Berrinches

En Illinois y Chicago, la jornada electoral del 15 de marzo dio mucho qué pensar. La fiscal para el Condado de Cook, Anita Álvarez, pagó muy cara su decisión de no actuar de inmediato en el caso del asesinato de Laquan Macdonald. Aunque era lógica la victoria de Kim Foxx, no se puede dejar de pensar que una posición clave en el sistema de ley y orden, que estaba desde hace varios años en manos latinas, se ha perdido ahora.

La otra noticia interesante fue la derrota del representante estatal Ken Dunkin, cuya decisión de saltarse a su propio partido y apoyar al gobernador republicano Bruce Rauner en los recortes al presupuesto estatal resultó fatal. Rauner apoyó la reelección de Dunkin, y los demócratas se movilizaron de tal modo para que Juliana Stratton lo derrotara que hasta consiguieron el apoyo del presidente Barack Obama. Más de $3 millones circularon en la campaña, cifra récord tratándose de un escaño estatal.

Fuera de eso, varios berrinches y, por desgracia, muchos de ellos concentrados en la comunidad latina.

Alex Acevedo se creyó aquello de que los cargos políticos son hereditarios y pensó que bastaba su apellido para hacerse con el escaño del Distrito 2 de la Cámara de Representantes estatales, que estaba hasta ahora en manos de su padre, Eddie Acevedo. Acevedo perdió por 500 votos ante Teresa Mah. Acevedo hizo tal berrinche que dejó un furioso mensaje, lleno de obscenidades, en el buzón de voz del concejal Danny Solís, acusándolo de boicotearlo. No debe ser muy brillante Alex Acevedo – de casta la viene al galgo – porque el audio se difundió por todos los medios.

El segundo berrinche, igual de innecesario y vergonzoso, fue el de Jessica Soto, hija de la representante estatal Cynthia Soto. La joven Soto, acompañada por un voluntario de la campaña de su madre, fue arrestada y acusada de atacar con una pistola de grapas a Robert Zwolinski, quien era el rival. Soto, que controla ese escaño desde 2000, ganó con 80% del voto. ¿Qué necesidad había?

El tercer berrinche es el más divertido: el caucus latino del Concilio Municipal se alzó al unísono para deplorar a voz en cuello que ninguno de los tres candidatos a Superintendente de Policía era latino. Ok, cierto. ¿Dónde han estado, por cierto, los concejales, tras los asesinatos de que han sido víctimas personas de nuestra comunidad? Digamos, por ejemplo, en el múltiple homicidio de Gage Park. Al parecer sus voces sólo se alzan cuando les interesa que otros se fijen en sus berrinches.

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