Cuando el Día de San Valentín duele

Psicóloga ofrece tips para lidiar con la tristeza o el sentimiento de soledad durante esta festividad cuando se ha perdido al ser querido ya sea por muerte, divorcio o separación

La euforia publicitaria del Día de San Valentín crea en las personas que tienen una relación establecida expectativa y felicidad, mientras que en quienes están solas trae tristeza, dolor y odio.

Este último sentimiento lo conoce muy bien Elena Chávez, una residente de Glendale, California, quien con voz golpeada cuenta que no quiere saber nada de San Valentín, “¡odio la festividad!”.

“Me da coraje cada vez que llega, porque la veo como un día obligatorio para estar cariñoso, romántico, feliz…. Como si el amor no fuera para estar festejándolo los 365 días del año”, agrega la psicóloga de profesión, reconociendo que su sentimiento negativo hacia este día tal vez se deba a las desilusiones amorosas que ha venido encarando con las relaciones que ha tenido en los últimos cinco años.

El caso de Chávez no es raro. De acuerdo con la psicóloga Susan Alpert, basada en Corona del Mar, California, existen millones de personas en Estados Unidos (y otros países) que carecen de una pareja especial con quien festejar ese día, ya sea porque quedaron viudas, se divorciaron o separaron, rompieron con el novio o novia o afrontan una situación personal que los afecta emocionalmente en esta fecha dedicada a celebrar el amor.

Para contrarrestar el dolor

Sin embargo, en vez de quedarse trabados en el dolor, la tristeza o la rabia, Alpert dice que existen varias acciones que pueden llenar el rostro y el corazón de alegría en ese día.

“La felicidad viene de las formas más sorprendentes que una se puede imaginar”, asegura la especialista en técnicas para lidiar con el duelo.

De acuerdo con Alpert, quien es autora del libro “Later Is Too Late: Hard Conversations That Can’t Wait” (que enseña cómo acoplar los sentimientos y la vida ante la pérdida del ser que se ama, bajo cualquier circunstancia) estas son algunas acciones que ayudan a estar feliz el 14 de febrero, a pesar de encontrarse sin pareja o estar en pleno proceso del duelo.

1. Reconoce ante todo que el dolor o la depresión que se siente al estar a solas es algo normal, natural. “Es fácil sentir lástima por uno mismo y hacer de ellos una fiesta de piedad, pero esto es contraproducente para uno mismo, si no se admite que es algo natural el sentirse así”, explica Alpert. “La persona se sentirá peor si persiste en mantenerse hundida en su situación de dolor y depresión y no se da ella misma el permiso de salir de ésta”.

2. Asegúrate de vestirte bien y salir de la casa. Hacer todo el esfuerzo posible para sociabilizar con otras personas es una solución temporal que ayuda. “Nadie dice que esto es fácil, pero el esfuerzo que haces para levantarte de la cama, tomar una ducha, seleccionar tu ropa y vestirte para salir de casa te ayudará”, asegura Alpert.  “Esto es mucho mejor que quedarte sola en casa, revolcándote en tu autocompasión”.

3. Visita a alguna persona que necesita de compañía o amor.  Muchas personas que conocemos, a veces, se hacen fuertes ante nosotros pero uno sabe que su corazón también está solo y triste. Así que, sin ser pesados, solo hay que acercarse a ellas y decirles: ‘Hola, he estado pensando en ti”. Estas palabras —asegura Alpert— ayudan a romper el hielo y se puede entablar una conversación agradable que ayudará a revertir poco a poco el sentimiento de dolor, duelo o soledad.

4. Regala una tarjeta de Valentín a un niño pequeño a un extraño. La psicóloga asegura que cuando se le entrega a un niño o adulto que se conoce o no una tarjeta del Día del Amor y la Amistad y se recibe a cambio una sonrisa, o la simple palabra “gracias”, el corazón se alegra y poco a poco va sanando.

5. Cómprate un regalo. Esta es una acción saludable. “Primero que todo, uno se lo merece”, resalta Alpert. “Y hay que repetirse a sí mismo, ‘los demás me aman’”. La clave de este ejercicio está en regalarse a sí mismo algo que se desea y que no se necesita, ya que con ésto una se está consintiendo a sí misma, algo que ayuda a despertar dentro de sí la felicidad y el sentirse satisfecho con uno misma.

6. Ayuda a un extraño.  Toda acción caritativa que se efectué a través de un voluntariado ayudar automáticamente a que la persona se sienta mejor. “No existe ninguna excusa para no involucrarse en este tipo de actividad”, resalta Alpert. “Hay iglesias, programas y organizaciones locales que siempre están necesitando voluntarios para sus proyectos. Solo hay que llamar o acercarse a ellos”.

7. Programa con un conocido cualquier actividad. El ir  a ver con un amigo o amiga una película es una acción divertida y positiva que ayuda a ir saliendo del proceso del duelo o del sentimiento de tristeza o soledad al romper una relación con el ser que amamos.

Y para que el proceso de cualquier tipo de duelo ante la perdida sea mucho más leve, Alpert aconseja en pensar siempre en los momentos bonitos que se tuvieron en el Día de San Valentín, recordando a la vez que todo momento triste o malo tarde o temprano pasará.

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