La vida de rapero Tekashi 6ix9ine corre peligro; sus tatuajes le complican el panorama

NUEVA YORK – Los tatuajes faciales del rapero Tekashi 6ix9ine, quien testificó la semana pasada contra antiguos socios de la pandilla Nine Trey Bloods en el juicio en la corte federal de Manhattan, le podrían complicar aún más la vida.

Así se desprende de un análisis del New York Times este martes sobre las posibilidades de que el artista ingrese al programa de protección de testigos del Servicio de Alguaciles Federales.

Por un lado, hay quienes plantean que si el joven, cuyo nombre de pila es Daniel Hernández, desaparece de Nueva York, pocos lo identificarían, pues no es tan conocido en el ambiente de la música urbana.

Así lo indicó el exoficial del FBI, Jay Kramer,  quien considera que el exponente de origen boricua mexicano podría encontrar el anonimato.

“A pesar de lo conectados que estamos y el apetito por el contenido de las redes sociales en este país, hay lugares donde, si este niño se corta el pelo y usa ropa normal, nadie sabría ni se preocuparía por quién es“, sostuvo Kramer.

Sin embargo, para otros,  los meros diseños que marcan el rostro de Tekashi 6ix9ine no lo harían pasar desapercibido en ningún lugar. Plantean, además, que muy poco en el historial de Tekashi 6ix9ine apunta a la discreción. De hecho, es conocido que el exponente de música urbana es muy vocal en redes sociales donde incluso se identifica como un “troll” (acosador y provocador).

Tekashi 6ix9ine acordó colaborar con la fiscalía para librarse de una condena de 47 años de cárcel por cargos de extorsión, posesión de armas de fuego, tráfico de drogas y conspiración para cometer un asesinato.

En el juicio por crimen organizado, Hernández  testificó  contra sus excompinches  Anthony “Harv” Ellson y Aljermiah “Nuke” Mack, por lo que las autoridades creen que la vida del joven podría estar en peligro.

Incluso, el rapero mencionó a la cantante Cardi B como integrante de los Bloods, asunto que la neoyorquina de origen dominicano había admitido en una entrevista el año pasado.

El Programa de Seguridad a Testigos al que aspira el acusado existe desde 1971. Desde esa fecha, ha reubicado a unos 8,600 colaboradores del Gobierno y sus familiares, que incluyen a criminales de alto perfil como el capo de la mafia italiana Salvatore Gravano, socio de John Gotti.