Iglesias de Chicago usan plataformas virtuales para servir a sus feligreses durante la pandemia de coronavirus
Líderes religiosos se reinventan para ofrecer servicios en línea a sus comunidades de fe, pero algunos miembros han encarado desafíos por falta de habilidades tecnológicas y acceso a internet
Líderes religiosos se han reinventado para alcanzar a sus fieles, en vista de que por el coronavirus y el distanciamiento social no pueden congregarse en sus lugares de culto. Ahora usan plataformas virtuales para participar de servicios religiosos durante la pandemia de Covid-19.
Pero hay barreras tecnológicas que se han presentado en algunas áreas de Chicago. El empresario millonario y excandidato a la alcaldía Willie Wilson, quien lidera un impulso para reabrir las iglesias, dijo que las comunidades más pobres no podrían tener acceso a servicios religiosos en línea porque algunas familias ni siquiera tienen internet en casa a diferencia de las comunidades más acomodadas del lado norte de la ciudad.
Desafiando la orden estatal de quedarse en casa, algunas iglesias cristianas del noroeste de Chicago decidieron reabrir el servicio presencial el domingo pasado, en plena pandemia Covid-19, apelando a que la Constitución les otorga el derecho de practicar su fe.
La alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot dijo que podría tomar medidas sobre lo que están haciendo esas iglesias locales y ha dejando en claro que no tiene problemas para hacer cumplir la orden de quedarse en casa.
Lightfoot también dijo que convocará a un grupo de trabajo para evaluar cómo reabrir iglesias, mezquitas y templos de manera más segura.
“Con la ayuda de los nietos han podido acceder”
Jacobita Cortés, pastora de la iglesia Metodista Unida San Adalberto en el barrio de Humboldt Park, dice que no ha dejado de tener contacto con los feligreses y que continúa haciendo llegar sermones a través de correos electrónicos y mensajes de texto.
También se reúne en grupo para orar usando plataformas virtuales como Zoom y Facebook. “Los miembros oran en grupo todos los días. A través de una pantallita nos podemos ver y podemos compartir las cosas que están pasando en cada familia, oramos juntos para que esta pandemia pase y nosotros podamos continuar con nuestras vidas”, mencionó Cortés.
En esa iglesia hay miembros de la tercera edad a los que al inició les resultó complicado adaptarse a las nuevas tecnologías pero que con la ayuda de sus nietos han podido acceder a esas plataformas virtuales, contó la pastora, quien también dijo que hace llamadas telefónicas para comunicarse con sus feligreses.
¿Se deben reabrir las iglesias? Para la reverenda Cortés es muy temprano todavía para reabrir las iglesias: “Conocemos a nuestra gente, somos muy del abrazo, del apapacho y como hace tiempo que no nos vemos no vamos a respetar ese distanciamiento. Es mejor esperar por la seguridad de nuestra gente”.
La Pastora dice que en la iglesia se están organizando dispensas de comida para las familias más necesitadas y que se continúan realizando algunos programas de manera virtual.
Sacerdotes y la unción de los enfermos
El padre Thomas Boharic, de la iglesia St. Simon The Apostle del barrio de Gage Park y St. Roman Church del barrio de La Villita, actualmente transmite misa por las redes sociales de Facebook y YouTube. Además usa Zoom, WhatsApp e incluso el teléfono para quienes no tienen acceso a Wi-Fi o no saben usar las redes sociales.
Boharic utiliza su mascarilla y guantes y dice mantener siempre 6 pies de distancia de otras personas para protegerse del coronavirus. Él forma parte de los 27 sacerdotes designados por la Arquidiócesis de Chicago para dar la unción de los enfermos y atender a los que tienen coronavirus.
“Cuando en la Arquidiócesis de Chicago reciben una llamada o una petición para un sacerdote llaman a uno de nosotros para dar la unción de los enfermos, otros piden confesión, comunión, los sacramentos” explicó.
El sacerdote Boharic dice que para administrar la unción de los enfermos ahora no puede tocar directamente el cuerpo. “Ahora lo estamos haciendo diferente, estamos usando un pedazo de algodón mojándolo en aceite bendecido y ungiendo así a la persona”.
La Arquidiócesis católica de Chicago emitió un plan de reapertura por fases que puede consultarse en www.archchicago.org/coronavirus/reopening.
Mascarillas para policías y embarazadas
Por transmisiones en vivo a través de Facebook es como Dolores Castañeda y Doris Hernández ven misa todos los días, y rezan el rosario por medio del servicio Zoom. Ambas forman parte del grupo Padres Ángeles de la iglesia católica Santa Inés de Bohemia de La Villita.
“Tenemos que unirnos a esa reinversión que se está haciendo usando servicios virtuales como Zoom, Facebook, YouTube, porque no podemos quedarnos atrás. Si no vamos a poder estar cara a cara con las personas tenemos que aprender de tecnología” dijo Doris Hernández en entrevista con La Raza.
Para Castañeda, comunidades de ingresos muy bajos son las más afectadas con el Covid-19 porque muchos de los trabajadores están yendo a trabajar y así es como se están infectando y muriendo. “Aquí en La Villita tenemos un alto índice de coronavirus y también de personas que han muerto y es porque vivimos muchos en la misma casa y no hay espacio para que una persona infectada se aísle de los demás miembros de la familia es bien difícil”.
El grupo proporciona despensas a los más necesitados, a los enfermos con Covid-19 y a personas de la tercera edad, regala cobijas a los desamparados y mascarillas a la Policía de Chicago y a las mujeres embarazadas de esa ciudad.
También ha brindado tarjetas de regalo con dinero a vendedores ambulantes y aún están tratando de conseguir más fondos para ellos.
“Cuando escuché de la pandemia se me ocurrió que podía hacer mascarillas para las personas más vulnerables” dijo Doris Hernández, quien es costurera. Ella junto a María Pike y Dolores Castañeda trabajan en el proyecto de las mascarillas.
Policías les han entregado sus camisas viejas y ellas con esas telas les han confeccionado más de 1,000 mascarillas, las cuales han sido distribuidas a diferentes estaciones de Policía de Chicago.
Estas mujeres están trabajando también en un proyecto con la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois en Chicago para hacer mascarillas de tela reutilizables para mujeres embarazadas del área de Chicago.
“Este virus está dejando cosas negativas y positivas”, dice Hernández. El hecho de permanecer encerrados en sus casas a causa de la pandemia ha contribuido en algunos casos al resurgimiendo de la violencia doméstica, pero también ha despertado el interés de mucha gente por ayudar al prójimo.
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