Jengibre no previene ni cura el COVID-19
No hay remedios o medicina actual que pueda prevenir o curar la enfermedad
Desde el brote del nuevo coronavirus un sinfín de falsos remedios para prevenirlo e incluso curarlo circulan en redes sociales. Consumo de alcohol, infusión de jengibre, saúco, ajo hervido, aceite de sésamo, son tan solo algunas de las “soluciones” para evitar el virus.
Ningún remedio casero funciona
No confíe en las publicaciones que sugieren tomar algún tipo de infusión para hacer frente al virus. Este es un ejemplo de falsos remedios.
Nuestro Presidente @NicolasMaduro comparte receta natural del Dr. SIRIO QUINTERO-Nanotecnólogo especialista en bacteriología. orgullo venezolano🇻🇪para el mundo.🌱🌾🌿🍋#QuédateEnCasa #UsaTuTapabocas #TrumpLevantaLasSancionesYa pic.twitter.com/JyHokP90fv
— Carnet de la patria (@CarnetDLaPatria) March 23, 2020
El creador de esta receta, Sirio Quintero, asegura en el portal Aporrea, cercano al oficialismo venezolano, que el remedio es fácil, pero las transnacionales farmacéuticas dirán que no sirve porque dentro de poco aparecerá la “milagrosa vacuna”.
“Hagan la prueba. Sirve contra ese virus y muchos otros causantes de gripes. Es un antibiótico natural”
Los antibióticos no curan el COVID-19
Los antibióticos no funcionan contra los virus, solo funcionan en infecciones bacterianas. COVID-19 es causado por un virus no por bacterias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda la automedicación con ningún medicamento, incluidos los antibióticos, como prevención o cura para COVID-19.
El jengibre y el ajo tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antibacterianas, pero no pueden atacar las infecciones causadas por un virus.
La OMS señala que si bien algunos remedios occidentales, tradicionales o caseros pueden proporcionar consuelo y aliviar los síntomas de COVID-19, no hay evidencia de que la medicina actual pueda prevenir o curar la enfermedad.
El problema es que muchos de los remedios son peligrosos para la salud, como en el caso del alcohol. La información errónea y el temor de la población son una mala combinación que ya ha cobrado vidas.