La mexicana que dio testimonio clave sobre la masacre del Memorial Day de 1937 en South Chicago

Lupita Pérez Marshall relató lo que vio durante la letal agresión de policías contra huelguistas de la empresa Republic Steel y otras personas, que dejó 10 muertos y decenas de heridos

Guadalupe ‘Lupita’ Pérez Marshall (centro) junto a familiares en 1951 en Chicago. (Cortesía Victoria Pérez)

Guadalupe ‘Lupita’ Pérez Marshall (centro) junto a familiares en 1951 en Chicago. (Cortesía Victoria Pérez) Crédito: Cortesía

Como muchas familias mexicanas, la de Antonio Pérez y de Guadalupe Narváez, originarios de la Ciudad de México, inmigró a Estados Unidos en el año 1917.

Ellos primero se asentaron en San Antonio, Texas, pero como ahí no les permitieron registrar a los niños en una escuela católica tuvieron que irse a Laredo, Texas.

En la década de 1920, Antonio y Guadalupe y algunos de sus hijos se trasladaron a Cleveland, Ohio, y otros de sus hijos, Rafael y Ricardo, se fueron a trabajar a las empacadoras de carne en Kansas.

Pero con el paso del tiempo, la mayoría de la familia se mudó a Chicago, grande metrópolis que ofrecía oportunidades de trabajo y vida a los inmigrantes.

Ahí Guadalupe Pérez, integrante de dicha familia, se casaría con Joseph Marshall, un litógrafo. También, gracias a los estudios que cursó en Cleveland, Ohio, ella se convirtió en trabajadora social en el centro Hull House, foco de activismo en donde hoy está situada la Universidad de Illinois en Chicago (UIC).

Memorial Day, 1937

Fue cosa del destino o coincidencia, pero Guadalupe Pérez, conocida como Lupita Marshall, se convirtió el día 30 de mayo de 1937 en una testigo clave del trágico evento conocido como la ‘Masacre del Día de Recordación (Memorial Day)’ en el barrio South Chicago.

Alguien en ese día, quizá un supervisor, le dijo a Lupita que acudiera al sitio donde se realizaba una huelga en la compañía Republic Steel en el sur de Chicago. Ese día por la tarde estaba anunciada una reunión ahí de los trabajadores y sus simpatizantes.

Lupita llego ahí a las 3:15 pm y vio que además de los huelguistas había también allí unas 200 mujeres y varios niños.

Cuando ella llegó aún había oradores dando discursos. Luego, ya más tarde, la gente comenzó a marchar hacia donde estaba la planta de acero, la Republic Steel Corp.

Ella caminaba a un lado de la marcha cuando mucha gente empezó a correr y vio a la policía golpeando a los hombres con sus bastones. Luego se escucharon varios disparos.

El diario ‘Herald Examiner’ reportó al día siguiente un saldo de cinco muertos, un sexto hombre agonizando y 42 heridos.

Otros medios de prensa reportaron que los trabajadores habían atacado a la policía y que la violencia fue provocada por un motín del que se responsabilizaba a los huelguistas.

Un momento de la llamada ‘Masacre de Memorial Day’, sucedida el 30 de mayo de 1937 en South Chicago. La policía agredió a huelguistas y otras personas dejando 10 muertos y decenas de heridos. (Foto: U.S. National Archives and Records Administration)
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Un mes más tarde, el senador por Wisconsin Robert La Follette Jr. llevó a cabo una audiencia en el Senado estadounidense los días 30 de junio y 1 y 2 de julio de 1937 para identificar la verdad de lo que sucedió.

La Follette ordenó a la compañía Paramount Pictures entregar una filmación que había hecho un camarógrafo que producía los noticieros que se daban en los cines. Esas imágenes fueron en su momento ocultadas al público.

Dicho fotógrafo había estado en la concentración de trabajadores afuera de la compañía Republic Steel.

La Follette ordenó primero exhibir la película a su velocidad normal. Luego ordenó que se mostrara el mismo material en moción lenta.

Así, frente a funcionarios y testigos, se pudo comprobar que la policía había agredido a los trabajadores, muchos de ellos acompañados de sus familiares.

Una de las 33 personas que dieron su testimonio en esas audiencias fue la mexicana Guadalupe Pérez Marshall, conocida como Lupita Marshall.

Con claridad y elocuencia y con lujo de detalles, una serena Lupita Marshall captó la atención de todos los medios y miembros del Comité de Educación y Trabajo del Senado que habían organizado la audiencia.

Marshall hablaba perfectamente inglés, pues había llegado a Estados Unidos a los 10 años. Cuando declaró ante La Follette tenía 30 años y dijo pesar 95 libras, dos libras menos de las que pesaba el día de la matanza.

Aparte de las seis personas que murieron primero, otros cuatro hombres, entre ellos un hispano de nombre Leo Francisco, de 17 años, murieron después de heridas de bala por la espalda.

Lupita misma dijo ante el comité de la audiencia que ella había recibido un golpe en la cabeza a manos de un policía y que había sangrado y manchado su blusa de sangre.

Ella además describió con finos detalles cómo un policía la golpeó con su bastón. Dijo que sangró de su cabeza y que posteriormente vio como otras personas fueron heridas y agredidas aún más.

