La alarma de los médicos ante la idea de Trump de probar inyecciones de desinfectante contra el coronavirus
Trump se defiende de las críticas sobre su idea de probar inyecciones de desinfectante contra el coronavirus, insinuó que estaba siendo sarcástico
Una idea “para poner a prueba a los periodistas”.
Ante el estupor que despertaron sus comentarios sobre la inyección de desinfectante en el cuerpo para combatir el coronavirus, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se defendió este viernes y dijo que había sido sarcástico.
“Se lo estaba preguntando sarcásticamente a reporteros como usted para ver qué pasaba”, dijo Trump ante un grupo de periodistas fuera de las cámaras.
La explicación del mandatario busca acallar las innumerables críticas surgidas tras la rueda de prensa del jueves en la que lanzó la peligrosa propuesta mientras se dirigía a la doctora Deborah Birx, una de las expertas del equipo de trabajo contra el coronavirus de la Casa Blanca.
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Médicos y diversas autoridades científicas tacharon de “irresponsables y peligrosas” las sugerencias del presidente.
Los desinfectantes son sustancias nocivas que son venenosas si se ingieren.
Incluso la exposición externa a estos productos puede ser dañina para la piel, los ojos y el sistema respiratorio.
¿Qué es lo que dijo Trump y cuál ha sido la respuesta de los médicos?
Luz ultravioleta y desinfectante
Trump comparece cada día en la rueda de prensa sobre los últimos avances del combate de la pandemia del equipo de trabajo designado por el gobierno.
Durante la sesión del jueves, William Bryan, jefe interino del directorio de ciencia y tecnología del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, presentó los resultados de un estudio oficial que indica que el coronavirus parece debilitarse más rápidamente si se expone a luz solar y calor.
La investigación también apunta que la lejía podría matar el virus en la saliva o fluidos respiratorios en cinco minutos y que el alcohol isopropílico podría hacerlo incluso de forma más rápida.
Trump intervino en ese momento para teorizar sobre la posibilidad de usar una “tremenda luz ultravioleta o simplemente una luz muy poderosa” sobre el cuerpo humano, o incluso dentro, como posible tratamiento.
“Y veo que el desinfectante lo elimina en un minuto, un minuto”, dijo.
“¿Hay alguna manera de que hagamos algo así, con una inyección dentro, como casi una limpieza? Sería interesante comprobar eso”, añadió.
El presidente le dirigió los comentarios a la doctora Deborah Birx, coordinadora sanitaria del equipo de trabajo, quien se mantuvo con gesto serio y no respondió.
Trump insistió y le preguntó si alguna vez había oído hablar del uso del calor y la luz para tratar la COVID-19.
“No como tratamiento”, contestó. “Sin duda la fiebre es algo bueno, ayuda al cuerpo a reaccionar. Pero no he visto el uso del calor o la luz”.
“Creo que sería algo muy bueno para explorar”, reiteró Trump.
La reacción de los médicos
Los médicos advirtieron que la sugerencia del presidente puede tener resultados fatales.
“La idea de inyectarse o ingerir cualquier tipo de producto de limpieza es irresponsable y peligrosa”, señaló Vin Gupta, neumólogo y experto en políticas globales de salud.
“Es un método común que las personas utilizan cuando se quieren matar“.
“Inhalar cloro sería absolutamente lo peor para los pulmones”, añadió el neumólogo John Balmes en conversación con Bloomberg News.
“Las vías respiratorias y los pulmones no están hechos para ser expuestos ni siquiera a un aerosol de desinfectante.”
“Ni una pequeña disolución de lejía o alcohol isopropílico es segura. Es un concepto totalmente ridículo“.
Alerta de las empresas
Además de la reacción de médicos y científicos, empresas fabricantes de desinfectantes difundieron diferentes alertas para llamar a que sus productos no se usen en el cuerpo humano.
La firma Reckitt Benckiser, propietaria de las marcas Lysol y Dettol entre otras, subrayó que “bajo ninguna circunstancia” se deben inyectar o ingerir sus productos.
“Nuestros productos desinfectantes e higiénicos solo deben ser usados como se indica y en línea con las directrices. Por favor, lean la etiqueta y la información de seguridad”, precisó la empresa en un comunicado.
Antecedentes
Esta misma semana, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) instaron a los estadounidenses a tener cuidado con los productos de limpieza, a medida que la venta de desinfectantes para el hogar se dispara por la pandemia.
“Las llamadas a centros de [tratamiento de] envenenamiento aumentaron bruscamente a principios de marzo por casos de exposición a productos de limpieza y desinfectantes”, escribió el organismo en su informe semanal sobre morbilidad y mortalidad.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) también alertó contra la ingesta de desinfectantes ante la venta de milagrosas curas falsas que contienen lejía y prometen tratarlo todo, desde el autismo hasta el sida y la hepatitis, entre otros.
Esta no es la primera vez que los consejos médicos de Trump suscitan controversia y rechazo.
Pese a la falta de pruebas clínicas, el presidente recomendó con insistencia el uso de la hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria, para tratar la COVID-19.
En este sentido, la FDA emitió este viernes una advertencia contra el uso de la hidroxicloroquina o la cloroquina para combatir la enfermedad, fuera de un entorno hospitalario o un ensayo clínico.
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