Más de 68,000 personas sin techo en Chicago luchan ante falta de vivienda
Según un nuevo reporte de la CCH, el 82% de los desamparados de la ciudad son personas de color
Ricardo Torres vivió en la calle por al menos cuatro años, pero ahora tiene un apartamento propio subsidiado por el gobierno. Él solo cubre los costos de los servicios básicos y esa misma oportunidad es la que Torres desea para las personas desamparadas que acampan en tiendas de campaña en ciertos parques públicos de la ciudad.
A Torres un trabajador social le cambió la vida. Fue a buscarlo hasta el parque y, dadas las condiciones en las que vivió en la calle por años, lo ayudó a conseguir una vivienda. “A veces, por el clima se quedaba vacío el parque, yo me iba por donde están los baños, hasta allá atrás para que no me cayera la nieve y porque a veces estaba bajo cero”, dijo Torres en una entrevista pasada con La Raza.
Según Torres, mucha gente piensa que todas las personas sin hogar tienen adicciones, pero él dijo que no es así. Los problemas de pareja y con los hijos le ocasionaron a Torres una fuerte depresión que lo llevó en varias oportunidades a intentar quitarse la vida. “Hasta ahora estoy tomando medicina para la depresión”, comentó.
Como Torres hay decenas de latinos, afroamericanos, polacos, asiáticos y otras personas que no tienen hogar por diferentes circunstancias.
En su último reporte, la Coalición de Chicago para los Desamparados (CCH, por sus siglas en inglés) reveló que hay al menos 68,440 personas sin techo en Chicago, y de ellas el 82% son personas de color.
55,857 de las personas que viven sin techo en Chicago se identifican como negros, afroamericanos, asiáticos, isleños del Pacífico, indígenas americanos, nativos de Alaska, y multirraciales; 19,970 personas se identificaron como hispanos o latinos. Sólo 12.6% de las personas viviendo sin techo son blancos.
La coalición considera todas las formas de falta de vivienda que la gente pueda experimentar, incluyendo el quedarse en una casa con otras personas.
Cabe destacar que la coalición considera como personas sin hogar a quienes viven en refugios de Chicago y en las calles y a quienes se alojan temporalmente con otras personas. En cambio, la Ciudad utiliza la metodología del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos, que no considera personas sin hogar a los que se quedan temporalmente con otras personas.
La Coalición de Chicago para los Desamparados impulsa su plan “Bring Chicago Home”, una propuesta para aumentar el impuesto a la transferencia de bienes raíces en propiedades con valor de $1 millón o más para reunir fondos adicionales para luchar contra la falta de vivienda en la ciudad.
Latinos y la falta de vivienda
Sam Paler-Ponce, autor principal del reporte y gerente de investigación y divulgación de CCH, dijo que la Coalición de Chicago para los Desamparados estima que 68,440 habitantes de Chicago se encontraban sin hogar a principios de 2022, el año más reciente en el que están disponibles estos datos, precisó. “Esto refleja un aumento de 2,829 personas con respecto al año anterior, un 4.3% más. Esta estimación incluye a más de 44,000 personas que experimentan una forma a menudo oculta de falta de vivienda, como quedarse temporalmente con otras personas”.
Según Paler-Ponce, los hispanos de Chicago experimentan con mucha más frecuencia la falta de vivienda durmiendo transitoriamente en casa de otras personas (couch-surfing). De todos los latinos de Chicago que no tiene hogar, 91% se encuentran en situaciones de duplicación de domicilio. En total, 19,970 latinos de Chicago se encuentran sin hogar.
Los jóvenes no acompañados que se encuentran sin hogar tienen más probabilidades de quedarse temporalmente con otras personas que de permanecer en la calle o en refugios, enfatizó Paler-Ponce. “En 2021, al menos 11,885 personas sin hogar eran jóvenes no acompañados (de 24 años o menos), el 88% de los cuales se quedaron temporalmente con otras personas. En total, 3,143 jóvenes no acompañados y sus hijos (menores de 18 años) se quedaron sin hogar”.
Sobre estas cifras, Paler-Ponce añadió que “después de más de dos años de impactos económicos y sociales del covid-19 que amplificaron las desigualdades preexistentes, estos datos arrojan luz sobre una crisis entre los latinos sin hogar: personas que se encuentran sin hogar al ‘duplicarse’ o quedarse temporalmente con otras personas”.
“Estas familias ‘duplicadas’ no se encuentran en situaciones típicas de viviendas compartidas; se trata de situaciones de habitantes pobres de Chicago que no pueden darse el lujo de vivir solos o contribuir formalmente a los costos del hogar, y se quedan sin hogar al quedarse temporalmente con otras personas. Se trata de situaciones precarias, a menudo superpobladas, siempre temporales, de las que a menudo faltan datos”, explicó Paler Ponce.
Para el autor principal del informe, la falta de vivienda no es una situación única para todos y hay muchas maneras en que una persona puede experimentarla. “Alguien puede dormir en un refugio, en la calle, en una estación de tren y compartir con otros en una semana. Todas estas situaciones de vida deberían considerarse personas sin hogar”, enfatizó.
Este informe de la coalición no refleja a los recién llegados de la frontera sur a Chicago en busca de asilo. Decenas de ellos duermen en el piso de las estaciones de Policía de Chicago, en los aeropuertos de la ciudad, en carpas y en refugios temporales.
En tanto, Paler-Ponce dijo que describir con precisión la falta de vivienda es un primer paso para acabar con la falta de vivienda. “Las personas sin hogar que se quedan temporalmente con otras personas necesitan servicios cruciales para personas sin hogar, pero hasta que se cambie la definición del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) para reflejar mejor el verdadero alcance de la falta de hogar, muchas familias de Chicago no pueden acceder a estos servicios federales”.
—
La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust.