Los niños que gastarán toda su infancia encerrados por la Migra… y luego serán deportados
Muchos menores migrantes pasarían años bajo custodia del gobierno hasta cumplir sus 18 años y poder ser deportados
La Administración, presidida por Donald Trump, no ha encontrado familias de acogida para todos los niños que han cruzado y siguen cruzando cada día la frontera de forma ilegal, por lo que muchos de ellos podrían pasar el resto de su infancia en centros de detención hasta cumplir los 18 años y poder ser deportados.
Así lo ha reconocido el responsable de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, en inglés), Jonathan Hayes, en una entrevista realizada en junio pero publicada este martes con la cadena CBS.
La Oficina depende del Departamento de Salud, y es quien recibe a los menores de edad interceptados por la Patrulla Fronteriza u otras autoridades migratorias (dependientes del Departamento de Seguridad Nacional). Se encarga entonces de encontrarles una familia de acogida hasta cumplir los 18 años, que pueden ser familiares o amigos de su familia.
En los últimos nueve meses la Patrulla Fronteriza ha interceptado a 64,000 menores no acompañados, a los que se suman 390,000 familias con niños. En el mismo periodo del año anterior, fueron 37.000 menores y 69 familias con niños.
“Por desgracia, tengo ahora bastante más de 4,000 de esos niños bajo mi cuidado”, ha explicado Hayes, “así que es concebible que alguien pudiera entrar bajo nuestro cuidado a los 15 años y no encontrar un sponsor en Estados Unidos y que siga con nosotros durante unos años”.
A los 18 años, estos jóvenes pasarían de un albergue de la Oficina a un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).
Los niños bajo custodia de la Oficina se dividen en cuatro grupos: aquellos con un padre o tutor legal en Estados Unidos; aquellos que pueden acabar con un familiar; aquellos que pueden acabar con un familiar distante o un amigo de la familia; y aquellos que no tienen sponsor.
Estos últimos constituyen ahora un tercio del total, muchos más que en años anteriores, según fuentes consultadas por CBS, lo cual es “alarmante” porque, añaden, el sistema de la Oficina no está pensado para dar albergue a largo plazo.
A ello se suma que, durante la política de tolerancia cero (en primavera de 2018), el Gobierno separó a familias en la frontera y deportó a padres. Algunos de esos niños quedaron sin sponsor posible, y llevan meses en centros de la Oficina, que se niega a ponerlos en manos incluso de personas designadas por los propios padres desde sus países de origen.
Según denuncia un abogado, Ricardo de Anda, que representa a uno de esos niños, un guatemalteco de nueve años, la Oficina “no permite a familias estadounidenses cualificadas que se queden con estos niños”, pese a que, en su opinión, hay “muchas deseando abrir sus puertas”.
Sí hay algunos niños que terminan con familias de acogida (desconocidos que se ofrecen a acogerlos dentro del sistema de la Oficina), pero la mayoría se queda, según CBS, en algunos de los casi 170 refugios habilitados para ellos, muchos de los cuales (como el de Homestead, en Florida) han sido criticados por sus pobres condiciones.
Allí había 97 de estos niños encerrados en junio, según Amnistía Internacional, que denunció cómo el director de la instalación decía preferir que los menores fueron deportados antes de ponerlos en manos de familias de desconocidos, con el riesgo que eso supondría de que acabaran siendo víctimas de tráfico de personas.
Por Bruno G. Gallo