¡Pesadilla en Santa Ana! Una familia sufre un violento arresto por agentes federales
Juan Julio cuenta la violenta persecución que vivió junto a su padre, por parte de supuestos agentes federales del US Marshal que incluso chocaron el auto para detenerlos y cómo entregaron a su padre a una cárcel de ICE
Juan Julio y su padre Guillermo Julio vivieron una pesadilla el pasado miércoles cuando presuntos agentes federales del US Marshal los arrestaron tras una persecución por las calles de Santa Ana.
En el interior del auto y en un portabebés, también viajaba la pequeña Stephanie Julio —de tan solo 1 año de edad— cuando una de las tres camionetas de las autoridades golpeó, según indicó la familia, un costado de su camioneta. Todos se detuvieron en la esquina de la calle Flower y 17th.
Según el recuento de los hechos por parte de Juan Julio, los agentes supuestamente se hicieron pasar como agentes de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
“Eran como las 11:30 a.m.; yo estaba en casa de mi mamá… Ellos [los agentes] no se identificaron; me dijeron que saliera porque buscaban a un tal Jesús Cervantes”.
En lugar acatar dicha orden, Juan Julio llamó a Alfredo Amezcua, su abogado, quien, dijo, le aconsejó no abrir la puerta. Tras esa comunicación, Juan también llamó a su padre, para informarle lo que sucedía.
Golpe en la camioneta
“Todo era muy extraño; ellos venían en una Van gris y después de media hora, pensamos que ya se habían ido”, relató Juan Julio. “Mi papá, yo y mi hermanita íbamos a la oficina del abogado cuando notamos que nos estaban siguiendo tres vehículos”.
Explicó que en la esquina de la calle Ross y Washington uno de los coches los chocó por un costado. Por ello, los Julio intentaron meterse en la entrada de la iglesia Newsong, ubicada en el 1010 w. de la calle 17th., pero un segundo auto Sedan intentó bloquearlos.
“Hasta ese momento fue cuando encendieron la torreta y las luces… Nunca nos indicaron que debíamos detenernos. Pensé, ¡nos van a arrestar!, pero ¿por qué? No habíamos hecho nada malo”, dijo Juan.
“Nos bajamos y enseguida nos pusieron las pistolas en la cabeza. Mi papá traía a Stephanie en sus brazos y aún así le pedían que se tirara al suelo y extendiera los brazos”.
Fue entonces que escuchó que los agentes que los perseguían eran alguaciles federales que trabajan en Santa Ana.
“Vestían de civiles y traían chalecos antibalas”, recordó.
Juan narró que uno de los agentes le quitó a la niña y se la entregó a una señora desconocida que observaba el operativo.
El reporte de los choques
“Hágame el favor de entregársela a mi hermana”, dijo el asustado padre. Esto debido a que se encontraban cerca de la casa de una hermana de Guillermo Julio.
“Luego lo tiraron al suelo”.
“¿Quiénes son ustedes?”, preguntó Juan Julio. “Somos US Marshal y tenemos orden de arresto para detenerlos. Según el joven de 20 años, dicha orden nunca les fue mostrada.
“Mejor cállate, te lo recomiendo”, fue la respuesta de los alguaciles, quienes luego llamaron al departamento de Policía de Santa Ana.
Mientras, Juan Julio rogaba que los liberaran.
Explicó a los agentes que su padre era un hombre trabajador; que primero había ido a recoger a su bebita a un centro de cuidado infantil y que luego había acudido a su llamada telefónica por la presencia de extraños afuera de su casa.
Guillermo Julio es propietario de una compañía de jardinería.
“¿Tienes licencia? ¿Eres nacido aquí?”, les preguntaron.
“Por favor déjenlo, él no tiene culpa de nada; él trabaja todos los días de 7 a 7; él solamente intentaba llevarme a la oficina de mi abogado. Es cruel lo que están haciendo”, imploró en vano. “Me esposaron también a mí y les dije que quería hablar con mi abogado”.
Juan Julio fue llevado primero a la cárcel de Santa Ana y de ahí a la del condado. Once horas después fue liberado mediante del pago de una fianza de $2,500.
Su padre fue enviado a la cárcel Theo Lacy Facility, en la ciudad de Orange.
ICE habla sobre historial delictivo
Virginia Kice, portavoz de ICE, dijo que Guillermo Julio fue trasladado a una cárcel de ICE el 9 de marzo por el Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos (USMS).
“Originalmente [Guillermo Julio] fue encontrado y detenido por miembros de la Fuerza Especial Regional del Pacífico de los Alguaciles de EEUU después de una persecución en Santa Ana que resultó en la captura de un fugitivo buscado por asalto con un arma mortal. El fugitivo [Juan Julio]) era un pasajero en un vehículo conducido por el señor Julio”.
Kice indicó que una revisión de antecedentes penales reveló que “[Guillermo] Julio estaba ilegalmente en EEUU y tenía condenas penales anteriores… Los agentes del US Marshal de EEUU lo transportaron a la oficina de ICE en Santa Ana, donde fue procesado [y quedó] en custodia de ICE”.
La funcionaria argumentó que las bases de datos pertinentes indican que Guillermo Julio tiene tres condenas anteriores por DUI, incluyendo dos incidentes en los que chocó su auto y huyó de la escena, los cuales resultaron en daños a la propiedad.
“Su condena por DUI más reciente en 2009 llevó a una pena de prisión de 365 días”, dijo.
“Además de su historial criminal, las bases de datos del Departamento de Seguridad Nacional indican que desde 2008 [Guillermo] Julio ha sido repatriado a México dos veces. Permanece en custodia de ICE en espera de una audiencia ante un juez de inmigración ante la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR)”.
El estatus de Juan Julio
Sin embargo, es Juan Julio, el hijo, quien tiene en su récord un presunto asalto con un arma mortal (Assault With a Deadly Weapon / ADW). El joven ya fue liberado, mientras que su padre es quien sigue detenido.
“No sé la fecha del ADW’, dijo el capitán Anthony Bertagna, portavoz del Departamento de Policía de Santa Ana (SAPD). “Fue un bate de béisbol; le pegó a una víctima en la cabeza”.
¿Está en proceso de deportación”, le preguntó La Opinión.
“No, nada acerca de ninguna deportación. Él deberá ir a juicio por ADW”, respondió por escrito a este reportero y ratificó que la oficina de detectives del SAPD fue la encargada de solicitar ayuda del equipo de búsqueda de fugitivos del US Marshal “cuando no pudimos localizar al sospechoso”.
La respuesta de ICE, en cambio, indica que Juan Julio espera una audiencia ante un juez de inmigración y no que irá a un juicio.
Al cierre de edición, Justin Davis, del US Marshals no respondió a una petición de entrevista.