Casa Aztlán sigue en pie de lucha dice su director

El director ejecutivo de la organización Casa Aztlán, Carlos Arango, prepara una intensa campaña de recolección de fondos para preservar el histórico y cultural inmueble de Pilsen.

Carlos Arango, director ejecutivo de Casa Aztlán, afuera del edificio el martes pasado.

Carlos Arango, director ejecutivo de Casa Aztlán, afuera del edificio el martes pasado. Crédito: Belhú Sanabria

Chicago.- Los ojos de la comunidad están puestos en la organización Casa Aztlán, luego de que en días pasados el periódico Chicago Sun-Times publicara una columna que afirmaba que el edificio que alberga a la agencia está en ejecución hipotecaria desde el verano del 2012, por una deuda de $115,500 con el banco MB Financial Bank.

En esa publicación también se señaló que el mes pasado el edificio fue vendido en subasta judicial a $293,000. Pero Carlos Arango, director ejecutivo de la organización Casa Aztlán, dijo en entrevista con La Raza que “el edificio no está en venta, nosotros o Casa Aztlán no ha puesto en venta este edificio”.

“Estamos en un proceso judicial que en efecto un tal Corona ofreció comprar esa deuda”, dijo Arango.

Ante la pregunta de si es cierto que el desarrollador interesado en el inmueble quiere demolerlo y construir condominios dijo: “No, estas son simplemente especulaciones. Nuestro abogado está trabajando en todo este proceso, a fin de evitar de que nada de esto suceda; estamos buscando opciones de poder resolver el problema. Vamos a seguir manteniendo este espacio para que la comunidad siga siendo parte de ella”.

Arango confirmó que Casa Aztlán está en ejecución hipotecaria desde que no pudo pagar lo que se adeudaba al banco.

El activista tiene a su cargo Casa Aztlán desde hace 19 años.

Indicó que planea una campaña para conseguir fondos. “Vamos a salir a la comunidad y vamos a pedir a todos los aliados, amigos, a los medios de comunicación, que nos apoyen a fin de buscar dinero para salvar Casa Aztlán”

“Casa Aztlán tiene sus puertas abiertas, sigue ofreciendo servicios y vamos a pelear hasta el fin”, recalcó.

Arango también dijo que está consciente de que hay que solucionar las violaciones al código de edificios que tiene el inmueble. La corrección de las violaciones tiene un costo que asciende a alrededor de $250 mil.

“Hay cosas que se tienen que hacer; pero primero queremos asegurar la propiedad y luego resolveremos las violaciones del edificio”, señaló.

“Tenemos como 250 mil dólares en Springfield que nos dieron para el edificio; pero con todo este lío, no se pueden utilizar. El senador Tony Muñoz lo consiguió”, indicó.

Casa Aztlán tiene 41 años al servicio de la comunidad y su valor como propiedad es $700 mil, según el banco; pero Arango opinó que puede ser de $1 millón. “Eso depende porque hay mucha manipulación en el mercado”.

Algunos señalan que la actual situación de Casa Azltán se debe a una mala administración y falta de visión moderna. Arango respondió: “Es fácil señalar con el dedo, cuando no se está en la trinchera; cuando se está en la trinchera es diferente”.

El activista dijo que un factor en contra ha sido la escasez de recursos. “Esto es parte de toda la crisis financiera que se está viviendo”, dijo.

“Siempre se ha tratado de servir a la comunidad brindando otro tipo de servicios, posiciones sobre cuestiones de inmigración, economía, casas, educación, posiciones que no suelen satisfacer al status quo y eso tiene un precio y siempre lo hemos sabido que tiene un precio”, expresó.

Sin embargo, reconoció que tal vez les haya faltado estrategia. “No hemos tenido los recursos para tener gente que sean administradores; es muy complicado cuando tienes que ser administrador, activista y tienes que hacer todo”.

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