Cambio ilegal en las normas de asilo

A la Casa Blanca no le importa romper con los tratados internacionales

Desde el martes 16 de julio cambiaron las normas de asilo en EEUU.

Desde el martes 16 de julio cambiaron las normas de asilo en EEUU. Crédito: Getty Images | Getty Images

De un plumazo se cambió la ley estadounidense y las normas internacionales de asilo. El presidente Donald Trump como en otros casos tuvo una reacción más temperamental que pensada para manejar estas solicitudes. El resultado es el conocido: causa más dolor a estos inmigrantes y posiblemente sea rechazado por los tribunales.

La administración Trump impuso con efecto inmediato una norma estableciendo que las personas que solicitan asilo en Estados Unidos tienen que haberlo pedido antes -y ser rechazados- en el país que atraviesan para llegar a la frontera estadounidense. Esto significa que una hondureña tiene que pedir asilo primero en Guatemala o México, y que se le niegue la petición, antes de hacer lo mismo en Estados Unidos.

Los principales perjudicados son los más de 13,000 personas, según la cifra del Departamento de Seguridad Interna, que están haciendo fila en México para presentar su petición en Estados Unidos. Ahora deben pedir el asilo, y ser rechazados por las autoridades mexicanas, para proseguir con la intención de venir a Estados Unidos.

La “norma final interina” fue emitida en conjunto por los departamentos de Justicia y Seguridad Interna. No se siguió ningún proceso de los que son norma, para hacer semejante cambio de política. No hubo notificaciones previas ni periodos para comentarios. Ni se informó con tiempo a las naciones que sentirán el impacto de la modificación.

Hubo una negociación infructuosa para que Guatemala sea un “tercer país” que sirva de plataforma de espera, por ejemplo para los hondureños. Tanto la designación de Guatemala como “tercer país” o que México entre en esa categoría es una violación de la ley estadounidense, según los analistas legales.

Ellos dicen que la ley federal de inmigración establece que la designación de un “tercer país” tiene que surgir de una negociación entre los dos gobiernos. No puede ser decidido de un momento a otro por la Casa Blanca. Además, ese “tercer país” tiene que garantizar la seguridad de los peticionantes de asilo que esperan su turno. Ni México ni Guatemala entran en ese rubro. Precisamente de Guatemala la gente está huyendo por la inseguridad y en México los inmigrantes están expuestos al crimen organizado.

Las normas de asilo son regidas por tratados internacionales. A la Casa Blanca no le importa guiarse por ellos. Por eso hace y deshace a su gusto. Lo que no puede ignorar son las leyes federales. Los tribunales en cuanto a inmigración y al asilo, ya le advirtieron Trump que el Presidente no está por sobre ellas. Este es otro momento para ese recordatorio.

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