En la era de las desigualdades, las empresas redefinen sus prioridades

Líderes de grandes negocios se comprometen a velar por más intereses que los de sus accionistas o inversores

Tradicionalmente las empresas han trabajado para satisfacer el interés de sus accionistas./Efe

Tradicionalmente las empresas han trabajado para satisfacer el interés de sus accionistas./Efe Crédito: Efe

Hace años el líder de una multinacional explicaba a esta redactora off the record que su misión era esencialmente supervisar que los accionistas estuvieran continuamente recompensados (a través de subida de valor de sus acciones o dividendos) por la inversión que hacían en su empresa.

Las empresas se deben a los intereses de sus accionistas.

Era el mantra del economista Milton Friedman que aseguraba que la única “responsabilidad social de los negocios es usar sus recursos [legalmente] para actividades diseñadas para incrementar sus beneficios”. Es el mismo mantra que ha adoptado en las últimas dos décadas la Business Roundtable — una asociación a la que pertenecen alrededor de 200 líderes de grandes empresas y entidades financieras del país–, pero que a la luz de las desigualdades sociales y económicas actuales se modificó el lunes.

Las empresas viven en una sociedad que es mayor que la que conforman sus inversionistas y en este momento hay problemas.

Se han reducido las oportunidades de buena parte de la sociedad y hay un creciente movimiento político cuestionando las prioridades del capitalismo.

En esta situación esta organización de empresarios ha redefinido cuáles son los objetivos filosóficos de las corporaciones en un nuevo compromiso. En este no solo se valoran los intereses a largo plazo de los inversores sino también los de sus clientes al proporcionarles calidad en sus productos, sus proveedores, las comunidades en las que se asientan y trabajan y, significativamente sus trabajadores.

“Empieza con compensaciones justas y proporcionando importantes beneficios. Incluye apoyarles a través de formación y educación que les ayude a desarrollar capacitaciones nuevas para un mundo cambiante. Queremos animar la diversidad, inclusión, dignidad y respeto”, aclaran cuando se refieren a las plantillas.

Con ello se han comprometido en un documento que establece cuáles son los propósitos de una corporación. Si los empresarios y directivos se adhieren al espíritu y letra de este documento que firman los presidentes de Apple, American Express, Amazon, Cigna, Coca Cola, Ford Motor, IBM, Walmart y Target entre otras, puede haber un cambio significativo. En el caso de que no se haga gran cosa por los trabajadores, los proveedores y las comunidades, puede quedarse en una declaración filosófica tan profunda como simbólica.

“El sueño americano está vivo pero deteriorado”, explicaba en un comunicado el presidente de JP Morgan Chase, Jamie Dimon. El responsable de este banco es también el presidente de la Business Roundtable y explicaba que “muchos empleadores están invirtiendo en sus trabajadores y comunidades porque saben que es la única manera de tener éxito a largo plazo”.

Para el banquero, estos principios modernizados reflejan el compromiso firme de la comunidad de negocios de seguir trabajando por una economía “que sirva a todos los americanos”.

Esta visión para un capitalismo más inclusivo lleva cuando se están produciendo fracturas serias en un país en el que el periodo más largo de crecimiento económico no ha sido equilibradamente compartido. El ciclo de crecimiento podría llegar a su fin en 2020 o 2021 mientras el 40% del país está en una situación de fragilidad financiera y no podría hacer frente a un pago inesperado de más de $400.

Los avances en la mejora de la situación laboral de algunos colectivos se ha producido avances gracias a las presiones que se generan en una economía con escaso desempleo como es actualmente la estadounidense.

Debido a que hay más oferta de empleos que demanda de estos se han podido subir algunos salarios y mejorar condiciones laborales y beneficios como ayudas para pagar préstamos de estudiantes o para estudiar. A la vez, muchas ciudades y estados han elevado sus salarios mínimos debido a una presión popular que encuentra eco político.

No obstante, en general los salarios reales de los americanos apenas han avanzado pese al desempleo históricamente bajo y la clase media está muy debilitada en los mismos años en los que los mercados de acciones han roto récords de ganancias en todos sus índices y las empresas han invertido miles de millones en continuas recompras de acciones para mejorar sus valoraciones y retribuir a los accionistas.

En cuanto a las comunidades, muchas empresas se están dando cuenta de que es el momento de invertir en ellas para evitar la descapitalización de sus clientes y proveedores.

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