China toma represalias en la guerra comercial y la Bolsa recibe el primer impacto

Los mercados se desploman al encarecerse buena parte de productos intermedios y finales

China no se ha quedado de brazos cruzados tras la imposición el pasado viernes a aranceles del 25% a exportaciones por valor de $200,000 millones a EEUU. El Gobierno de este país ha tomado represalias y elevado en el mismo porcentaje las tarifas a la importación de productos estadounidenses por valor de $60,000 millones.

La medida entrará en vigor el 1 de junio y afectará a productos tan diversos como frutas o bebidas alcohólicas.

Los mercados, preocupados por el impacto que el deterioro de las relaciones de las dos potencias económicas reaccionó a primera hora del día con fuertes caídas en las cotizaciones. En el momento de publicar esta nota el Dow Jones caía un 2.50% (651 puntos) y el resto de los índices se deterioraban en semejantes o peores porcentajes.

Comercios Target, Walmart y otros, que importan muchos de los productos que venden en este país asiático recogían fuertes pérdidas. Apple, que importa muchos de sus productos finales desde China caía un 5.4%.

China importa menos productos americanos y tiene un límite a la hora de responder con las mismas medidas pero en el pasado, las autoridades han indicado que pueden tomar otras decisiones con respecto a la capacidad de las empresas estadounidenses de trabajar en el país.

Las trabas al flujo establecido de comercio con gravámenes que en primera instancia pagan los consumidores que compran los productos que llegan del otro país además de los productores (porque también se importan productos intermedios que forman parte de algo que se termina de porducir localmente) y los comerciantes que tratan de absorber parte del costo que supone la subida de unos aranceles que estaban en el 10% pero se disparan al 25% en ambos lados del planeta.

La equivocada afirmación del presidente Donald Trump de que es China quien paga las tarifas a sus exportaciones fue corregida el domingo en Fox News por su asesor económico, Larry Kudlow, que admitió que aunque finalmente se perjudica a los exportadores de cada país (porque venderán menos y los clientes buscarán alternativas más baratas), el primer impacto a corto y medio plazo lo sufre el consumidor.

No obstante, el presidente, siguió insistiendo en su medio favorito, Twitter, en que el consumidor tiene forma de evitar los sobreprecios comprando productos de otros países.

Es algo que no es tan fácil de hacer porque muchas de las instalaciones productivas de muchos negocios, incluso los más pequeños, están en este país. Desde ir a la compra hasta renovar una casa, todo será ahora algo más caro.

Hay distintas estimaciones de lo que puede costar por hogares esta ronda de subida de aranceles, de $500 hasta $800 anuales. De momento, EEUU está estudiando medidas de protección equivalentes a $15,000 millones para los agricultores americanos con dificultades para vender sus productos en el tradicional mercado asiático.

Aunque el presidente ha dicho en ocasiones que las guerras comerciales son fáciles de ganar, no hay economistas que suscriban esta aseveración. Es más, desde Oxford Economics se explica que esta escalarad puede recudir el PIB en 0.3% el año que viene y el de China un 0.8%.

“Nadie gana las guerras comerciales, ni siquiera los espectadores”, sentenciaban los economistas de esta consultora.

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