5 tipos de empleados que nunca son ascendidos
Además de hacer un buen trabajo, deberías vigilar tu comportamiento si quieres llegar lejos
La verdad, el hecho de que tengas un ascenso en el trabajo debería tener que ver más con tus capacidades que con tu personalidad, pero en el mundo real las cosas no funcionan así, y hay ciertas actitudes que podrían hacer que pierdas buenas oportunidades para avanzar en tu carrera.
Por eso, a continuación, te compartimos cinco tipos de empleados que no suelen recibir ascensos, para que evites ser como ellos y aumentes tus posibilidades de ganar un mejor puesto.
1–El platicador
Tener habilidades de comunicación podría darte muchos puntos buenos ante tus jefes. Sin embargo, debes saber que una buena comunicación no implica platicar de más o difundir rumores y chismes.
Esta actitud hablantina hace que no se tome en serio al empleado, por lo que, si hay una nueva oportunidad de ascenso, seguramente se la darán a otro.
2–El acaparador
Es bueno que tomes todas las responsabilidades que puedas, pero toma en cuenta que esto podría volverse en tu contra si terminas con más trabajo del que puedes hacer.
Recuerda que no debes abrumarte con pendientes, y sólo trabaja en las solicitudes que tengas capacidad de hacer porque, si empieces a fallar en completarlos en tiempo y forma, quedarás mal ante tus superiores.
3–El negativo
Los trabajadores que rechazan constantemente las sugerencias de sus colegas, que se quejan de forma regular sin buscar mejorar la situación y que rara vez tienen algo positivo que decir de alguien, suelen ser dejados a un lado por los jefes.
Ser negativo sólo hará que la gente que es más optimista ascienda antes que tú.
4–La víctima
Si quieres ser un elemento importante en tu equipo de trabajo, tarde o temprano tienes que asumir responsabilidades. Lo que significa que, si te equivocas, también tendrás que dar la cara por tus errores.
Sin embargo, esta no es la actitud que toman muchos empleados que se hacen siempre las víctimas y echan la culpa a los demás por entregar un trabajo tarde o mal hecho.
Por eso, mejor evita a toda costa esta actitud, ya que será muy difícil que tus colegas o jefes confíen en ti para darte responsabilidades de mayor importancia.
5–El sabiondo
Es cierto que en todos los empleos buscan a gente que esté bien informada y que pueda compartir ese conocimiento. Pero si eres de los que corrigen a los demás frecuentemente, aunque no te lo pidan, e insistes en que tus ideas son mejores que las de tus colegas, entonces es posible que parezca que te crees más inteligente que los demás.
El problema con esta actitud, es que terminarás molestando a tus compañeros y supervisores, lo que debilitará tu candidatura a ocupar un mejor puesto cuando la oportunidad se presente.
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