La impactante lucha de una rata con una serpiente para defender a su cría
¿Qué animal crees que resultó ser el ganador?
La pequeña cría de una rata está atrapada en la boca de una serpiente. A punto de engullir a su presa y mientras avanza por la ruta, encuentra un obstáculo inesperado: la madre del pequeño roedor que, desesperada, comienza a morderla con furia para salvar a su bebé. Finalmente, ante los reiterados ataques, el reptil decide escapar.
Las imágenes fueron grabadas en un video la semana pasada en las afueras de Nápoles, en Italia, por una usuaria de Facebook llamada Evelyn Montecinos. Ella llamó a la espectacular secuencia entre los roedores y la serpiente como “el asombroso acto de amor de una madre”.
La escena, que se volvió viral, fue reproducida también en el sitio oficial de National Geographic. Allí, Diana Krempels, una bióloga que estudia pequeños mamíferos de la Universidad de Miami, señaló: “Las ratas pueden ser bastante feroces, son depredadoras y pueden matar cosas”.
“Es bueno que las ratas no sean más grandes, porque los humanos estaríamos en problemas. Además, son muy inteligentes”, agregó.
La bióloga explicó que la serpiente, que era más bien una culebra -porque no tiene veneno-, no era probablemente lo suficientemente fuerte como para enfrentar a esa rata adulta, y por eso se rindió sin pelear demasiado.
La científica también expresó que, más allá de lo que podría considerarse un “amor maternal” presente en la naturaleza de las ratas, lo que sucedió tiene más bien que ver con la supervivencia de la especie. “La mamá tenía mucho más que perder que la serpiente. La mitad de sus genes se estaban perdiendo, mientras que el reptil lo único que perdería era su almuerzo”.
Aún así, la serpiente del video hizo algo que resulta inusual en su comportamiento: se llevó a la cría de la rata, cuando normalmente las engullen de inmediato. Eso le dio tiempo a la mamá roedora a recuperar a su bebé que, por lo que se ve en el video, sobrevivió ileso al pequeño viaje realizado en la boca de la culebra.
“El hecho de que las ratas sean pequeñas no significa que sean débiles. La verdad, yo también huiría de una rata acorralada”, concluyó Krempels.