La misteriosa y secreta vida de Enrique Iglesias tras los muros de su mansión
El cantante y su familia vive en Bay Point, una de las islas más lujosas y exclusivas de la bahía de Miami
Enrique Iglesias publicó el jueves la primera fotografía de su tercer hijo junto a la tenista Anna Kournikova, una niña que nació el pasado 30 de enero y de cuyo nacimiento se supo gracias a una indiscreción, programada o involuntaria, de Julio José Iglesias, hermano del cantante. Del embarazo de la pareja se supo casi al final gracias a unas fotografías captadas mientras navegaban en su barco por los alrededores de su vivienda. Un poco antes de lo que ocurrió cuando hace dos años tuvieron a sus otros dos hijos, los mellizos Nicolás y Lucy.
La familia vive en Bay Point, una de las islas más lujosas y exclusivas de la bahía de Miami. Allí se levantan solo un centenar de casas. Sus vecinos son ricos y algunos muy famosos. Pero todos tienen en común su deseo de privacidad. Para poder acceder a esta urbanización hay que ser residente o ser invitado por uno de ellos. Llegar a las inmediaciones de la impresionante propiedad que el cantante comparte allí con Anna Kournikova y sus hijos es una tarea prácticamente imposible. Hace unas semanas alguien de la zona vio a la extenista en un avanzado estado de gestación. La noticia llegó a oídos de algunos paparazzi que se aprestaron a intentar obtener una foto. Para ello trazaron un plan para romper el blindaje que mantuvo oculto su anterior embarazo hasta el final: se hicieron pasar por conductores de Uber para poder así entrar en Bay Point. Hicieron las fotos pero estas nunca verán la luz, ya que se tomaron en un espacio privado. Por eso Enrique Iglesias escogió esta isla para su vida intramuros.
La casa tiene un atraque propio y allí el cantante fondea el barco, con el que sale a navegar al atardecer. En uno de esos paseos, de embarcación a embarcación, se ha hecho la primera y única foto del segundo embarazo de Anna Kournikova. Unos días después, el bebé llegaba al mundo en el hospital de South Miami, donde la tenista dispuso de todo un ala para blindar su privacidad. Julio José Iglesias, el hermano mayor de Enrique, solo dijo en la radio ADN de Chile: “He sido tío”. Para añadir que el sexo del bebé era “secreto”.
Toda la familia sabe que Enrique no quiere que trascienda nada de su vida privada, por eso ha tardado una semana en hablar del asunto. Ni tan siquiera la extrovertida Tamara Falcó ha dado una pista sobre su nueva sobrina a la que ha ido a conocer a Miami. Ella misma contó hace unas semanas a El País que su hermano Enrique no está en el chat familiar con el que los hijos de Isabel Preysler, repartidos por el mundo, se mantienen en contacto. “Es artista y no quiere que nada le moleste”, argumentó. Eso no quiere decir que el cantante tenga una relación distante con los suyos, todo lo contrario. Su casa de Miami es en muchas ocasiones centro de reuniones y celebraciones familiares. Pero lo que pasa allí, como todo lo que acontece alrededor de Enrique, es alto secreto.
Desde que ha sido padre, Enrique pasa más tiempo que nunca en su hogar, donde lo que más le gusta es jugar con sus mellizos Lucy y Nicolás. De esos momentos presume en las redes sociales haciendo de vez en cuando una excepción a su hermetismo. “Ahora que tengo niños, que tengo bebés, me cuesta muchísimo viajar”, dijo Iglesias en una entrevista en el programa Un nuevo día. “Todo gira en torno a ellos”, añadió. El poseer un avión privado le permite ir y venir rápidamente de una gala a otra pasando por su casa. Cuentan sus amigos que Enrique es un hombre “muy feliz“. “Está encantado en su papel de padre y se le nota. Con Anna las cosas no pueden irle mejor. Forman una pareja muy compenetrada que disfrutan con el mismo estilo de vida”, explican.
Enrique se deja ver en los escenarios y poco más. No le gusta la vida social. No asiste a nada, ni tan siquiera acude a requerimientos que le hacen desde el Consulado español en Miami. Saben que quizá convenzan a Alejandro Sanz, pero seguro que a Enrique Iglesias no. Lo mismo sucede con Anna Kournikova, que camino de cumplir 20 años junto al artista, se ha convertido en una persona anónima.
Que se sepa, no están casados, aunque hay quien no descarta que lo hayan hecho. Enrique Iglesias en alguna ocasión ha hablado de que no les hacía falta un papel para sellar la familia que han decidido formar. Enrique también parece haber encontrado la paz en otros aspectos de su vida, los relacionados con su padre. Está satisfecho por haber triunfado sin su ayuda y contento del acercamiento que se ha producido en los últimos tiempos. La suya no será nunca una relación paterno-filial al uso. “A los 18 años me separé de mi familia por completo. Me fui y durante diez años no tuve absolutamente ningún contacto con mi padre“, contaba a la revista Icon de El País. Una noche, tras ver una película que le conmovió, cogió el teléfono y marcó el teléfono de Julio Iglesias. “Tuvimos una conversación muy bonita. Estaba bien de ánimo. Fue una conversación de esas en las que eres consciente de que es especial. Me reconfortó mucho”.
La vida de sobreexposición que tuvieron Enrique y sus hermanos, siendo portada de revistas un día sí y otro también a edad muy temprana, parece que ha dejado marcado al artista. A diferencia de Julio Iglesias e Isabel Preysler, a él no le interesa ese tipo de fama, solo quiere la que le da su música. A punto de cumplir 45 años sabe más que nunca lo que quiere.