Adolescente perdió a sus padres inmigrantes por COVID-19 en Nueva York; recauda más de $50 mil dólares para estudiar medicina

Una doble tragedia familiar en Queens ha dado paso a una lección de esperanza y solidaridad

Las comunidades hispanas, como las concentradas en Queens, NY, son de las más afectadas por coronavirus.

Las comunidades hispanas, como las concentradas en Queens, NY, son de las más afectadas por coronavirus. Crédito: JOHANNES EISELE | AFP / Getty Images

Roberto Tobías Jr. perdió a sus dos padres inmigrantes por el coronavirus en un sólo mes, pero no ha dejado que la tragedia detenga su sueño de curar a otros.

La vida del estudiante de 17 años de la secundaria “Frank McCourt HS” del UWS de Manhattan cambió dramáticamente en apenas unos meses.

Su padre, Roberto Sr., murió después de ayudar a tratar a una vecina anciana con el virus. Su madre, Loida, falleció después de trabajar como enfermera y atender a su cónyuge afectado. Incluso el joven y su hermana se enfermaron.

“Estaba insensible”, dijo Tobías Jr. a New York Post sobre su tragedia. “No sabía cómo procesarlo”.

Después de la doble pérdida familiar, Roberto Jr. ha logrado recaudar en GoFundMe más de $51 mil dólares en sólo cuatro días para ayudarlo a pagar el costo futuro de su universidad y la escuela de medicina. 

“Quiero estar a la altura de lo que establecieron”, dijo sobre sus padres. “Realmente admiré lo que perseveraron para darles una base a sus hijos”.

El padre de Roberto creció en la indigencia en Filipinas, antes de mudarse a EE.UU. en 1990. Trabajó durante más de una década como camarero en el World Trade Center antes del 11 de septiembre de 2001.

Cuando su esposo no pudo encontrar un empleo confiable, la señora Loida se vio obligada a extender sus días de trabajo ya largos como enfermera para pagar las cuentas.

Al comienzo de la pandemia, el patriarca de 72 años se enteró de que una inquilina mayor en su pequeña casa de Astoria había caído enfermo. A pesar de los riesgos, comenzó a ayudar a la mujer, pero pronto él también se contagió.

Loida, quien trabajaba en turnos completos en un hospital de Harlem antes de regresar a casa para atender a su cónyuge, pronto se enfermó y fue hospitalizada con COVID-19.

A sus 61 años murió un mes después de su esposo. Ambos tenían condiciones preexistentes.

“Suena como un cliché… Pero su ética de trabajo, su compasión entre sí, su madurez emocional, realmente me inspiró a crecer”, reflexionó Tobias Jr. con orgullo sobre sus padres.

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