Por qué es importante leerles a los bebés desde que nacen

Compartir la lectura permite a tu hijo escuchar una gran cantidad de palabras y expresiones durante el relato y así fomentar su desarrollo emocional y social

Mimar a tu hijo mientras lee, ayuda a que el bebé se sienta seguro, abrigado y conectado con usted.

Mimar a tu hijo mientras lee, ayuda a que el bebé se sienta seguro, abrigado y conectado con usted. Crédito: Pixabay

¿Leerle a mi bebé? Para qué, si no me va a entender. Esta podría ser tu situación como madre o padre de un bebé que no habla pero al que pueden decirle que es importante leerle libros a su pequeño. Ahora te vamos a explicar por qué es importante tomar un libro y tener esta experiencia maravillosa con tu nene.

Hacer esta actividad en voz alta es un estímulo importante, le enseña a comunicarse, introduce conceptos como los números, las letras, los colores y las formas de una manera divertida, también desarrolla aptitudes de audición, memoria y vocabulario; y le brinda información sobre el mundo que le rodea.

Suena un poco irreal, pero los niños que cumplen su primer año de vida ya han aprendido todos los sonidos necesarios para hablar su idioma nativo. Entonces, cuando más se le comparta a través de la lectura, más palabras conocerá y eso le llevará al habla de manera más sencilla.

Al despertar la siesta de la tarde o en un rato previo a la hora de dormir por la noche, date la oportunidad de tomar un libro de aventuras, un cuento, una novela de niños o una historia de animales, lo que tú quieras enseñarle a tu pequeño, para que el nene escuche una gran cantidad de palabras y expresiones durante el relato y así fomentes su desarrollo emocional y social.

Y no todo es leer el libro. Puedes acompañar esta actividad con otros consejos que harán de este momento una inolvidable experiencia para todos:

Mimar a tu hijo mientras lee, ayuda a que el bebé se sienta seguro, abrigado y conectado con usted.

Lee de una manera expresiva variando el tono de su voz según sea adecuado o utilizando diferentes voces con cada personaje de la historia.

No se preocupe si no sigue el texto de la historia al pie de la letra. Deténgase de vez en cuando, haga preguntas o comentarios sobre el texto o los dibujos. Es posible que su hijo todavía no sea capaz de responder, pero esto establece las bases para que más tarde lo pueda hacer.

Cante canciones de cuna, emita sonidos graciosos de animales o haga rebotar a su hijo en su falda; cualquier cosa que muestre que la lectura es algo divertido.

Fomente la repetición. No se preocupe si lee el mismo libro una y otra vez. Cuando lo haga, ponga el mismo énfasis cada vez, de la misma manera que lo haría con una canción conocida.

Aliente a su hijo a tocar el libro o a agarrar los libros que sean de plástico, tela o cartón. No aliente a su hijo a ponerse el libro en la boca para morderlo, pero al hacer esto su hijo está aprendiendo algo sobre ellos: qué gusto tienen y cómo se sienten al tacto y ¡descubrir que no son comestibles!

Es posible que los bebés más pequeños no entiendan el significado de los dibujos de un libro, pero se pueden concentrar en ellos, especialmente en las caras, los colores brillantes y los esquemas contrastantes. Es posible entretener o calmar a un bebé cantando canciones de cuna.

Entre los 4 y los 6 meses, es posible que su bebé muestre más interés en los libros. El bebé tratará de agarrar el libro con sus manos pero también lo querrá morder, chupar y tirar. Elija libros de plástico o de tela que tengan colores vivos y texto repetido o que rime.

Entre los 6 y los 12 meses, su niño comienza a entender que los dibujos representan objetos reales, y es muy probable que demuestre preferencias por ciertos dibujos, páginas o hasta historias. El bebé reaccionará mientras usted lee, tratando de agarrar el libro y emitiendo sonidos; y al cumplir los 12 meses será capaz de voltear las hojas (con su ayuda), señalar objetos en la página y repetir sus sonidos.

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