Cuando la prioridad no es arreglar de lo que más nos arrepentimos
Los consumidores lamentan no tener ahorros suficientes pero dan prioridad a rebajar deuda
Después de cuatro meses en la realidad que el coronavirus ha cambiado para todos es hora de reflexionar. Y en lo que se refiere a las finanzas, la conclusión está clara: “tendríamos que tener más ahorros para emergencias”.
Con esa claridad con la que el 23% de los consumidores ha confesado a Bankrate en una encuesta lo que más lamentan no haber hecho, lo lógico sería que la prioridad a la hora de organizar las prioridades sea ahorrar más.
Pero no lo es. En la misma encuesta elaborada por esta consultora financiera, se refleja que lo primero que se quiere poner en orden es en lo que se debe.
Reducir las deudas es el objetivo del 22% de los consultados mientras que asegurar que hay dinero en esa cuenta de ahorro lo es para el 17% de ellos, por más que lamenten hoy no tener para momentos tan complicados como los que se están viviendo.
Y curiosamente, tener deuda no es lo segundo que más lamentan, sino lo tercero.
Antes que cuestionar el uso o abuso de tarjetas de crédito, préstamos personales u otra situación en la que se está en situación de devolver dinero, se siente no haber ahorrado más no solo para emergencias sino también para la jubilación. El 20% cambiaría eso por lo que el pesar por la falta de ahorros se hace aún mayor.
Y ese lamento se produce en un momento en el que más de una de cada cuatro personas han sacado o anticipan sacar parte de su dinero en una cuenta de ahorro para la jubilación durante la crisis del coronavirus.
El Gobierno ha levantado las penalidades para estas distribuciones y eso está llevando a muchos a hacerlo o considerarlo a estas alturas.
Es decir, la falta de ahorros de una u otra manera pesan y mucho pero aún así la prioridad es devolver lo que se debe. Al analista jefe de Bankrate, Greg McBride, no le parece del todo contradictorio pero explica que en cualquier caso se puede avanzar en ambos objetivos. “Los consumidores pueden hacer progresos en ambos frentes a la vez dedicando una parte de sus ingresos a una cuenta de ahorros con un depósito directo mientras que se van pagando de a poco las deudas”.
Pagar las deudas es importante porque repercute positivamente en el historial crediticio que es bueno tener a punto en caso de que la necesidad o la oportunidad demanden un préstamo. Con baja calificación crediticia es más difícil que se concedan algunos créditos y desde luego van a costar más debido a que tendrán tasas más altas con las que contrarrestar el riesgo que toma el acreedor.
Aún puede consultar con su emisor de tarjeta o ver si le conviene consolidar deuda para pagar menos con tasas al 0%, como ofrecen algunas tarjetas a las que se puede hacer una transferencia de balance, o con créditos con tasas más bajas que las que lleva asociadas normalmente el dinero de plástico.
Si es así, si puede encontrar la manera de pagar más cómodamente lo que debe, el ahorro es el otro flanco vital para enderezar las cuentas si su ingreso sigue siendo más o menos el mismo que durante la crisis.
El depósito directo elimina la posibilidad de que usted cuente en ningún momento con el dinero que destina al ahorro por lo que ayuda a no pensar en ello. Funciona igual que en una cuenta de 401K en el que el empleador manda lo que el trabajador determine a una cuenta. La diferencia es que al 401K regular va antes de impuestos.
La otra solución es programar ahorros pequeños automáticos, que no duelan mucho en el presupuesto familiar que se haga. Los grandes bancos dan la posibilidad de hacerlo desde casa y desde sus aplicaciones de celulares p en sus aplicaciones se puede mandar a la cuenta de ahorros una cantidad cada cierto tiempo. Desde un dólar al día hasta 10 por semana, la combinación que sea más cómoda y menos dolorosa.
Obviamente tanto en el ahorro para emergencias como en el que corresponde a las cuentas de la jubilación, cuanto antes se empieza, antes se empiezan a ver cantidades que le dejan a uno la sonrisa en la cara y la tranquilidad en el cuerpo. Es una carrera de largo recorrido. Si no empezó ayer, empiece hoy.
Las cuentas
23% lamentan no tener ahorros para emergencias
14% lamenta no tener estabilidad en sus ingresos
7% tiene el pesar de vivir por encima de sus posibilidades
22% dice que su objetivo es rebajar deuda
17% no tiene claro qué objetivo tener