La cruel enfermedad que las mamás están contagiando a sus bebés sin saberlo en EEUU
California y Florida están entre los estados con más casos en el país
Si no se atienden adecuadamente, las mujeres embarazadas pueden contagiar enfermedades terribles a sus bebés en el vientre, y una de ellas es la sífilis congénita.
La sífilis es una enfermedad cruel para los bebés. Un recién nacido con sífilis puede nacer muerto, o bien, morir a los pocos días, desarrollar huesos deformes, hígado grande, ceguera, sordera o meningitis. Y son las mamás las que contagian a sus bebés sin saberlo.
El problema que se está presentado en EEUU es que cada vez son más las embarazadas contagiadas con esta infección que no reciben tratamiento, y que por ende son madres de bebés que nacen con sífilis. Las últimas cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, muestran que la cantidad de bebés que nacen con esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 5 años.
Las enfermedades de transmisión sexual han aumentado en el país de manera preocupante, y la sífilis no es la excepción. Mientras en el último año la enfermedad ha crecido un 10 por ciento en EEUU, el número de bebés que nacieron enfermos aumentó casi un 50 por ciento. En los adultos es tratable con antibióticos.
Una madre con sífilis que no se atiende tiene un 80 por ciento de probabilidades de transmitir el padecimiento a su bebé, y el 40 por ciento de esos bebés nace muerto o muere en poco tiempo a causa de la infección. California, Arizona, Texas, Louisiana y Florida concentran el 70 por ciento de los casos de niños enfermos.
Las embarazadas deben hacerse al menos una prueba de sífilis durante los nueve meses y atenderse con su médico si es positiva. En los estados donde la prevalencia de la enfermedad es mayor, deberían practicarse la prueba varias veces durante la gestación.
En los adultos, algunos síntomas de la sífilis pueden confundirse con otros padecimientos, pues provoca dolor de garganta, fiebre, pérdida de peso, dolor muscular y fatiga. También puede generar erupciones en el cuerpo que generalmente no causan molestias y que desaparecen, aunque la enfermedad permanece. Algunas veces provoca llagas que no duelen. Lo mejor es realizarse una prueba de laboratorio para descartar la enfermedad.