Fue arrestado por protestar a los 10 años contra Gobierno de Arabia Saudita; ahora, lo quieren crucificar
Murtaja Qureiris podría ser ejecutado
Murtaja Qureiris tenía 10 años cuando en una “bicicletada” levantó su voz contra el Gobierno de Arabia Saudita.
Tres años después, lo arrestaron por el hecho.
En un país que prohíbe las manifestaciones antigubernamentales, su acción lo convirtió en presunto terrorista.
Qureiri, de la minoría chií en el país, ha pasado cuatro años en prisión.
Ahora, cuando ha cumplido la mayoría de edad los 18 años, fiscales piden contra él la pena de muerte.
El medio El Español reportó esta semana que al joven también se le acusa de haber acudido, cuando tenía 11, al funeral de su hermano mayor, asesinado por las fuerzas gubernamentales en medio de un acto electoral durante la llamada Primavera Arabe. Para las fuerzas saudís, la presencia del menor formó parte de una movilización contra la Familia Real.
A la historia de Qureiris se suma el activismo de sus parientes contra lo que consideran trato injusto hacia la minoría a la que pertenecen.
Al momento, el joven permanece en la cárcel a la espera de conocer el veredicto del tribunal que determinará si será ejecutado o no.
De la decisión ser afirmativa, Qureiris sería crucificado o su cuerpo desmembrado.
Al activista no se le permitió hablar con un abogado hasta la primera audiencia del juicio en agosto pasado.
Amnistía Internacional reconoce que, desde que Mohamed bin Salmán fue nombrado Príncipe heredero en 2017, la persecución y discrimen contra la minoría chií se ha recrudecido, al punto que se les tortura para conseguir confesiones coaccionadas y condenarlos.
Solo en abril pasado fueron ejecutados 39 personas de ese grupo, indica un informe de la entidad de derechos humanos.