Trump y Clinton: dos planes radicalmente opuestos para los inmigrantes

Las elecciones que ocurrirán dentro de dos semanas serán la prueba de dos visiones muy diferentes respecto a la manera en que Estados Unidos debe manejar su sistema de inmigración legal y el futuro de los millones de personas indocumentadas.

Las plataformas de los dos principales candidatos a la presidencia, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.  sobre la legalización de indocumentados y el futuro de programas de acción ejecutiva, no pueden ser más diferentes.

Clinton apoya un camino a la ciudadanía para los indocumentados y reformas a las leyes actuales, mientras que Trump busca dificultar la entrada de inmigrantes y acelerar las deportaciones en forma masiva.

Son dos visiones diametralmente opuestas que afectarán directamente las vidas de millones de inmigrantes y sus familias.

La situación Actual

Hay aproximadamente, 11.1 millones de indocumentados en los Estados Unidos, un 3.5% de la población total del país. Un 52% son mexicanos y las dos terceras partes han vivido aquí por lo menos 10 años, el promedio es de 13.6 años. Se calcula que casi 5 millones de niños y adolescentes tienen al menos un padre indocumentado.

Las leyes de inmigración son extremadamente complejas y onerosas, pero aún así, Estados Unidos sigue siendo un país de inmigrantes que cada año otorga residencia legal a alrededor de 1 millón de personas, la mayoría de los cuales ya lleva años aquí y sólo cambian de estatus.

No obstante, hay leyes que dificultan o impiden totalmente la legalización de millones de personas, aprobadas a través de los años por legisladores o funcionarios que respondían a los vientos políticos del momento.

La última vez que el Congreso de Estados Unidos aprobó un plan amplio de legalización de indocumentados fue en 1986, con IRCA, ley de Reforma y Control de Inmigración o Ley de Amnistía. A partir de 1996, hubo varias reformas que principalmente complicaron la legalización de millones y detuvieron la migración circular, “atrapando” a millones de personas sin documentos en este país.

En ese mismo período, el énfasis en política pública estadounidense, debido a recesiones, política local, el cambio demográfico del país y la reacción a este, así como el ataque terrorista del 911, ha sido el de invertir miles de millones de dólares en protección fronteriza, detención y deportación de inmigrantes.

Este artículo se centra en las propuestas de ambos candidatos respecto a la legalización de indocumentados y la inmigración legal. El tema de la protección fronteriza y leyes de deportación será tratado en otro artículo.

Propuesta de Hillary Clinton

Clinton ha centrado su plataforma migratoria en un mensaje incluyente, mucho más progresista que el que llevó a cabo su famoso esposo, el ex presidente Bill Clinton, quien gobernó entre 1993 y 2001 y fue el responsable de firmar las leyes más restrictivas de inmigración de 1996 que ayudaron a crear el actual problema.

Entre las principales propuestas de Hillary Clinton en las áreas específicas de legalización y acción diferida están:

  • Presentar una reforma migratoria integral con un camino a la ciudadanía en los primeros 100 días. Promete resolver “el retraso de visas”, proteger las fronteras e incluir a millones en la economía formal.
  • Terminar con la prohibición de 3 y 10 años que fuerza a muchos indocumentados a permanecer en la sombra o arriesgarse a solicitar una residencia que podría requerir que estén fuera del país esa cantidad de tiempo.
  • Defender las acciones ejecutivas de DACA y DAPA y proteger a los 5 millones de personas que serían elegibles , incluyendo Dreamers y padres de estadounidenses y residentes legales.
  • Si el Congreso se niega a actuar, Clinton ha prometido establecer un sistema que permita a personas con “casos meritorios” el obtener acción diferida en base a una serie de criterios aún no definidos.

Propuesta de Donald Trump

Trump ha centrado buena parte de su campaña a la presidencia en un mensaje nacionalista con énfasis en “los trabajadores estadounidenses” y en medidas destinadas a restringir y disminuir la inmigración, tanto legal como indocumentada.

  • Buena parte de su retórica al respecto se ha centrado en hacer de los inmigrantes en general y los indocumentados en particular, los culpables de los problemas económicos o sociales que experimenta el resto de la población.
  • Entre las principales propuestas de Trump no está una reforma migratoria ni la legalización de indocumentados, la que califica de “amnistía”, sino más restricciones a la inmigración legal e indocumentada.
  • Ha propuesto una “reforma” a la inmigración legal y la reducción de cuotas migratorias a niveles “históricos”, lo que según analistas puede querer decir una fuerte reducción en la cantidad de visas de residente que se otorgan cada año.
  • Trump ha propuesto “seleccionar a los inmigrantes en función de su probabilidad de éxito en la sociedad EE.UU. y su capacidad de ser económicamente autosuficiente”, pero no ha dicho específicamente qué significa eso.
  • Reduciría los niveles de asilo y eliminaría la inmigración de países “donde hay terrorismo”, lo cual excluiría a miles de refugiados que Estados Unidos recibe cada año.

Lo que puede pasar

De triunfar Hillary Clinton, como anticipan las encuestas, el futuro de sus planes migratorios van a depender de cómo quede configurado el Congreso. Idealmente, Clinton necesita un senado de mayoría demócrata y una cámara de representantes en la que la menos se reduzca al máximo la mayoría republicana.

Las fuentes cercanas a los legisladores ya están comenzando a anticipar que algunos demócratas en el Congreso podrían tener miedo de apoyar la reforma por temor a los desafíos de republicanos en la elección de 2018, pero la presión sobre Clinton y los demócratas de parte de la comunidad inmigrante será mayor que nunca.

Barack Obama ganó en 2008 con una promesa similar, pero a pesar de tener mayorías demócratas en las dos cámaras, no cumplió su promesa debido a las presiones internas para enfocarse en otros temas más imperativos, en medio de una profunda recesión.

Por el momento, sin embargo, ninguno de los dos candidatos ha dado muchos detalles sobre cómo debería de ser el sistema de inmigración legal en un futuro para suplir las necesidades económicas de un país que envejece y qué tipo de inmigración debería ser la prioridad.

Entretanto, el Senado podría aprobar la nominación del juez Merrick Garland, pendiente desde hace meses, durante la sesión post electoral o Clinton podría presentarla de nuevo –o hacer una nueva nominación- después de tomar la investidura.

Una Corte Suprema completa podría resolver el tema de la autoridad ejecutiva que ha mantenido en suspenso a DAPA y abrir la puerta para otras acciones presidenciales.

De ganar Trump, otro gallo cantaría, ya que sus propuestas de deportación, que recientemente ha refinado para poner como prioridad a “2 millones de criminales sin papeles”, probablemente requerirían la vuelta a programas masivos de colaboración entre policía e inmigración y más allá, probablemente algo más parecido a un “estado policial” en las comunidades inmigrantes.

Enlaces para más información

Plan de Trump https://www.donaldjtrump.com/policies/immigration/

Plan de Clinton https://www.hillaryclinton.com/issues/immigration-reform/

(Esta es la primera de una serie que presentará los planes de los dos principales candidatos respecto a diversos temas de interés para nuestros lectores)

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