Familias se quedan sin donde vivir tras grave crisis en hotel de Kissimmee
Por un litigio, un hotel en la carretera 192 dejó de pagar servicios, y se quedó sin agua y sin luz. Sus inquilinos se quedaron en el abandono, sin dónde vivir y con una honda sensación de injusticia
La crisis de familias que viven en condo-moteles de la carretera 192 en Kissimmee se evidenció con una situación dramática que empezó con el corte del agua, por una deuda de los propietarios del The Heritage Park Inn, y finalmente de la luz, lo que precipitó a muchas personas a buscar alternativas para vivir sin un plan fijo.
La oficina principal del hotel luce vacía y cerrada, solo unos avisos pegados en las puertas de cristal dejan saber de la situación, un aviso del corte de luz y unos teléfonos en caso de emergencia para llamar que no contestan. La basura alrededor del sitio es evidente.
La empresa Toho Water Authority cortó el suministro de agua al motel ante una deuda de la administración de casi $20,000 y la empresa de servicios públicos Kissimmee Utilities Authority (KU) estima que la deuda es de $ 8,300.
Así, la mañana del lunes pasado, tras el corte de luz, Luz García, Yesia Olivera y otras personas angustiadas dialogaban entre sí en las afueras del motel, buscando una salida pronta para tener dónde vivir, Se sentían desprotegidas y abandonadas por los administradores y la asociación de ese lugar, quienes tienen un litigio legal por el sitio y al dejar que las deudas se acumularan propiciaron esta caótica situación.
“Que nos den la mano, que nos ayuden, somos seres humanos. No tenemos ahora mismo un presupuesto para alquilar, en algunos sitios que he llamado hay listas de espera. Hoy mismo, no sé ni dónde vamos a dormir”, exclamó desconsolada Olivera, quien lleva tres meses en este motel, que escogió por estar a su alcance. Pagaba alrededor de $700 mensuales por un cuarto.
A los inquilinos de este motel, que pagaban la renta mensual en efectivo, les tomó por sorpresa hace un mes que les cortaran el agua. Algunos optaron por sacar agua de la piscina para usarla en los inodoros, pero hace unos días ésta fue cerrada y vaciada por razones de seguridad.
“El día antes, yo había pagado mi renta de $650, y de repente nos cortaron el agua. Pero jamás imaginamos que esto iba a terminar así. Yo no tengo adónde ir”, expresó Luz García, que vive con sus dos perritos, y padece cáncer. Con su vecina de cuarto, Olivera, han comprado galones de agua a una cuadra del sitio para sobrevivir en estas semanas.
La puertorriqueña Carla Rivera vive con seis miembros de su familia en un cuarto por el que pagaba $550 por mes, sin aire acondicionado porque con él le costaba $850. Su búsqueda para encontrar un nuevo sitio ha sido infructuosa, desesperante y sin muchas esperanzas, como a otras familias lo relataron a este medio.
“Estoy bien estresada, no me imaginaba pasar por esto, hemos buscado en otros sitios, otros moteles son muy caros para mi presupuesto. Para un refugio en Orlando nos tomaron los datos y nos dijeron que hay una lista de espera que podría ser hasta de seis meses”, dijo Rivera, quien trabaja cerca del hotel y exhortó a otros a indagar bien el próximo sitio a rentar para asegurarse que situaciones como éstas no les sucedan.
Muchos de ellos, sin familia, sin recursos económicos para costear los gastos de un apartamento, se quejaron de no haber recibido una ayuda efectiva e inmediata de las autoridades locales. Comentaron que llamaron a organizaciones comunitarias para lograr ayuda para alimentos o renta y se les dijo que no habían fondos o que tenían una lista de espera.
Luz Irizarry y su hijo rentaban dos cuartos en este sitio. Ell está molesta y angustiada por la suerte que van a tener su hijo, su nuera y dos nietos: “es una injusticia lo que nos hicieron, nosotros pagamos a tiempo, es estresante, estoy con depresión. Y ahora sin luz, es horrible, el calor aquí y sobre todo con tantos niños chiquitos que hay aquí, nos duele. Nadie nos ayuda, he llamado a una lista de organizaciones que nos dejaron y nada”.
El congresista de Florida, Darren Soto (FL-09) indignado con este caso, escribió a Pam Bondi, procuradora general de Florida, para que investigue por posibles prácticas injustas contra estos inquilinos.
Por su parte, Olga González, comisionada de Kissimmee, visitó el lugar llevando agua y alimentos y, conmovida, ha intentado levantar la voz por estos residentes ante las organizaciones locales.
“Hay tantas organizaciones comunitarias en Osceola y Kissimmee que si nos unimos con el gobierno local todos podríamos hacer algo. Vamos a ayudarlos, si podemos ayudar a 20 o 30 familias son menos los que van a estar en la calle, sufriendo. Vamos a darles la mano para que sigan adelante”, dijo González.
Por su parte, un comunicado emitido por el gobierno del Condado Osceola explica que hubo una reunión sobre este caso con representantes de varias oficinas: el gerente, abogado, desarrollo comunitario, aplicación del código, servicios humanos, oficina de información pública y del Alguacil.
“La oficina de Servicios Humanos ha visitado el hotel cada día y ha tenido la oportunidad de hablar con varios residentes, la mayoría indicó que no tenían planes de mudarse hasta que la luz fue cortada. Algunas de las familias calificaron para programas y están trabajando para encontrarles un sitio para vivir”, dice el comunicado. Además, se indica que el Departamento de Salud del condado esta semana visitará el sitio y podrían declararlo un riesgo para la salud pública. “Continuaremos el seguimiento con todos los involucrados para discutir los próximos pasos”, se indicó.
El hotel está ubicado en la 2500 E. Irlo Bronson Memorial Highway, en Kissimmee.