Jefe de los Zetas muerto por COVID-19 en cárcel de México decapitó a al menos 12 personas
Moisés Escamilla May, conocido como "El Gordo May", era considerado un preso de alta peligrosidad
Moisés Escamilla May, conocido como “El Gordo May”, murió en una cárcel mexicana por coronavirus, convirtiéndose así en la primera registrada por la enfermedad en un penal del estado de Jalisco, y la séptima en una cárcel del país.
Al momento de su deceso, reportado a principios de esta semana, el líder de la célula denominada “Zetas Vieja Escuela” cumplía desde finales de 2008 una sentencia de 37 años y ocho meses de prisión por delitos contra la salud y delincuencia organizada.
Además, resultó convicto de cargos de portación de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo del Ejército. Bajo su jefatura, antes de ser ingresado al penal, se le atribuyen al menos 12 decapitaciones en Yucatán en agosto de ese año.
“El Gordo May”, considerado un interno de alta peligrosidad, fue capturada en Cancún, Quintana Roo, el 28 de agosto del referido año.
El Ejército mexicano y la Policía federal formaron parte del operativo para detener a Escamilla May, quien de acuerdo con el reporte de medios mexicanos como Sipse se encargaba del desembarco de droga del cartel como cocaína procedente de Centroamérica, entre otras gestiones.
Un reporte de marzo del 2018 de sipse.com indica que el narco tenía a policías municipales y civiles a su servicio a los que le pagaba por protección.
El mismo informe indica que, entre los años del 2012 al 2014, “Los Zetas” fueron desarticulados en su mayoría en Cancún y Playa del Carmen.
En los años siguientes, los pocos “Zetas” que quedaron se unieron con el Cártel del Golfo (CDG), con quienes operaron un tiempo. Sin embargo, al ver que que no funcionaba la táctica de ejercer temor entre sus rivales, decidieron formar el nuevo grupo al que llamaron “Zetas Vieja Escuela”, que permanecen con bajo perfil.
Un artículo del periódico El Financiero señala que, al momento de su captura en el fraccionamiento El Azul, también se detuvieron a ocho subalternos.
En el operativo se incautaron dos armas largas Bushmaster, un fusil AKA-47, entre otras.
Además, varios celulares, drogas y otro equipo táctico fueron decomisados.
En ese momento,“El Gordo May” llevaba al menos cuatro años operando en Cancún.