Ordenanza buscar remediar años de “racismo ambiental” en Chicago
La iniciativa propone cambios en las políticas de zonificación y permisos para prevenir mayor contaminación en el sur y el oeste

Una montaña de residuos de coque de petróleo en un vecindario del sur de Chicago. Crédito: AP
Chicago, fiel a su tradición de justicia ambiental, quiere evitar que sus ciudadanos enfrenten más contaminación y en especial los que viven en barrios con altos niveles de polución.
Con ese objetivo, funcionarios y concejales de la ciudad, con el apoyo de organizaciones ambientales, presentaron una ordenanza para que los procesos de revisión de zonificación sean más exhaustivos para el uso intensivo del suelo con mayor potencial de exposición a la contaminación.
La ordenanza describe cambios en las políticas de zonificación y permisos que podrían proteger a los residentes de Chicago en barrios históricamente desfavorecidos del agravamiento de la contaminación como los ubicados en las zonas sur y oeste de la ciudad.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, junto con cinco concejales presentaron la Ordenanza de Impactos Acumulativos Hazel Johnson (O2025-0016697) en abril pasado y el Ayuntamiento de la ciudad está revisándola.
“Chicago es la cuna del movimiento por la justicia ambiental, por lo que es justo que lideremos a nivel nacional la protección de nuestras comunidades más vulnerables de los daños de la contaminación”, declaró el alcalde Brandon Johnson.
Johnson explicó en un comunicado que “Chicago tiene una larga historia como centro industrial, pero esa industria en ocasiones ha tenido un costo para la clase trabajadora de Chicago. El desarrollo económico no puede ser un sacrificio que sacrifique la salud de las comunidades negras y latinas”.
“Necesitamos construir con criterio, lo que significa garantizar que nuestras políticas de zonificación ayuden a proteger a todos los habitantes de Chicago de la contaminación excesiva”, enfatizó.
La ordenanza lleva el nombre de Hazel M. Johnson, quien fue una activa defensora de la justicia ambiental que luchó por el aire y el agua limpios en el lado sur de Chicago, educando a su comunidad en Altgeld Gardens y fundó People for Community Recovery.
Cheryl Johnson, directora ejecutiva de People for Community Recovery, dijo que la ordenanza ofrece a la ciudad la oportunidad de liderar la política ambiental ante el “colapso” de las regulaciones federales.
“Por primera vez en la historia de Chicago, las organizaciones de base, la industria y el gobierno participan en la evaluación de la calidad de vida y del aire de toda la ciudad, incluyendo a las comunidades afroamericanas y latinas, que se han visto más afectadas por los contaminantes”, dijo Johnson, quien es hija de Hazel Johnson.
Wesley Epplin, del Grupo de Investigación de Políticas de Salud y Medicina de la Universidad de Illinois en Chicago, dijo que la iniciativa ayudará a “remediar años de racismo ambiental” al identificar los barrios con las mayores cargas acumuladas de salud e informar la toma de decisiones sobre instalaciones y políticas industriales.
Illinois Environmental Council destacó la importancia de la iniciativa luego de que el presidente Donald Trump revocara la orden ejecutiva 12898 que ordenaba a las agencias federales abordar los problemas de justicia ambiental en comunidades minoritarias y de bajos ingresos.
“Activistas de primera línea, grupos comunitarios y organizaciones de defensa han continuado el legado de Hazel al abogar por la Ordenanza de Impactos Acumulativos, desarrollada tras una Evaluación de Impactos Acumulativos completada en 2023 que describió las cargas desproporcionadas para la salud y el medio ambiente que enfrentan las comunidades”, señaló la organización.
La evaluación analizó la prevalencia de afecciones de salud junto con las condiciones ambientales, incluida la contaminación.
Y se utilizó para crear el Índice y Mapa de Justicia Ambiental de Chicago que revela un marcado contraste entre las zonas norte de Chicago y las zonas sur y oeste de la ciudad, lo que indica diferencias significativas en la contaminación industrial en zonas como Austin, East Garfield Park, Englewood y Humboldt Park, de acuerdo con The Chicago Reporter.
Las categorías de “carga de contaminación” del estudio incluyeron “tóxicos atmosféricos” y los riesgos asociados de cáncer y daño orgánico, intoxicación por plomo en la infancia y volumen de tráfico.
Según la alcaldía de Chicago, la ordenanza establece el puesto de Gerente de Proyecto de Justicia Ambiental en el Departamento de Medio Ambiente, para garantizar que el departamento cuente con una persona dedicada y comprometida con el avance de iniciativas de justicia ambiental.
Crea una Junta Asesora de Justicia Ambiental (JA) con un liderazgo diverso, que incluya a miembros de comunidades históricamente afectadas por la contaminación y representantes de los sectores de la salud pública, organizaciones sin fines de lucro y empresas. La junta se encargaría de revisar y asesorar sobre los materiales relevantes de la Ciudad y los estudios de impacto acumulativo.
Exige a los solicitantes que busquen un permiso de zonificación para usos de suelo industriales pesados que realicen un estudio de impacto acumulativo para evaluar los posibles impactos ambientales y sobre la salud como parte del proceso de zonificación.
Requiere una revisión y aprobación de zonificación de uso especial o desarrollo planificado para garantizar una evaluación exhaustiva antes de que un solicitante pueda continuar.