Exigen que CPS de más seguridad contra el covid-19 a estudiantes, maestros y personal de escuelas
Los inconformes quieren que se usen los $2 mil millones de fondos federales para alivio de covid-19 recibidos por CPS para que se cumplan sus demandas
Las críticas al plan de seguridad sobre covid-19 de las escuelas públicas de Chicago continúan y un grupo de líderes locales, padres de familia y activistas que abogan por la educación se plantó frente a la sede de las Escuelas Públicas de Chicago en el centro de la ciudad el pasado miércoles para exigir que los funcionarios tomen medidas inmediatas para proteger a estudiantes, maestros y personal contra el coronavirus.
El descontento de parte de miembros del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) por el plan de seguridad contra el covid-19 de las Escuelas Públicas de Chicago está lejos de acabar al menos por ahora.
Y es que el sindicato dice que los administradores de CPS no están proporcionando las pruebas de covid-19 semanales que prometieron para los estudiantes no vacunados.
Líderes sindicales dijeron el lunes pasado que se les prometió ocho semanas de pruebas, pero hasta ahora sólo han recibido dos por lo que aseguraron que tienen la intención de aumentar la presión.
Pedro Martínez, el nuevo director ejecutivo (CEO) de las Escuelas Públicas de Chicago, dijo a la prensa que el distrito ha visto mejoras significativas en las últimas tres semanas. También dijo que la capacidad de pruebas seguirá creciendo e hizo también un llamado a la paciencia tanto a los líderes sindicales como a miembros del distrito. “No va a ser perfecto, pero vamos a seguir esforzándonos”, dijo Martínez.
El grupo de líderes comunitarios locales que se reunieron afuera de la sede de las Escuelas Públicas de Chicago dicen que las escuelas de CPS no son seguras para los estudiantes, maestros y personal ante al covid-19.
Quieren que se utilicen todos los fondos federales
Los inconformes quieren que se use dinero de los $2 mil millones en fondos federales para ayuda por el covid-19 que recibió CPS para implementar varios protocolos de seguridad contra el virus y se cumplan demandas que incluyen que se abran las escuelas los siete días de la semana como centros de vacunación contra el covid-19, que personal y estudiantes de CPS se sometan a pruebas semanales, que el aprendizaje sea en línea ampliado y opcional para todos los estudiantes, que se use dinero de los $2 mil millones en fondos federales para contratar a una enfermera y un consejero de tiempo completo para cada escuela, que se contraten más maestros y personal para lograr clases de menos estudiantes y se permita un distanciamiento social seguro de seis pies, y que se hagan cambios de filtros HEPA en cada salón de clase, entre otros requerimientos.
Dulce Garduño, de la junta directiva de la organización Alianza de Pilsen y madre de un estudiante de CPS, dijo que han estado seis meses preparándose para el cambio de CEO en las Escuelas Públicas de Chicago, pero según Garduño se siguen teniendo los mismos problemas que antes. “Seis meses en los que se tuvo que haber preparado el regreso de los niños a la escuela y en este tiempo se debió haber dado prioridad a la educación híbrida, por lo menos tener la opción, los papás deberían de tener la opción, ya sea dejarlos dentro de las casas o llevarlos a la escuela porque eso aminoraría el riesgo de contagios”, expresó.
Garduño destacó las demandas de abrir las escuelas siete días de la semana como centros de vacunación y de contratar a padres como trabajadores comunitarios. “Aquí tenemos un problema, las minorías muchas veces no tienen una clínica primaria, no tenemos un doctor entonces necesitamos que las escuelas hagan esta labor también. Tenemos $2 mil millones de dólares, ¿cómo podemos ayudar también a los padres y a la economía de esta ciudad? Contratando a los padres de CPS como trabajadores comunitarios de salud”.
Para el doctor Howard Ehram, del grupo People’s Response Network to COVID-19 (PRN), las Escuelas Públicas de Chicago han fallado al reaccionar ante el covid-19. “Las Escuelas Públicas de Chicago nada más abrieron cuatro escuelas para que la gente pueda entrar a vacunarse, pero no los fines de semana, no después de las cinco o seis de la tarde cuando la gente que está trabajando puede ir con sus hijos. Eso no es aceptable”. Ehram también dijo que se deben utilizar todos los fondos federales de covid-19 destinados a las escuelas de CPS y no sólo una parte de ese dinero.
“Queremos que se abran centros de vacunación en las escuelas de los barrios de los latinos y afroamericanos donde la cifra de covid-19 está mucho más alta. Necesitamos que cualquier padre pueda caminar a la escuela más cerca a su casa”, enfatizó Howard a La Raza.
Entre los manifestantes estuvieron presentes padres de familia, activistas y miembros de organizaciones como la Alianza de Pilsen, Mi Villita Neighbors y The People’s Response Network to COVID-19.
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