¿La carne a la parrilla afecta la presión arterial?
La carne de cerdo y de res son dos de los tipos de carne que pueden afectar tu presión arterial
Cuidar la presión arterial es una necesidad humana importante, dado que niveles muy altos o muy bajos de presión arterial pueden traer consecuencias potencialmente mortales para nosotros.
Se sabe que hay una relación entre la alimentación y la presión arterial, y la carne de parrilla no se desentiende de ella.
Cocinar carnes sobre una llama a altas temperaturas puede aumentar en un 17% el riesgo de desarrollar presión arterial alta. De acuerdo a resultados fueron presentados por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), reseña la web HolaDoctor.
Carne a la parrilla y posibles cambios en el ADN
Hay una posible relación entre la carne a la parrilla y una mayor propensión a desarrollar problemas de tensión arterial, y la clave de esta relación se encontraría en las marcas que deja la parrillera sobre la carne.
En las marcas que quedan en la carne después de ser cocinada hay presencia de Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAP). Estas son sustancias que no solamente están presentes en las marcas, sino que también pueden ser inhaladas por el sistema respiratorio.
Los HAP, así como otras sustancias que se desprenden de este método de cocción, pueden tener la capacidad de inducir alteraciones en nuestro ADN, lo cual pudiera incrementar las probabilidades de desarrollar no solamente hipertensión, sino también cáncer.
¿Cómo cocinar la carne?
Para cocinar carne, la Organización Mundial de la Salud sugiere no cocinarla directamente sobre las llamas o no hacerlo por un periodo considerable de tiempo. No obstante, esto pudiera hacer que la carne quede cruda, lo que también es peligroso para el cuerpo.
Una alternativa viable es cocinar pequeños trozos de la carne de manera que la cocción sea la indicada y no quede peligrosamente cruda. Aunque es un proceso más lento y posiblemente más tedioso, es una ruta que puede ofrecerte mayores garantías.
La hipertensión es un problema muy grave, por lo que cualquier medida que reduzca las probabilidades de padecerla debe ser considerada y aplicada si se dan las condiciones para ello.