Cuando la pandemia del coronavirus ataca la salud mental de los residentes de Chicago
Al quedar desempleada por causa de la pandemia de covid-19, una mujer latina residente del noroeste de Chicago fue en busca de empleo a las agencias de contratación temporal. Ella dice que el trabajo estaba escaso, pero que logró encontrar uno en una planta procesadora de naranjas. Pero solo trabajó una semana porque le ocurrió algo inesperado.
Tras siete días de trabajo Carlota, de 63 años (se omite su apellido por razones de confidencialidad), se enteró en una reunión laboral que su jefe y otras cuatro personas se contagiaron de covid-19. Ese día, en abril pasado, la planta procesadora debió cerrar y ella fue a hacerse la prueba de detención de coronavirus. Dio positivo.
Ella dice que sintió escalofríos, le dolía el cuerpo y la cabeza. En el hospital los médicos le dijeron que tenía fiebre muy alta y neumonía. Estuvo internada en el Hospital John H. Stroger Jr. del Condado de Cook y luego de cuatro días le dieron de alta.
Sin familia en Chicago y con solo con amistades de su iglesia que la han apoyado, Carlota cuenta que con su fe y esfuerzo ha logrado salir adelante. Confiesa que al comienzo tuvo miedo al estar internada en el hospital. “El médico que me atendió me dijo que le dio alegría que había abierto los ojos, él fue sincero conmigo y me dijo que ese día seis pacientes habían fallecido porque perdieron la batalla contra el coronavirus, pero que yo estoy viva que le diera gracias a Dios”.
Pese a que Carlota padece diabetes y depresión crónica, lo que la convierten en una persona vulnerable ante el virus, ella logró vencer al covid-19. Pero dice que hay mucho desconocimiento con respecto al virus. “Hay personas que cuando a uno le da el covid no te hablan, te dejan de hablar porque sienten que los vas a contagiar, no importa que traigas mascarilla. Es poca gente pero ignoran esa enfermedad. Si tú tomas las precauciones, usas guantes, mascarillas y mantienes distancia no vas a contraer el virus”, enfatizó.
Ahora ha obtenido de nuevo trabajo pero sigue luchando contra la depresión crónica en medio de la pandemia. “Tengo dos semanas que agarré un trabajo por medio de una agencia temporal, es la única forma que puedo conseguir trabajo por mi condición migratoria”, contó Carlota.
Sobrevivientes de covid-19 y a quienes les preocupa ser contagiados por el virus están viendo afectada su salud mental. Expertos señalan a la depresión y la ansiedad como algunos de los principales detonantes, pero que hay barreras que la comunidad latina de Chicago enfrenta a la hora de acceder a recursos de apoyo.
El centro comunitario Project Vida, en colaboración con Howard Brown Health, ofrecen pruebas gratuitas y confidenciales de detención de covid-19 en el barrio de La Villita. Atienden a la comunidad sin importar su estatus migratorio y no se necesita tener seguro médico.
Project Vida de La Villita también ofrece servicios de salud mental a esa comunidad del suroeste de Chicago. Jerome Montgomery, director ejecutivo de esa organización, dijo que en lo que va de la pandemia han visto casos de personas, sobrevivientes de covid-19 o que han sido impactadas por el virus, afectadas por depresión o ansiedad. Esa organización ofrece sus servicios de salud mental por teléfono o de manera virtual y en caso de no tener los recursos que necesitan el paciente los refieren a otras organizaciones dentro de la comunidad.
“Con el covid hay mucho miedo de salir de casa y de estar en casa con muchos familiares porque aquí tenemos muchas familias de diferentes generaciones que viven en una vivienda y también hay esa ansiedad y depresión de contraer el virus y contagiar a un miembro de la familia”, explicó Montgomery a La Raza. Y agregó que ha visto casos de gente que ya presentaba ansiedad y depresión y que ahora con la pandemia sus síntomas se han agudizado.
Además de las pruebas de covid-19 y servicios de salud mental, Montgomery hace hincapié en que la gente lo que más necesita es recursos para recibir ayuda. “Estos recursos pueden ser financieros o de alimentos y nosotros le ayudamos a encontrar esos recursos”.
El psicólogo Héctor Torres, director clínico de Center on Halsted, que ofrece servicios a la comunidad LGBT! en el barrio de Lakeview, dijo que la barreras que enfrenta la comunidad latina para acceder a los servicios de salud mental son la falta de privacidad para poder hablar desde casa en la terapia, la dificultad para priorizar su cuidado en salud mental, la falta de manejo del inglés y el estatus migratorio.
“Nuestras familias tienden a ser extensas y muchos vivimos con nuestra familia nuclear, entonces es mucho más difícil tener la privacidad para poder hablar libremente en la terapia”, explicó Torres, quien dijo que esto se ve también en la comunidad LGBTQ. “Si el joven es gay y la familia no sabe, él no tiene la oportunidad de poder expresarse en la casa”.
A las personas que ya tenían ansiedad y depresión se les han incrementado los síntomas, señala Torres. “El hecho de tener incertidumbre –‘¿será que me voy a infectar, será que alguien que yo quiero se va a infectar?, ¿cuándo se acabará la pandemia?, ¿cómo puedo protegerme totalmente?’ – lo que hace es incrementar los síntomas que ya han estado allí. Otras personas que no han experimentado síntomas antes lo que les está pasando es que se sienten exhaustas al no saber cuándo se va acabar esto”.
En Center on Halsted ofrecen terapia de forma remota o por teléfono pero si la persona necesita ver a alguien en persona hay espacios acondicionados y seguros para poder realizar la terapia de manera presencial.
Estas organizaciones sin fines de lucro son algunas de varias en la comunidad que brindan servicios de salud mental en el noroeste y suroeste de Chicago.
Depresión, ansiedad e insomnio duro impacto en la salud mental
Cohen Veterans Network (CVN), una organización sin fines de lucro que opera 15 clínicas de salud mental en Estados Unidos, reveló los hallazgos de una encuesta hecha a más de 2,000 adultos estadounidenses en abril pasado y en la que se analizó la salud mental de esa población durante la pandemia.
Esa encuesta reveló que el covid-19 está teniendo un impacto en la salud mental de los estadounidenses en lo que respecta a ansiedad, depresión e insomnio. En la investigación se encontró que 70% de los encuestados estaban preocupados por su salud física debido al covid-19 y a 58% les preocupaba la relación entre su salud mental y el distanciamiento social.
El 64% reportó sentirse ansioso, pero solo el 14% de los hogares ha tenido acceso a atención de salud mental como resultado de la pandemia. Al 80% les preocupaba que las personas que necesitan servicios de salud mental no puedan obtener ayuda.
“Antes de la pandemia, ya había una crisis de salud mental en Estados Unidos, con alta demanda y recursos relativamente limitados, la pandemia parece empeorarla. Y sabemos que el aislamiento puede tener consecuencias negativas en términos de ansiedad, depresión y tendencias suicidas”, dijo el Dr. Anthony Hassan, presidente y director ejecutivo de Cohen Veterans Network.
—
La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al Chicago Community Trust, la Field Foundation of Illinois, la Robert R. McCormick Foundation, el Lenfest Institute for Journalism/Facebook Journalism Project y la Google News Initiative. Agradecemos su apoyo a nuestro trabajo periodístico.