Trucos para todos los bolsillos

Los buenos hábitos financieros empiezan por una buena planificación

Ahorrar con un propósito ayuda a centrarse en ello./Shutterstock

Ahorrar con un propósito ayuda a centrarse en ello./Shutterstock Crédito: Shutterstock

El dinero no da la felicidad. Cuando se tiene. Para empezar elimina muchas preocupaciones básicas y su falta añade complicaciones que quienes disponen de capital ni siquiera ven venir aunque muchas personas que viven en grandes ciudades tienen dificultades a fin de mes aunque ingresen salarios de seis dígitos al año.

Para gestionar lo que se tenga, ya sea mucho, ya sea poco, las reglas son siempre las mismas. Las cantidades varían pero los fundamentos no, por eso hay trucos o estrategias universales, para todos los bolsillos. Estos son algunos de ellos.

  • PRESUPUESTAR

Determinar el destino del dinero que se ingresa, de forma regular o no, es clave y básico. Se necesita saber a dónde va el dinero y determinar, cuando sobra poco o nada, cuáles son las prioridades. Hay distintas maneras de hacer presupuestos y para quienes se ayudan de su teléfono hay apps que ayudan como Mint, YNAB (You Need A Budget) y Albert son algunas de ellas.

Hay fórmulas para distintas personalidades o modos de vida y aquí les dejamos tres de las esenciales y fáciles de organizar en casa.

  1. 50-30-20

Es la fórmula más completa pero quizá la más difícil de llevar a la práctica para quienes tienen escasos ingresos. Fue la senadora Elizabeth Warren la que popularizó esta idea basada en los porcentajes que se dedican a tres cuestiones básicas: Pagar lo esencial con el 50% de los ingresos (la renta-hipoteca, las facturas de la luz, los copagos médicos, la gasolina, la comida..), las cuestiones que uno quiere hacer (salir a cenar, invitar a los amigos, comprar una bicicleta al niño ir a bailar, etcétera) con el 30% de lo que se gana.

El 20% restante se dedica a ahorrar. Precisamente por este último porcentaje y porque no se propone una dieta de austeridad para llegar a fin de mes, este tipo de presupuesto es ideal para personas que ahorran poco y que no lo hacen por falta de disciplina, no de dinero.

2. El de toda la vida

Consiste simplemente en hacer categorías de gastos, necesarios o no, y destinar una cantidad a cada uno de ellos. El objetivo es que en esas cuentas que se hagan en el papel sobre algo de lo que se ingresa. Con ello se puede ahorrar o preparar para un gasto inesperado (que siempre llega).

Se puede ir perfeccionando con el tiempo sabiendo qué es lo más importante. Ayuda también a tener una vida más ordenada.

3. Los sobres

Si hacer listas no ayuda, si pensar en abstracto no es lo suyo, entonces, hágalo manualmente. Aplique el método de toda la vida o tradicional a algo que pueda tocar. Asigne las cantidades de las que disponga a distintos sobres en los que debe escribir el destino de cada uno. Pagos de facturas mensuales o que se repiten con cierta periodicidad, comida, transporte, diversión, compras de ropa, ahorro, etcétera.

Al ser muy visual, porque se sabe lo que queda en cada sobre cada día de la semana, ayuda a planificar y no gastar de más.

Es posible que al principio tanto en este último modelo como en los anteriores, tenga que hacer ajustes tras decidir qué es lo más importante. En el caso de los sobres es lógico que vaya cambiando cantidades hasta que ajuste su modo de vida al presupuesto. No se de por vencido o por vencida en caso de que no consiga cuadrar todo en los primeros meses.

  • AHORRAR

Ahorrar forma parte del presupuesto pero para los más ajustados es una tarea muy complicada. No obstante, incluso cuando es difícil hay que hacerlo con al menos un objetivo: crear un fondo de emergencias. Siempre las hay. Un diente que le lleva a uno al médico, la avería del carro, una excursión de la escuela, regalo o la rotura de una tubería.

La Reserva Federal ha verificado que el 40% de los americanos no podrían hacer frente a una factura inesperada de $400, ni con dinero, ni con tarjeta de crédito, ni con ahorros.

Y hay muchos trucos para ahorrar pero el más importante es automatizarlo. Que la cantidad se deduzca directamente del cheque del salario como ocurre con los 401k. Al no tenerse ese dinero en las manos, no se nota que no está.

Para ayudar a ahorrar hay que ayudar a la motivación. ¿Cómo? Siga estas dos directrices:

  • Fíjese objetivos para financiar: vacaciones, emergencias, para fin de año….
  • Establezca metas fáciles para no caer en el desaliento porque la cantidad que se pueda ahorrar sea pequeña.
  • GASTAR

Es imposible no tener gastos pero trate de ver qué es lo que necesita y lo que no, sobre todo en el contexto de un presupuesto. Además de eso:

  • Negocie algunas de sus facturas. Piense que nadie le va a premiar por su lealtad pero si por optar por ser cliente nuevo. Aunque sea pesado, negocie con esa carta sus facturas de cable o las comisiones de los bancos. Busque ofertas para el celular o el seguro del carro, por ejemplo.
  • Piense durante dos días si necesita lo que quiere comprar. No ceda al impulso y en caso de que no pueda vencer la tentación no piense en el dinero que gasta sino las horas de trabajo que le cuesta lo que vaya a comprar.
  • No salga de compras con niños. Suelen ser caprichosos y hay batallas que no se pueden ganar cuando se está en la calle y con prisas.
  • Trate de no usar la tarjeta de crédito si no tiene dinero para pagar el balance mensual.

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