Niña hondureña que cruzó sola la frontera sobresale en la escuela mientras espera recibir asilo
Maryori Urbina Contreras espera ganar su caso de asilo y su próxima audiencia ante una corte de inmigración en Chicago será el próximo 28 de octubre
Luciendo una playera negra en la que se leía “Child Refugees United for Freedom” (Niños refugiados unidos por la libertad) y con espíritu sereno, la jovencita Maryori Urbina Contreras estaba lista para demostrar su mejor dominio del inglés ante cualquier pregunta que le hiciera la jueza de inmigración Jennie Giambastiani durante la audiencia en una corte de inmigración en Chicago.
Rápidamente la jueza Giambastiani se dio cuenta de que Maryori, de 14 años, no necesitaba intérprete pero le dijo que contaba con uno en caso que lo requiera. Las preguntas que la jueza le hizo a la adolescente fueron en relación a sus estudios.
El abogado Christopher Helt, de la firma The Helt Law Group,LLC, que lleva el caso de Urbina pro bono, estuvo junto a su defendida y resaltó ante la jueza que Maryori se graduó satisfactoriamente de octavo grado de la escuela Miguel Juárez Middle School de Waukegan, suburbio donde ella reside con su familia.
Durante la audiencia Helt también le informó a Giambastiani que ya se sometió la solicitud de asilo. El abogado pro bono dijo a La Raza que Urbina ya tuvo una primera entrevista sobre su caso con la Oficina de Asilo de los Estados Unidos y que está a la espera de una decisión.
La joven hondureña ingresará a la secundaria este próximo año escolar 2015-2016 y quiere tener la oportunidad de quedarse en Estados Unidos para estudiar medicina.
“Maryori trabajo tan duro durante este año, aprendiendo inglés, sacando buenas calificaciones… Niños que viven aquí ni se gradúan con honores apenas y pasan. Yo veo a los niños hondureños con un hambre de salir adelante”, dijo Julie Contreras, presidenta de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) del Condado de Lake, quien también asiste a la familia.
Cruzó sola la frontera
Maryori dijo que fue amenazada con arma y asaltada dos veces en su país. “Preferí huir de la violencia de las amenazas de las pandillas y reencontrarme con mi madre, aquí [EEUU] estoy segura”. Al salir de Honduras cruzó tres fronteras: la de Honduras con Guatemala, la de ese país con México y luego la de Estados Unidos, en El Paso, Texas.
Hace un poco más de un año ella emigró de Honduras sola sin decirle a nadie de su familia. “Si le decía a mi mamá hubiera dicho que no venga y se iba a preocupar, por eso lo decidí sola y durante la travesía estuve con un grupo de gente”, explicó la joven.
“Cada uno de estos niños tienen casos legítimos… huyeron de la violencia. Estos niños no son criminales, no son de las maras, son niños solamente pidiendo vivir en libertad y en seguridad en este país”, mencionó Contreras a La Raza.
Por un mejor futuro
Por su parte, Tania Contreras, madre de Maryori, contó que dejó a su hija en su país para emigrar a Estados Unidos cuando la niña tenía nueve meses de nacida. “Me vine para trabajar y darle un mejor futuro… Siempre he vivido en medio de la tristeza preocupada por ella, y más porque la dejé tan pequeñita, ella no me conocía”.
La madre cuenta que su hija nunca le aviso que vendría, “ella quería estar conmigo pero yo no encontraba la manera de traérmela legalmente, han pasado 14 años y nunca tomé la decisión de traérmela por miedo a que le pase algo, me la pudieron haber violado, raptado o matado en el camino, yo siempre le decía, estoy aquí por ti, tú solo tienes que estudiar”.
“Cuando nos enteramos en la casa de que intentó venir a Estados Unidos sola, sufrí como un mes, no sabía si estaba viva o muerta, pero una llamada de El Paso, Texas, me devolvió la paz, un detective llamó para avisar que mi hija estaba bien”, relató la madre. Maryori llegó a Chicago en abril pasado.
Maryori Urbina Contreras espera ganar su caso de asilo y su próxima audiencia ante una corte de inmigración será el próximo 28 de octubre.
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Recibieron orden de deportación
Entre julio de 2014, durante la crisis humanitaria en la frontera sur, hasta mayo pasado, más de 6,000 niños centroamericanos no acompañados recibieron orden de deportación por parte de un juez de Inmigración, según datos de la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Inmigración (EOIR, en inglés).
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Detención de menores
Las autoridades detuvieron en los últimos ocho meses, entre el 1 de octubre de 2014 y el 1 de junio de 2015, a 22,869 menores sin acompañante en la frontera con México, un 51 % menos que en el mismo período del año pasado, conforme a cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
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Honduras encabeza la lista
Según datos de la patrulla fronteriza, Honduras es el país del que procede la mayoría de los niños no acompañados detenidos (17,582), seguido de Guatemala (15,733), El Salvador (14,591) y México (13,675).