“Conmigo cumplieron su misión”, la masacre de Pulse un año después
Luz María Doría cuenta en su columna el encuentro con un grupo de sobrevivientes de la matanza de Orlando
El viernes conocí a dos sobrevivientes de la masacre de Pulse en Orlando. Entraron a mi oficina con una sonrisa de esas que se ven claramente que nacen en el corazón. A mi lado se paró Ilka. Puertorriqueña de ojos brillantes y llenos de vida. Le dieron 9 balazos la noche en que se fue a celebrar el reencuentro con sus mejores amigos.
Esa noche se los mataron.
A Ilka le mataron a sus 4 amigos, pero ellos viven en su alma y muy sonrientes en su celular.
“Hacía muchas días no salía”, me cuenta sin que se apague ni un poquito del brillo de sus ojos bonitos. “Ese día decidí hacerlo y llegué a Pulse después de la media noche. Cuando me paré a comprar agua comencé a sentir los disparos”.
Ilka vio como una bala despegó un dedo de su cuerpo. Después vio la sombra del asesino detrás de ella y sintió la fuerza de 9 balazos en todo su ser.
Se hizo la muerta para no morir.
Y sobrevivió.
Al frente, silenciosa, Liz, su amiga venezolana escucha la historia y me empieza a contar la suya. Estaba en el baño de Pulse cuando comenzaron los disparos. Escondida, temblando de terror, bañada en la sangre de sus compañeros que corrieron a protegerse en el baño, veía por la rendija de la puerta dañada cómo se aproximaba el asesino. La puerta, como si fuera cómplice de Omar Mateen, no cerraba, y justo cuando él iba a entrar al baño la policía lo impidió.
Liz también sobrevivió.
Los 53 sobrevivientes de esa noche del 12 de Junio en Pulse son hoy según cuenta Ilka, como una familia. Ella está convencida de que nada se gana viviendo con rencor y cree que si Dios los dejó esa noche en este mundo es para que se conviertan en inspiración.
Con ellas vino Yolie Cintron, quien esa noche no pudo llegar a Pulse pero perdió 8 amigos y se ha convertido en el hombro donde todos buscan consuelo y en la mano que ayuda y aboga por los derechos de la comunidad LGBT.
Cuando me despedí de Ilka, de su pareja, de Yolie y de Liz recordé a las 49 víctimas de Pulse. Las abracé muy fuerte y les di las gracias.
Dejaron mi corazón llena de amor, fe, tolerancia, respeto, valor y esperanza.
Conmigo cumplieron su misión.
Sobre la autora
Luz María Doria es inmigrante colombiana, periodista, productora ejecutiva de Despierta América y autora del libro “La Mujer de mis Sueños”. Podrán encontrar su columna cada lunes en nuestro diario impreso y en este sitio web.