Festival de Cine Latino de Chicago: sigue el éxito de una tradición muy innovadora

Cinco años después de declararse oficial el inicio de la pandemia, el ámbito cultural cinematográfico se recupera y regresa levemente a su normalidad gracias al tenaz liderazgo de organizadores como Pepe Vargas, el fundador y director del Festival de Cine Latino en Chicago (CLFF, por sus siglas en inglés).

La pandemia causó estragos devastadores mundialmente y a la vez inspiró innovación. Hoy, las creaciones cinematográficas creadas por directores independientes tienen un espacio en el Festival Internacional de Cine Latino en Chicago porque Vargas aceptó el reto y se aseguró de mantener esta plataforma vigente.

La supervivencia de este Festival es un reflejo de la dedicación inquebrantable de su fundador. Vargas y su equipo han intentado una variedad de tácticas para mantenerse a flote e incrementar la participación del público. Durante su trayectoria sobresaliente, el Festival ha tenido varias reiteraciones. Por ejemplo, se ha ofrecido una selección gratuita al aire libre en los parques de Chicago y en salas de cine en suburbios cercanos y durante la pandemia se montó una versión exclusivamente virtual.

El panorama está constantemente cambiando y Vargas no se rinde e intenta nuevas formas de llevar las historias de Latinoamérica a audiencias estadounidenses.

“Tirar la toalla no es una opción y lo más importante es vivir de acuerdo a la realidad y hacerlo para seguir adelante”, dijo Vargas.

El reto es ofrecer un menú irresistible para que todos degusten y disfruten del mayor número de películas.

Este año se ofrecerán matinés que favorecen a familias. Además, la cartelera cubre todos los géneros y la programación está repleta de comedias, películas de terror y suspenso, dramas, documentales, obras de animación y de ciencia ficción para impulsar al público estadounidense con gustos diversos a llenar las butacas.

“El Festival es una forma de viajar a través de nuestros países y conocernos a nosotros mismos a través de la representación del cine iberoamericano”, contó Vargas.

Cada año son más los que van al cine. En 2024, durante la celebración del 40 aniversario del festival, Vargas resaltó que hubo un aumento del 25% de espectadores que acudieron a ver sus películas en comparación del año anterior y este año, en la edición 41, esperan que continúe la tendencia positiva.

“Es una fórmula sencilla y muy práctica: la programación”, explicó Vargas, quien cuenta con el apoyo de un equipo con el pulso de la sociedad para la selección de películas que atraen a los espectadores.

El futuro del cine

Asistir al Festival de Cine Latino de Chicago es una actividad especial para el público que busca ampliar su conocimiento del cine mundial. A través de los relatos proyectados sobre las pantallas grandes se aporta inteligibilidad a los acontecimientos en nuestros países.

“Tampoco me interesa que este festival se parezca al cine de Hollywood. El Festival demuestra que hay otro lado del cine”, destacó Vargas.

El futuro del cine independiente depende de generar interés en una nueva generación. Vargas está constantemente buscando maneras de atraer a jóvenes y futuros cineastas, quienes cuentan con varias otras alternativas de entretenimiento en casa y a través de sus dispositivos.

Es importante para Vargas mantener el precio de las taquillas asequibles y por debajo del costo de un boleto de cine para que el precio no frene a una persona interesada en asistir al Festival.  El costo regular de un boleto es $16 con boletos descontados a $12 los lunes y martes. Además, la mayoría de las películas se proyectarán dos veces durante el Festival para ofrecer múltiples oportunidades para ver una selección.

Cine diferente

Después de 41 años de puestas audiovisuales, es evidente que este festival local con alcance mundial cuenta con una resiliencia impresionante.

El objetivo es simple: presentar contenido que sea apreciado por las audiencias locales y que ofrezca una perspectiva diferente al cine comercial.

“El Festival responde a la necesidad de contar historias y no puramente entretenimiento en donde se usan la vulgaridad, el sexo y la violencia para atraer al público”, resaltó Vargas en entrevista con La Raza.

Este año, el comité eligió lo mejor de los 250 largometrajes y más de 400 cortometrajes que recibieron durante la convocatoria. La cartelera oficial está compuesta de 51 largometrajes, 30 cortometrajes, 12 primicias mundiales y seis estrenos estadounidenses, que se proyectarán sobre las pantallas del Landmark’s Century Centre Cinema, ubicado 2828 N. Clark St., del 3 al 14 de abril.

“El objetivo es crear nueva audiencia y alimentar el apetito del consumo por una expresión cultural”, dijo Vargas.

Empoderan el arte visual

El Festival es una plataforma poderosa y efectiva para destacar artistas que utilizan el lente de sus cámaras para captar y contar historias representativas de su cultura y de la situación sociopolítica en sus países, entre otros temas de interés.

A través de la proyección de historias impactantes que inspiran reflexión, este Festival logra ser un vehículo para directores emergentes, mantiene vigente el cine independiente y al mismo tiempo resalta la voz y la perspectiva latinoamericana sobre las pantallas grandes de un teatro estadounidense.

La cuadragésimo primera edición del Festival cuenta con selecciones cinematográficas respaldadas por cineastas establecidos como Martin Scorsese y Jane Fonda.

“Al tener a un director como Scorsese produciendo una película de las nuestras es una señal de que aprecia el arte”, exclamó Vargas. Estos directores convertidos en inversionistas tienen la capacidad económica para hacer cine que no depende de ganancias y los fondos generados por la venta de taquillas.

“Cuando la gente pone su corazón en lo que quiere hacer las cosas salen bien porque no están haciéndolo por el dinero”, dijo Vargas.

En los últimos años, el Festival se ha esmerado por abrirle la puerta a las mujeres directoras y en servir como plataforma para el lanzamiento de talento nuevo. En su 41 aniversario, el Festival destaca la participación de 33 directoras que presentarán sus obras ante las audiencias de Chicago, incluyendo las películas que se estrenarán en la apertura y clausura del Festival.

“El cine es un reflejo de lo que sucede y en este momento 45% de las directoras son mujeres”, aclaró Vargas.

El 41 Festival de Cine Latino de Chicago

Landmark’s Century Centre Cinema, ubicado 2828 N. Clark St., del 3 al 14 de abril, es la sede principal de la presentación de películas del Festival, aunque habrá también eventos y proyecciones en otros espacios.

El Festival abrirá con el drama colombiano ‘Estimados Señores’, de la directora y protagonista Patricia Castañeda, que trata sobre la batalla para llevar el derecho al voto femenino a la Asamblea Nacional Constituyente de Colombia en 1954. La proyección se llevará a cabo el 3 de abril a las 6 pm en el histórico Davis Theater, en 4614 N. Lincoln Ave.

Las películas continuarán sus proyecciones en el Landmark’s Century Centre Cinema.

El Festival cerrará con broche de oro con la producción cinematográfica de la directora Klaudia Reynicke, ‘Reinas’. Este drama gira en torno a la vida de una familia intentando salir de Perú en 1992 durante el ‘fujimorazo’ y sirve como ejemplo de las colaboraciones que se forjan entre diferentes países, como Perú, España y Suiza, para montar películas independientes. El cierre se realizará el 14 de abril a las 6 pm. en el Davis Theater, 4614 N. Lincoln Ave.

Los boletos están disponibles en la página en línea chicagolatinofilmfestival.org.

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La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust y de la iniciativa Press Forward.