Coronavirus obliga a familia a reinventarse y a crear su propio negocio
Tamales El Plebe nace en una cocina de la ciudad de Downey con muy buena respuesta
Después de trabajar durante 19 años como director de la Plaza México en la ciudad de Lynwood al sureste del condado de Los Ángeles, el 14 de febrero pasado, Mario Cárdenas se quedó sin empleo y con una esposa y cuatro hijos que sacar adelante.
A este inmigrante originario del estado de Sinaloa en México no se le cerró el mundo, de inmediato puso manos a la obra para convertirse en consultor de negocios, lo que nunca imaginó es que en unas cuantas semanas la pandemia del coronavirus se le atravesaría en su camino .
“Tuve que hacer una media pausa a la consultoría para pensar en otras formas de proveer a mi familia”, dice.
Pero cuando su hija Madai de 18 años le dijo que quería comenzar a trabajar para pagar la mensualidad y el seguro del carro que le habían comprado cuando él aún tenia empleo; y la otra hija Valeria de 15 años, empezó con ideas de qué hacer para atraer ingresos a la casa, se les ocurrió preparar y vender comida.
“La idea de crear Tamales El Plebe fue de todos”, dice Mario.
“Al pensar qué podíamos hacer, dijimos los tamales les gustan mucho a la gente; y el tamal sinaloense es muy gustado”.
Así fue como padres e hijas convirtieron su cocina en un espacio para hacer tamales de pollo, carne, rajas y también veganos.
“Los veganos han tenido mucha demanda. Llevan nopales, zanahorias, hongos, papas, rajas de chile, una crema pesto, un poco de cilantro, perejil y albahaca”, explica.
A petición de sus clientes que no solo querían comer tamales sino degustar otros antojitos mexicanos, en las últimas semanas ampliaron el menú para incluir tortas y sopes. Los sopes son conocidos en el estado de Sinaloa como gorditas con la diferencia de que incluyen vegetales como lechuga y cebolla curtida.
Madai, estudiante de psicología del Colegio Comunitario Cerritos, dice que decidieron bautizar el naciente negocio familiar con el peculiar nombre de Tamales El Plebe porque en Sinaloa, la tierra de sus padres, a los niños y muchachos se les dice cariñosamente plebes. Cuando alguien se refiere a “El Plebe” está hablando de “El Niño” o “El Muchacho”.
Y comenta que laborar en familia ha sido todo un reto. “Hemos aprendido a trabajar en equipo porque es muy diferente a la convivencia diaria en la casa”, platica Madai.
Mario dice que en realidad el trabajo más duro lo han llevado su esposa Malena Díaz, y “las plebes” como les llama a sus hijas Madai y Valeria.
“Yo las ayudo, pero estoy más enfocado en el mercadeo, la presentación y las ventas”.
Los Cárdenas están vendiendo comida de jueves a viernes, pero entre semana funcionan a través de pedidos.
Valeria quien cursa el grado 11 de la secundaria, tiene como hobbie la preparación de postres y pasteles. Eso los animó a incluir en el menú, las fresas cubiertas con chocolate.
Por años, Mario compartió en sus redes sociales su afición por la cocina, y con frecuencia publicaba fotos y recetas de las comidas que hacía con sus hijas los fines de semana. “Mucha gente me decía que debía abrir un negocio para vender los platillos que hacíamos, pero no pensé que una pandemia iba a ser el detonante para lanzarme y reinventarme”.
Lo que más gusto le da, es que ha podido comenzar en un plan familiar acompañado por sus seres más queridos.
“Es un reto muy importante, y es una lucha. La línea entre ser empleado y emprendedor es muy delgada. Yo voy a seguir con la consultoría de empresas, pero también con la gastronomía porque además está haciendo que mis plebes se hagan responsables”.
Madai dice que a ella le gusta promover la comida que hacen en familia, hablar y conectarse con la gente. “Vendemos mucho para reuniones familiares”.
Valeria comenta que trabajar con la familia puede ser más fácil, pero también más duro.
Si quieres probar Los Tamales El Plebe y apoyar a la familia Cárdenas, llama a los teléfonos: 310-474-1589 y 310-350-3709.