaños de su esposa y éste fue el resultado
Lo que pasa cuando dos de los tres se quedan con las ganas...
Los tríos sexuales siempre han atraído a parejas alrededor del mundo. Pero las opiniones al respecto sobre las ventajas de esa práctica están divididas.
Por un lado, algunos argumentan, incluso expertos, que puede ser positivo, en tanto todas las partes estén de acuerdo, ya que le puede añadir chispa a la relación.
Sin embargo, otros piensan, que puede afectar la estabilidad de la pareja en el caso que alguno de los miembros empiece a sentir mayor atracción por la persona invitada al trío.
En el caso de Grand Stoddard la situación no llegó a tanto, pero el hombre confiesa que terminó queriendo tener más sexo con la otra mujer y ella igual.
En resumen: se quedaron con las ganas.
Stoddard compartió su historia con la revista masculina “Men’s Health”. La aventura empezó por la curiosidad de su esposa.
Así que, con motivo del cumpleaños de ésta, decidió buscar a otra mujer para hacer el trío.
“Comencé a pensar qué podía hacerle verdadera ilusión”, contó. “Ya tenía joyas y ropa, y sus elecciones de moda son tan particulares que tampoco quería comprarle algo que fuera a devolver. Yo suelo escribir en internet textos de cariz sexual, así que coincidió con que me escribió una chica felicitándome por uno de ellos. Fue entonces cuando comencé a barajar la idea”.
En par de semanas, la mujer, identificada como Carla, comenzó a enviarle fotografías de ella por internet.
Según Stoddard, la mujer lucía despampanante en las imágenes.
“Era morena, alta, curvilínea… perfecta. En su lista de deseos de siempre se encontraba hacer un trío con un hombre y otra mujer. Mi mujer me había comentado hace mucho tiempo que ése también era su sueño, así que no lo pensé dos veces, se acercaba el cumpleaños de mi esposa y tenía muchas cosas que organizar”.
El hombre, entonces, decidió alquilar una habitación de hotel en Vancouver, Canadá, para el encuentro y le compró un billete a la chica para que llegara. Lo mantuvo en secreto durante un tiempo, hasta que se aproximó la fecha del cumpleaños. “También compré otros regalos más tradicionales”, explicó.
“Para que no sospechara nada, aunque sabía que tenía que decírselo con tiempo por si, al final, realmente no le interesaba la idea. Había otra cosa que me atormentaba, había visto a Carla en fotografías, sí, y era despampanante; pero, ¿cómo saber que era ella realmente y no me estaba engañando?”.
Cuando se lo contó a su esposa, ésta se mostró entusiasmada.
“No tenemos obligación de pasar el fin de semana con ella si no es como en sus fotografías, podremos pasar unos días estupendos, aunque solo estemos nosotros solos. Sea como sea, la experiencia saldrá genial”, le planteó Stoddard.
Antes de encontrarse con Carla, comparon condones y aperitivos, entre otras cosas. Lo que vieron les sorprendió.
“Era aún más preciosa que en sus fotos”, describió el hombre, quien reconoció que , al principio, temía no poder cumplir con las expectativas de ambas.
“Era la primera vez que hacía algo así, por lo que me metí en el baño a intentar relajarme”. Cuando salió, ellas ya se habían quitado la ropa interior y se estaban dando placer la una a la otra. Entonces, edecidió observar durante unos segundos hasta que él también entró en la dinámica sexual.
Al terminar, su esposa le guiñó el ojo y le dijo al oído: “Muchas gracias”.
Pero luego vino la discrepancia, ya que llegó un punto en el que Stoddard tenía ganas de seguir; pero su pareja, no.
“Fue un fin de semana increíble”, consideró. “Aún hay partes que no recuerdo. El primer día solo bajamos al bar a comprar agua porque estábamos muertos de sed y de cansancio, fueron varias horas de sexo intenso. Después a mi esposa le fue apeteciendo cada vez menos, aunque Carla y yo todavía teníamos ganas. No teníamos ganas de ponernos la ropa, pero al final hubo que hacerlo. Sin duda, un fin de semana que recordaré para siempre. Y mi mujer seguro que también”.