Los límites del individualismo ante la pandemia del covid-19
El individualismo, que bien pudo haber sido necesario cuando los pioneros estaban llegando al Viejo Oeste, ahora representa un problema.
El diccionario Merriam-Webster define al individualismo rudo como “la práctica o defensa del individualismo en las relaciones sociales y económicas enfatizando la libertad e independencia personales y la autosuficiencia”.
Este valor, tan arraigado en esta sociedad, ahora es un impedimento para sacar al país fuera de la pandemia de covid-19.
El individualismo de un segmento de la población hace que los estadunidenses duden de la pandemia, desconfíen de los mandatos del presidente Joe Biden y cuestionen los lineamientos establecidos por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) para proteger la salud pública.
Este individualismo, que bien pudo haber sido necesario cuando los pioneros estaban llegando al Viejo Oeste, ahora representa un problema.
Ahora en una sociedad más compleja se requiere cooperación y comunicación con las instituciones de salud que buscan salvar vidas y controlar esta pandemia.
Pero, al contrario, la gente que piensa que los lineamientos de salud son una imposición a “su libertad” rehúsan usar mascarillas en los vuelos y en otros lugares. También se congregan en números grandes como los motociclistas que llevan su reunión anual cada agosto en Sturgis, Dakota del Sur, sin considerar los riesgos de salud.
Otros “individualistas rudos” incluso amenazan con arrestar a los directores de escuelas que ordenen el uso de las mascarillas a los estudiantes. Unos políticos conservadores a su vez amenazan con demandar al presidente Biden por establecer mandatos de salud.
Estos son ejemplos de algunas reacciones de personas que rechazan actuar colectivamente porque piensan que eso infringe en su libertad individual.
El problema para enfrentar esta pandemia en cooperación con los demás comenzó en la administración anterior cuando se politizó el tema.
El expresidente Trump declaró que el covid-19 era un engaño de los demócratas. Esto envió el equivocado mensaje que la pandemia no era algo real, si no un truco partidario.
Pero no, esta pandemia es real y es una emergencia de salud pública que concierne a todo buen ciudadano en el país.
Por fortuna, no todos en el país piensan igual y ya 176 millones de personas han recibido las dos dosis de una vacuna contra el covid-19 y 207 millones han recibido ya una dosis.
A pesar de los contratiempos, digamos que el milagro de la pandemia de hoy es que el gobierno estadunidense puso los recursos necesarios a disposición de los laboratorios médicos para desarrollar vacunas para frenar los contagios del covid-19.
En Estados Unidos unas 40 millones de personas han contraído covid-19, pero desafortunadamente 653,000 personas han fallecido.
Lo opuesto del individualismo es la cooperación colectiva para poder salir de una de las peores crisis de salud pública en la historia de este país y del mundo.