Popuestas de matrimonio a todo lujo: el gran negocio que hace llorar a mujeres y hombres
Y tú, ¿cuánto estarías dispuesto a pagar?
En un histórico teatro londinense -entre esculturas de piedras y parpadeantes luces de colores-, los actores ensayan una escena de amor de Romeo y Julieta. La única persona en la audiencia es Amanda Lynch, una aficionada a Shakespeare, de vacaciones desde Long Island, Nueva York.
Su novio, Andrew Smith sale de la sala. Amanda piensa que están pasando el tiempo, antes de encontrarse con unos amigos para cenar.
Sin que ella lo sepa, lo que viene a continuación es una escena donde le está reservado el papel protagónico. Aparece un cuarteto de cuerdas, un coro comienza a cantar y Andrew regresa.
Tomando sus manos le dice: “Honestamente nunca pensé que encontraría alguien como tú… Sin tu amor incondicional, no me puedo imaginar la vida”. Y arrodillado pregunta: “¿Te casarías conmigo?“
Momentos más tarde, un diamante brilla en su dedo anular y Amanda lee una notas de amor sobre un ‘Muro de Julieta’.
Temblando de la emoción ella dice: “Esa fue la propuesta más genial que se hizo jamás“.
Nuevo nicho
Crearla implicó dos meses de planificación y un elenco de 25 personas, incluyendo un coreógrafo y un director musical.
Todo fue diseñado y montado por la empresa organizadora de propuestas matrimoniales The One Romance en 2015, y costó cerca de $4,000.
“Indudablemente que lo volvería a hacer. Valió la pena 100%“, dice Smith, de 32 años y vicepresidente de operaciones de una empresa de remodelaciones.
El menor de cinco hermanos, Smith admite que hay algo de rivalidad entre ellos. Uno pidió la mano de su novia en París, otro en el Centro Rockefeller en Nueva York. “Soy el último en comprometerse”, señala.
Smith forma parte de una creciente ola de pretendientes que contratan ayuda profesional para formular la pregunta más importante de sus vidas.
La planificación de las propuestas es un nicho relativamente nuevo en la industria de servicios de bodas, un mercado que solo en EE.UU. equivale a $72,000 millones.
De esa cantidad, la planificación de bodas representa unos $1,200 millones, según los investigadores de mercado IBISWorld.
Mercado creciente
El montaje de estas elaboradas “peticiones de mano” comenzó como una oferta adicional al negocio de las bodas, dice Michele Velázquez, de The Heart Bandits, en Los Ángeles.
Su empresa, lanzada con su esposo Marvin en 2010, solo se concentra en propuestas matrimoniales. Más de 2,000 parejas más tarde, Velázquez dice que “indudablemente” es un mercado creciente.
“Recibimos correos electrónicos de todo el mundo, solicitándonos consejos sobre cómo arrancar una compañía de planificación en esta área”.
La mayoría de los clientes son hombres. Es raro que las mujeres tomen la iniciativa incluso en años bisiestos cuando, en algunas culturas, es tradicional que las mujeres propongan matrimonio. Sin embargo, propuestas del mismo sexo representan cerca del 10% de su negocio, dice Velázquez.
Su evento más elaborado fue en el jardín de una terraza en Nueva York, donde las sorpresas para la novia incluyeron un monograma personalizado en el fondo de la piscina, arreglos de orquídeas de 2.74 metros para enmarcar la propuesta y unos zapatos Manolo Blahnik de regalo.
El costo de $52,000 cubrió, entre otras cosas, un cuarteto de cuerda y una cena de celebración para los amigos de la pareja.
“Me encanta quitarle el estrés al cliente y asegurarme de que brille en ese momento cuando está completamente vulnerable, se arrodilla y pide la mano”, afirma Velázquez.
Desde que lanzaron The One Romance en Londres, a finales de 2014, Tiffany Wright y su hermana, Amanda Brown, han trabajado con unos 2,000 pretendientes.
“La mayoría tienen puestos ejecutivos. Están dispuestos a discutir ideas románticas, pero no tienen tiempo para preparativos“, apunta Wright.
El presupuesto inicial es de unos $1,248, pero un cliente pagó $624,000 para una propuesta que incluyó 700 cantantes y la presentación de una celebridad.
Deseo de compartir
Además del poder del amor, los clientes se sienten motivados por el deseo de compartir el momento en internet. “Las redes sociales impulsaron la competitividad en las propuestas”, indica Wright.
¿Pero no es algo poco romántico llamar a alguien para planificarlas? “Hacemos que los novios trabajen bastante duro”, responde Wright.
“Tienen que ser abiertos y honestos”, añade. “Cuando ven el desarrollo de la idea se emocionan mucho y comienzan a sugerir cosas ellos mismos”.
En marzo del año pasado, Anthony Williams, un diseñador web de Kent, Inglaterra, quiso sorprender a su novia, Dembi, con una propuesta relámpago. Wright sugirió el entornó íntimo de una proyección privada en un cine.
Tras un almuerzo en un hotel de moda en Covent Garden, Londres, el personal del establecimiento invitó a Anthony y a Dembi, una asistente legal personal, a una vista previa de una nueva película.
En el lujoso cine del hotel, las luces se apagaron y la película comenzó con Anthony, de 48 años, como protagonista.
“He esperado siempre este momento”, proclamó el novio en la pantalla. “Conocer a una compañera para toda la vida, alguien tan especial como tú”. El film siguió con el novio sosteniendo tarjetas que mostraban las razones de su amor por Dembi.
Entonces, a medida que el cine se llenaba con músicos y cantantes para dar una serenata, Anthony se levantó de su asiento y le pidió la mano.
En el video de la propuesta, el rostro de Dembi, de 33 años, luce radiante y sobre una mejilla de Anthony se ve el brillo de una lágrima.
“Es muy conmovedor cuando uno hace algo que ha estado esperando y que se manifiesta frente a tus ojos”, dice Williams, quien pagó unos $6,200 por su experiencia.
Burbuja costosa
Se trata de crear una “burbuja romántica“, dentro de la cual pasas de un sentimiento de suspenso a un “pico emocional”, señala Nicolas Garreau, de ApoteoSurprise en París, Francia.
Desde 2006, Garreau ha escenificado 1.600 propuestas matrimoniales. Además de las tradicionales, ofrece 30 experiencias de escenarios que comienzan desde US$308.
Por $21,183 una pareja puede atravesar París en un Rolls Royce Corniche, antes de un almuerzo gourmet sobre la terraza de una mansión con vistas al valle del Sena.
Un estruendo aéreo indicará la llegada de cuatro aeroplanos volando en formación. Su exhibición acrobática culmina con un gigante corazón dibujado en el cielo con humo blanco.
Más frecuentemente solicitada, resalta Garreau, es la opción de $2,118 de un carruaje de caballos de Cenicienta y un zapato de chocolate del tamaño del pie de la novia, seguido de un tour de París y una cena en un barco que pasea por el Sena.
“Estoy en el negocio de hacer llorar a las mujeres“, dice Garreau. “Si las lágrimas no llegan, sentiré que, de alguna manera, he fracasado”.
– Lennox Morrison