Los republicanos apuestan por un cheque menor para familias de bajos ingresos
Los demócratas califican de inadecuado el estímulo fiscal que se quiere aprobar el lunes
Republicanos, demócratas y representantes de alto nivel del Tesoro están negociando todos los puntos de la propuesta de estímulo fiscal que se tiene que concretar con el envío de cheques a los contribuyentes.
La propuesta republicana recorta drásticamente a la mitad lo que recibirían las personas de bajos ingresos y el líder de los demócratas en el Senado, Charles Schumer, ha calificado la oferta conservadora de “inadecuada” en el marco de una crisis de salud que no deja de complicarse.
El líder republicano en la Cámara Alta, Mitch McConnell, dio de plazo hasta la medianoche del viernes para llegar a un acuerdo del que los demócratas estaban muy alejados al cierre de esta edición. El senador conservador quiere que el estímulo fiscal, valorado en más de un billón de dólares ($1 trillion en inglés) esté aprobado el lunes.
El presidente, Donald Trump, inicialmente apoya la iniciativa de su partido que se concreta en ayudar a empresas como las aerolíneas con capital y garantías de de préstamos pero también mandar un cheque de $1,200 a cada contribuyente que cobrara $75,000 anuales en 2018. En el caso de las parejas, este cheque llega a las que cobran $179,000. Las familias con niños recibirán $500 por cada uno de ellos.
A partir de ciertos ingresos la cantidad en el cheque irá disminuyendo. Una familia de dos adultos con dos hijos que ingrese $150,000 ingresaría $3,400 con cada uno de los dos cheques que quiere mandar el Tesoro y la misma familia con ingresos de $35,000 anuales, más vulnerable económicamente al vivir de cheque en cheque y posiblemente con ayudas sociales, recibiría $2,200.
Además de no hacer un esfuerzo por las personas de menores ingresos al recortarles la cantidad a cobrar, los demócratas echan en falta ayudas a los hospitales y que los americanos puedan hacer frente a los costos de salud por el coronavirus. Tanto si están asegurados como si no porque los copagos y las franquicias pueden poner en aprietos incluso a los que tienen protección.
McConnell ha dicho que se puede hablar de ayudas médicas en una ley suplementaria pero eso es algo que los demócratas no consideran aceptable sobre todo cuando su planteamiento es prácticamente hacer un Plan Marshall para el sistema de salud. Los hospitales están bajo una intensa presión económica y es algo que puede dejar secuelas.
Schumer propone que los beneficios del desempleo lleguen a quienes estén despedidos hasta que pase esta crisis de salud porque las empresas quieran volverles a recontratar.
El proyecto de ley republicano, cuyo partido tiene la mayoría en el Senado, tiene agujeros que ha puesto de relieve el Center on Budget and Policy Priorities (CBPP).
En primer lugar porque no hace nada por aplacar la crisis en la cuestión de la vivienda durante la pandemia, especialmente para las personas que viven en refugios o la calle.
Tampoco se preve ningún alivio fiscal para unos estados que han incrementado los planes de ayuda y que solamente en costos de Medicaid van a tener mucha más presión en sus presupuestos justo cuando los ingresos de todos ellos se preve que caigan debido a los menores ingresos tributarios.
La legislación que se avanzó por los demócratas con el Families First aprobado esta semana permite un envío de 36,000 millones de ayuda a a los estados con el Medicaid pero es una cantidad que se estima insuficiente dado el reto presentado por la emergencia de salud.
Aunque el estado de emergencia declarado por el presidente libera unos $50,000 millones a través de FEMA, no hay mucha dirección aún sobre cómo se va a invertir este dinero en los estados.
El CBPP considera que sin ayudas, los estados que constitucionalmente están obligados a tener los presupuestos sin déficit no van a tener más remedio que recortar empleo público: maestros, bomberos, policías, etcétera.
El proyecto que ahora se debate en el Senado y en el que se incluye el envío de cheques no prevé ayudas para los trabajadores que pierden su trabajo. Los beneficios actuales son muy bajos y duran poco. Durante las crisis anteriores, el pago del desempleo se ha extendido durante semanas para aliviar los presupuestos familiares de personas sin trabajo.
De lo que tampoco se habla en la ley es de aumentar los recursos a uno de los programas más importantes y más recortados en los últimos años: los cupones de alimentos o SNAP.
En los bancos de comida ya se cuenta que la emergencia alimentaria que ya se vivía entre las personas de bajos recursos se va a multiplicar y se pide mucha más ayuda para combatirla.
Tax day en julio
El Tesoro ha retrasado el límite para la presentación de los impuestos del 15 de abril al 15 de julio. Así se comunicó el viernes por parte del departamento de Steven Mnuchin quien previamente había avisado de que se podrían retrasar 90 días los pagos sin que hubiera penalidades ni cargos de intereses.