El funcionario de la Casa Blanca “salvado” por su amistad con Trump y Bannon

El polémico asesor del presidente de EEUU iba a ser trasladado a otra agencia federal pero su jefe permitió que se quedara

No hay nada tan útil y conveniente como tener amistades en las grandes esferas del poder, y Sebastian Gorka, asesor de Donald Trump en materia de seguridad nacional y contraterrorismo, es bien consciente de ello, ya que su amistad con el líder de Estados Unidos le ha servido para salvar su puesto en la Casa Blanca.

Hace una semana, The Daily Beast publicó en exclusiva que el gabinete del presidente estaba intentando dar por finalizados los servicios de Gorka a raíz de su involucración en varios escándalos políticos y de seguridad, pero la “intervención personal” de Trump y de su jefe de estrategia, Stephen Bannon, evitó que el asesor fuera trasladado a otra agencia federal.

Sin embargo, los motivos para expulsar a Gorka, nacido en el Reino Unido, eran más que suficientes tras descubrirse su relación con un grupo húngaro de extrema derecha conocido por su colaboración con el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Varias fuentes de la administración Trump aseguraron que Gorka, muy criticado por sus ideas radicales contra los musulmanes, perdía el tiempo en la Casa Blanca, ya que no tenía ninguna tarea de importancia y su aportación a la toma de decisiones sobre seguridad nacional era nula.

Es un grano en culo, y es incomprensible que esté cobrando un sueldo federal por no hacer absolutamente nada“, criticaron los funcionarios.

Sin embargo, el presidente no comparte la opinión de sus empleados, ya que, para Trump, Gorka es un comunicador excelente que sabe explicar muy bien las nuevas medidas de contraterrorismo tomadas por la Casa Blanca en las radios y televisiones conservadoras.

Sebastian Gorka se ha convertido en la voz de Trump en los medios de comunicación conservadores.

Por otra parte, Bannon y Gorka son muy cercanos desde que trabajaron juntos en Breitbart News, uno de los medios de ultraderecha que apoyó al actual presidente durante su campaña presidencial; en esa época, el primero dirigía la compañía, según sus empleados, como un dictador, mientras que el segundo, además de cobrar por asesorar a Trump, trabajaba como editor de seguridad nacional.

Según The Daily Beast, fue Bannon el que, momentos antes de la expulsión de su amigo, intervino para proteger el trabajo y la reputación de Gorka, que se ha convertido en uno de sus principales aliados ideológicos en la Casa Blanca.

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