Lupita dijo en su testimonio que le gritó a un policía que golpeaba a un huelguista “No hagas eso, ¿no ves que está terriblemente herido?”.

Posteriormente, Marshall relató que fue empujada a una patrulla policiaca con 16 hombres en varios estados de gravedad con heridas y que ella trató de ayudar a varios de ellos, que tenían sus cuellos o pies torcidos por la falta de espacio en la patrulla.

Bajo juramento, Lupita Marshall dijo que ella no había visto a ningún trabajador atacar a la policía.

En los periódicos de la época, incluyendo el ‘Herald Examiner’, aparecieron fotos de Lupita Marshall tratando de caminar entre los hombres caídos y heridos en el llano afuera de Republic Steel.

El momento en el que la película de Paramount que muestra los hechos de violencia en South Chicago el 30 de mayo de 1937 es presentada públicamente en el Senado de EEUU. (Foto: Harris & Ewing / Library of Congress)
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La sobrina de Lupita Marshall vive en Chicago

Victoria Pérez, hija de Rafael Pérez, hermano de Lupita Marshall, vive en Chicago y en una entrevista compartió sus añoranzas de su famosa tía.

Victoria, de 85 años, mencionó que hace apenas dos años empezó a leer el testimonio de 12 páginas de su tía, a pesar de que su madre Marie Vittoria Simiele lo guardó por muchos años.

Tiempo después de dar su testimonio, Lupita se divorció y se casó con Teófilo Gallarda, un inmigrante oriundo de Nieves, Zacatecas.

Victoria Pérez dijo que desde niña su tía y sus tíos discutían sobre temas de los trabajadores y los sindicatos laborales.

“Yo diría que unos de mis primeros recuerdos, yo tendría 10 o quizás 12 años, es que a mi familia le gustaba comer juntos en alguna casa de la familia”, contó Victoria. “Esto ocurría en particular durante los días feriados cuando mi papá no tenía que trabajar y nos íbamos a una de las casas de un familiar. Ya después de comer, cuando los niños no estaban ahí, mi papá y mi tía y los demás familiares sostenían discusiones que tenían que ver con los trabajadores, los sindicatos y los derechos laborales”.

“Mi tía Lupita era muy vocal”, recuerda Victoria, “y su esposo Teófilo Gallarda era más callado, pero tenía su punto de vista, mi papá siempre aportaba algo, mi mamá era más callada y no opinaba nada y tenía yo otra tía que estaba casada con un ciudadano italiano que odiaba a los sindicatos”.

Victoria Pérez, jubilada de un trabajo médico, escribió algunas referencias sobre Lupita Marshall en un libro escrito por seis mujeres de la comunidad mexicana llamado en inglés ‘Chicanas of 18th Street’, que  fue editado por Leonard Ramírez y publicado por la University of Illinois Press en 2011.

A la vez, su padre Rafael Pérez, quien falleció en 1964, fue un líder en la comunidad mexicana de las décadas 1940 y 1950 y tenía además un programa de radio titulado ‘La Hora Mexicana’.

Lupita Marshall y su esposo Téofilo Gallardo, en Puerto Morelos, Quintana Roo, México, en 1983. (Cortesía Victoria Pérez)
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La era McCarthy y Lupita Marshall

Luego del incidente violento en Sur Chicago, el movimiento de los trabajadores sufrió un retroceso, pero en décadas posteriores se dio una mejor aceptación de los derechos de los trabajadores en el país.

Sin embargo, en la década de 1950 surgió el fenómeno del Macartismo después que el senador, también de Wisconsin, Joseph R. McCarthy incitó al país a perseguir a los que él, con frecuencia equivocadamente, llamaba “rojillos” y los acusaba de ser “comunistas.”

Ante el riesgo de una deportación con el advenimiento de la Operación Wetback que deportó a miles de mexicanos, Lupita Marshall decidió irse a trabajar a la ciudad de Nassau, en las Bahamas.

Después de un tiempo en el Caribe, ella construyó una casa en Puerto Morelos, Quintana Roo, México, a donde Victoria Pérez llegó a visitarla.

Sobre la famosa película de Paramount, de 26 minutos, Victoria dijo que la vio por primera vez en 1970 durante un evento a beneficio del sindicato de campesinos de César Chávez.

“Yo estaba sentada ahí mirando las películas sobre los sindicatos en los años 1940 y 1950 cuando mostraron la película sobre los eventos de Memorial Day en South Chicago y me dije ‘Oh Dios mío, ¡ella se parece a mi tía Lupita!”, dijo Victoria.

“Luego, cuando llegue a casa, mi papá ya había fallecido, le conté a mi mama Marie Vittoria Simiele y ella me dijo ‘sí, tu tía Lupita y Teófilo Gallardo estuvieron apoyando la huelga en la compañía Republic Steel en South Chicago el 30 de mayo de 1937’…”, contó Victoria.

Victoria Pérez concluyó diciendo que no está segura de si su famosa y valiente tía Lupita Marshall, fallecida en 1985, está enterrada en Zacatecas o quizás en Puerto Morelos, Quintana Roo, en México.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust.

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