Mujer perdió su cabello porque un hombre la atacó poniéndole sombrero con pegamento, fue contratado por esposa celosa
Al parecer, esta forma de ataque es común entre esposas celosas que así se vengan de la amante de sus esposos
Una mujer se vio obligada a afeitarse la cabeza después de que un hombre le puso un sombrero lleno de pegamento en la cabeza, lo que provocó quemaduras de segundo grado.
Marcela Tascon estaba en su casa en Valencia, España, cuando abrió la puerta de su casa a un extraño, quien le puso a la fuerza el sombrero lleno de la sustancia corrosiva en su cabeza.
La mujer, de 31 años, fue al hospital, donde los médicos no tuvieron más remedio que afeitarle la cabeza para eliminar el pegamento y tratar las quemaduras.
El desconocido había tocado el timbre de su apartamento alrededor de las 9 de la mañana, alegando que tenía un regalo para ella. Habiendo visto que el hombre sostenía un ramo de flores en la mano, Marcela lo dejó entrar a su edificio.
“Una vez en la puerta de mi casa, y frente a mi hijo de ocho años, arrojó las flores a mis pies, me llamó “hija de perra” y me puso el sombrero sobre la cabeza.
Se escapó, mi hijo estaba gritando, muy asustado, y corrí al baño para limpiarme la cabeza y le pedí a mi hijo que llamara a la policía o amigos”, contó la mujer, según reporta Unilad.
Después de llegar al hospital, Marcela, quien es originaria de Colombia, tuvo que ser tratada por quemaduras de segundo grado causadas por el pegamento y las “sustancias abrasivas” utilizadas en el ataque.
Según le dijo su médico, este tipo de ataques son comunes en Colombia, donde se llama “hacer el champú”.
“Normalmente el ataque es ordenado por esposas celosas después de descubrir que sus esposos las habían engañado, o porque envidian a las otras mujeres”, explicó.
Marcela posee una clínica de belleza ubicada en el mismo edificio que su casa, y dice que recibió varias llamadas sospechosas de una mujer anónima con acento colombiano.
Dijo que la mujer llamó hace un mes, pidiendo una cita en su salón de belleza y solicitando saber la ubicación.
“Dos semanas después, vi a un hombre sospechoso en mi edificio sosteniendo un teléfono móvil y pregunté a los vecinos si esperaban un visitante”, recuerda.
Luego, Marcela recibió una llamada de una mujer, cree que era la misma, preguntándole si podía ir al salón para un tratamiento, momentos antes de que el hombre llegara a su puerta.
Uniendo todos estos detalles, cree que el hombre fue enviado a atacarla, sin embargo, las investigaciones policiales están en curso y hasta el momento no se han realizado arrestos.