Activistas prometen derrotar propuesta de designación histórica del barrio Pilsen
Activistas en Pilsen prometen no rendirse hasta derrotar una propuesta de convertir a Pilsen en un distrito histórico bajo el cual los edificios estarían protegidos pero no los residentes hispanos de ser desplazados.
“Aún estamos a tiempo de derrotar este plan”, dijo Moisés Moreno, el director ejecutivo de la Alianza de Pilsen.
La ordenanza esta aún bajo consideración en el Concilio de la ciudad en el Comité de Zonificación, el cual está liderado por el concejal Tom Tunney.
La Comisión de Chicago sobre Sitios Históricos propuso esta ordenanza en 2019 pero desde que surgió la idea los residentes de Pilsen la han rechazado como muy costosa y sin beneficio para ellos contra el desplazamiento, su mayor preocupación.
El concejal del área, Byron Sigcho-López, está en contra de esta medida y sin su apoyo ese plan encuentra obstáculos. Sigcho-López a su vez propone una moratoria contra la demolición de los edificios.
El intento de la Comisión de Chicago sobre Sitios Históricos es proteger y preservar la arquitectura con influencia barroca de los inmigrantes de Bohemia, quienes habitaron Pilsen muchas décadas antes de la llegada de los mexicanos ahí a fines de la década de 1950.
Bajo la ordenanza, si se aprueba, los edificios, cabañas, iglesias, escuelas y bancos construidos entre 1870 y 1969 estarían protegidos contra su alteración o demolición en la calle 18 y otras 13 cuadras más de Pilsen.
Pero en juntas llevadas a cabo ya por el Departamento de Planeación y Desarrollo, los residentes han rechazado la propuesta apuntando que esta solo protege la arquitectura del Pilsen, pero no a los residentes inmigrantes hispanos que están siendo desplazados.
Pilsen tenía 47,352 residentes en 2010 con 78% de ellos hispanos y el 14% blancos. Sin embargo, en la última década ya más de 10,000 hispanos han sido desplazados de ahí por la gentrificación.
Al comprar edificios viejos y luego construir condominios de lujo, las inmobiliarias han creado una crisis de vivienda con altas rentas que los hispanos ya no pueden pagar.
Si se aprueba la propuesta histórica, las reparaciones a los edificios serian supervisadas y solo con un arquitecto especializado y a un alto costo.
“La propuesta de convertir a Pilsen en una zona histórica no es justa para nuestra comunidad,” precisó el activista Moreno.
Otra activista en Pilsen expresó los mismos sentimientos sobre la controversial propuesta que ellos buscan anular ya que los hispanos ahí la rechazan.
“La designación de barrio histórico no es sobre nuestra gente, es sobre la propiedad, no protege a la gente, protege a la propiedad”, dijo la activista Laura Paz. “Nuestra preocupación principal en Pilsen es la gentrificación, el desplazamiento”.
Paz acuso a la alcaldesa Lori Lightfoot de estar apoyando esta propuesta y citó lo que Lightfoot dijo el pasado marzo
“Hace 10 años, Pilsen era un vecindario en el que todos hubiéramos estado un poco preocupados por estar después del anochecer”, dijo Lightfoot. “Pilsen ahora es un vecindario vibrante y próspero”.
A lo que tanto el concejal Sigcho-López como Moreno y Paz preguntan: ¿vibrante y próspero para quién?