CBP defiende “deportaciones exprés” y culpa a inmigrantes de avance del coronavirus en EE.UU.
Activistas denuncian que el Gobierno está aprovechando la pandemia para acelerar las expulsiones del país
El jefe de la oficina de Aduanas y Control Fronterizo, Mark Morgan (CBP, por sus siglas en inglés), defendió este jueves las “deportaciones exprés” y aprovechó la presentación de los datos mensuales de su agencia para llamar irresponsables a los inmigrantes que tratan de entrar al país sin autorización durante la pandemia del coronavirus.
“A pesar del peligro que representa COVID-19, la inmigración ilegal continúa y pone en riesgo la vida de los estadounidenses. Los migrantes siguen ignorando las órdenes de su países de quedarse en casa y la orientación de los expertos médicos de todo el mundo”, dijo el comisionado interino de CBP, Mark Morgan.
Los arrestos en la frontera sur durante el mes de julio fueron más del doble que los que se dieron en abril de este año, según los datos que la agencia federal publicó este jueves. Mientras que a inicios de la pandemia las autoridades fronterizas detuvieron a 16,162 (entre adultos, menores y familias), este julio fueron 38,347 los que quedaron bajo custodia de CBP.
Morgan aseguró que alrededor de un 91% de los inmigrantes detenidos al cruzar la frontera son enviados de vuelta casi de inmediato, a veces en tan solo dos horas.
El comisionado agregó que algunos de sus agentes se han encontrado con personas que voluntariamente dijeron tener coronavirus. Otras personas que requirieron atención médica por deshidratación o por lesiones derivadas de escalar el muro dieron positivo en coronavirus en los hospitales a los que fueron trasladados.
Estas personas, consideró Morgan, pusieron en riesgo al personal médico y al de la agencia por no cumplir las medidas de seguridad estipuladas para evitar la propagación del virus.
Los activistas han cuestionado la práctica que CBP ha adoptado durante la pandemia y que expulsa del país en poco tiempo a los detenido. Este modus operandi, denuncian, privan a los migrantes de su debido proceso, sobre todo a aquellos que están huyendo de la persecución en sus países de origen.
“Es lamentable que la administración Trump esté utilizando la pandemia como pretexto para continuar con las políticas xenófobas que llevan a la separación de las familias. Vieron la oportunidad de aplicar una estrategia de deportaciones rápidas que no podrían aplicar en circunstancias normales”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza de Derechos Humanos de El Paso.