Ancianos y trabajadores esenciales latinos de Chicago se vacunan contra el covid-19
Promotoras de salud educan a la comunidad sobre la prevención del covid-19 y buscan acabar con ideas equivocadas sobre la vacuna
Recibir la vacuna contra el covid-19 puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para los habitantes de Chicago y más si son vulnerables, como las personas de la tercera edad.
Médicos recomiendan inmunizarse para poner fin a la pandemia pero aún no hay suficientes vacunas disponibles, según el Departamento de Salud Pública de Chicago. Se espera que el gobierno federal envíe más vacunas a la ciudad.
‘No tengan miedo’
Esther Enríquez, de 84 años, fue la primera en administrarse la vacuna contra el covid-19 en el Centro Médico Alivio en Pilsen, lugar donde recibe atención médica desde hace 20 años. “No me dolió la vacuna, fue muy sencillo, fácil. No tengan miedo, es una cosa muy necesaria y es lo único que nos puede salvar la vida”.
Enríquez sufre de presión alta y dice que ha contagios y muertes en su familia a causa del coronavirus.
Los ancianos quieren la vacuna, han cuidado mucho, se quedan en casa, pero algunos se han enfermado porque familiares llegan a la casa y los infectan con el virus, dijo Esther Corpuz, directora ejecutiva del Centro Médico Alivio. “Los ancianos están en un nivel de mucho riesgo, no se recuperan muy bien y realmente se enferman, la tasa de mortalidad es muy alta en las personas de la tercera edad de 65 años en adelante”.
El Centro Médico Alivio lanzó su programa de vacunación con los residentes de Casa Maravilla, centro de vivienda asequible para personas de la tercera edad en Pilsen, el pasado 30 de enero. Y ahora continúa con el proceso de inmunización para las personas de la Fase 1A y la Fase 1B con previa cita. Posteriormente seguirán administrando vacunas a una capacidad limitada.
Este centro de salud comunitario cuenta con una cantidad limitada de vacunas de la farmacéutica Moderna que le fueron proporcionadas por el Departamento de Salud Pública de Chicago.
La Fase 1A incluye a trabajadores de la salud en la primera línea de defensa contra el coronavirus, residentes de centros de atención a largo plazo y de otros centros de salud residenciales, los cuales son elegibles para la vacunación. La Fase 1B comprende a personas de la tercera edad de 65 años a más y grupos específicos de trabajadores esenciales de mayor riesgo y de primera línea, indicó el Centro Médico Alivio.
María Lucía Díaz, de 54 años, trabaja cuidando a adultos mayores en sus casas. Dice que una de las personas a quien ella cuidaba murió debido al coronavirus. Díaz también se contagió pero no tuvo severas complicaciones. “No me dio el coronavirus muy fuerte, sólo tuve mucha tos y cansancio”.
A Díaz le administraron la primera dosis de la vacuna y dentro de un mes tiene que regresar por la segunda dosis a Alivio. “Conozco personas que les dio el coronavirus y les ha vuelto a dar otra vez, pero más fuerte. Por eso pienso que es mejor venir a ponerse la vacuna”.
Unas 200 vacunas fueron administradas por Alivio a personas de la fase 1A y 1B en su primer día de vacunación, dijo Corpuz a La Raza.
La ciencia ha avanzado mucho
Algunas personas tienen miedo vacunarse contra covid-19, pero la ciencia ha avanzado mucho y hay gente dispuesta a poner el ejemplo y vacunarse, dijo Álvaro Obregón, subdirector estatal de AARP Illinois, quien acompañó a su madre de 89 años a inmunizarse durante la jornada de vacunación realizada por el Centro Médico Alivio.
Obregón trabaja en todo el estado de Illinois pero su enfoque es en la comunidad latina de Pilsen, La Villita, Cicero y Berwyn, dijo.
Ante la pregunta de cómo ha visto hasta ahora el proceso de vacunación en las personas de la tercera edad en las comunidades latinas, él respondió: “el gobierno, las farmacias, pueden hacer mucho más de lo que están haciendo. Se me hace una injusticia que mucha información esté solamente en inglés y creo que esto es parte del problema de la confusión con respecto a la vacuna”.
Cuando la información no es accesible es un problema enorme, dice Obregón a La Raza. “No es accesible por el idioma, no es accesible porque algunas personas de la tercera edad no tienen celular, no saben entrar a internet”.
Derribando creencias falsas sobre la vacuna
Una promotora de salud es una líder y educadora que trabaja en la comunidad. Acude a iglesias, lavanderías o supermercados proporcionando información a la gente en materia de salud. Pero esta labor fue interrumpida, en parte, debido al covid-19.
Desde que empezó la pandemia en marzo, los esfuerzos de las promotoras de salud para prevenir los contagios de coronavirus se trasladaron a las redes sociales y medios digitales. A través de esas plataformas ofrecieron talleres sobre cómo prevenir el contagio de coronavirus, sobre cómo cuidar en casa a una persona enferma y sobre qué es el aislamiento y la cuarentena.
El Centro Médico Alivio entrenó a sus promotoras de salud sobre prevención del covid-19 y en rastreo de contactos, dijo Yudy Galván, gerente de los programas de educación y prevención y promotora de salud de Alivio. “Luego entrenamos a promotoras de salud de todo el estado de Illinois. En una coordinación de Alivio con el Instituto Arturo Velásquez se entrenó a más de 200 promotoras de salud a nivel estatal, para que ellas en sus organizaciones y ciudades dieran esta información”.
Galván dijo que ahora el enfoque de las promotoras de salud es brindar información a la comunidad sobre prevención del covid-19 y acerca de la vacuna, porque asegura que hay mucha información falsa que está difundiéndose en la comunidad con respecto a la vacuna.
Las promotoras que ya recibieron la segunda dosis de la vacuna se están preparando para próximamente salir a la comunidad. Pero las personas que se pusieron la primera dosis de la vacuna tienen que seguir cuidándose, tomando las medidas de precaución contra el coronavirus, enfatiza Galván. “Mucha gente está pensando que ya con la primera dosis de la vacuna pueden abrazarse, hacer fiesta y no es así. Reiteramos a las personas que sigan tomando las precauciones para prevenir contagios del virus y que regresen para la segunda dosis, porque muchas veces como les duele la vacuna o les da un efecto secundario ya no quieren regresar”.
Para Galván, el éxito de las promotoras de salud es ese contacto uno a uno, ese contacto personal: “no es lo mismo por teléfono, a que una persona esté contigo y te muestre cómo utilizar la mascarilla correctamente, te explique. Y sí hemos tenido buen resultado”.
Galván también reconoce que a las promotoras de salud les ha costado un poco de trabajo convencer a algunas personas para que se vacunen, por las creencias falsas que existen con respecto a la vacuna. Cuenta que algunas personas tienen ideas falsas y miedos con respecto a la vacuna: “Me dicen: ‘¿cómo, a poco tan rápido tienen la vacuna?, ¿si me pongo la vacuna y hay efectos secundarios?, con esa vacuna quieren controlarnos la mente, la vacuna está hecha con embriones humanos’, pero cuando les despejamos todas sus dudas ya se quedan más confiados”.
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