Se desmantela Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico
La crisis fiscal en la isla sigue teniendo efecto en su principal centro universitario
SAN JUAN, Puerto Rico – Tres miembros de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico presentaron hoy su renuncia al organismo rector de la UPR para “dar oportunidad a otras personas” que “aporten a la Universidad soluciones, con el mismo empeño que hemos tenido de protegerla, pero con mayor respaldo de quienes han tomado control de sus portones y de los que tienen el control de sus fondos”.
La carta fue sometida esta mañana a la consideración del gobernador Ricardo Rosselló por los miembros de la Junta de Gobierno: Carlos Pérez Díaz, actual presidente; Carlos H. del Rio, vicepresidente, y Frank Catalá Morales.
Por su parte, el gobernador designó al profesor Walter Alomar Jiménez y a Zoraida Buxó Santiago como miembros de la UPR, nombramientos que ahora pasarán ante la consideración del Senado para su confirmación.
Los tres miembros que han renunciado consignaron que “servir a la Universidad de Puerto Rico desde su Junta de Gobierno ha sido uno de los mayores privilegios” que les ha tocado vivir y aseguraron estar convencidos de que el sostenimiento” de la UPR “es fundamental para el futuro de Puerto Rico y para miles de jóvenes estudiantes que, sin acceso a los ofrecimientos de la UPR, verán muy disminuidas sus oportunidades de desarrollo y movilidad social”.
“Desafortunadamente, la Universidad está siendo blanco de un recorte de fondos desproporcionado, desmesurado, injusto y definido muy livianamente, que pone en grave riesgo, no solo la integridad física de la UPR, sino la capacidad que todavía posee de atraer docentes de altísima calidad, de liderar importantes investigaciones y de formar profesionales extraordinarios en una gran variedad de campos de las artes y las ciencias”, dice la misiva al Gobernador.
La carta agrega que para “revertir esa ruta, la Universidad necesita unidad de propósitos, con objetivos comunes, que la salven y la ayuden a salir del lugar tan complicado en que se encuentra”.
Los dimisionarios lamentaron que “ahora mismo, la falta de apoyo del gobierno y la presión de las cortes afectan el proceso de diálogo que es crucial en una universidad del estado, y que deben ir encaminado hacia el logro de esos objetivos comunes”.
“Lo correcto en este momento es que demos espacio para que el nuevo gobierno asuma plenamente su responsabilidad con la Universidad y con lo que ella representa para el país. Nos retiramos con la tranquilidad de saber que hemos dado el máximo, pero a la misma vez conscientes de que se ha logrado lo máximo en nuestro alcance”, sostiene la carta presentada al gobernador.
Los tres firmantes de la carta de renuncia recordaron que “la Universidad de Puerto Rico es de todos y sirve a todos”.
A su vez, dijeron que esperan que “el gobierno, los estudiantes, los docentes, los trabajadores, la Junta de Supervisión Fiscal y todos los sectores interesados en el mantenimiento de la UPR como una institución de educación superior de calidad, puedan llegar a entendidos que la coloquen por encima de todo y la salven para beneficio de las futuras generaciones y de Puerto Rico”.
Con estas tres renuncias, aumentan a ocho las vacantes en la Junta de Gobierno de la UPR, entidad que actualmente debe tener 14 miembros.
A ello se une el ultimátum a la ya expresidenta interina por parte del Tribunal de Apelaciones de que se abran las puertas del campus de Río Piedras, el principal de la UPR, bajo amenaza de cárcel.
El quorum para que la Junta de Gobierno tome decisiones es de siete miembros.