Misteriosa expulsión de EEUU de diplomáticos cubanos tras “incidentes” en La Habana

Fue en respuesta a ciertos sucesos que involucraron la salud de miembros de su personal en la embajada en La Habana de los que no dio detalles

El misterio y la tensión han vuelto a las crispadas relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

A menos de dos años de la apertura oficial de las embajadas en Washington y La Habana, el Departamento de Estado (DE) anunció este miércoles que expulsó en mayo pasado a dos diplomáticos cubanos como respuesta a ciertos “incidentes” ocurridos en la embajada estadounidense en Cuba en 2016.

Aunque la portavoz del DE, Heather Nauert, no especificó a qué se refería con “incidentes”, aclaró que estos causaron una ” variedad de síntomas físicos ” al personal diplomático estadounidense, que se vio obligado a abandonar la sede diplomática de La Habana.

“Algunos miembros de nuestro personal tuvieron la opción de dejar Cuba por razones de salud. Como resultado de eso, invitamos a dos funcionarios cubanos a abandonar Estados Unidos y ya lo han hecho”, dijo.

Nauert explicó que, aunque los “incidentes” se reportaron en 2016, la expulsión tuvo lugar en mayo pasado, pues, según comentó, “tomó tiempo” investigar lo ocurrido porque requirió “exámenes médicos” a los diplomáticos.

Posibles causas

La agencia Reuters señaló que un funcionario de Estados Unidos informó con la condición de anonimato que varios empleados del DE destinados a la Embajada en La Habana fueron repatriados con problemas de audición en los últimos meses.

Por su parte, fuentes anónimas del gobierno estadounidense indicaron a la agencia Associated Press que la pérdida auditiva de los diplomáticos pudo estar relacionada con dispositivos de sonido que emiten ondas inaudibles que pueden causar sordera .

Los investigadores, según las fuentes de AP, piensan que los aparatos fueron colocados dentro o fuera de las casas de los funcionarios.

También consideran la posibilidad de que un tercer país, “como Rusia”, estuviera detrás de los “incidentes”, sostuvo AP.

Heather Nauert no dio detalles sobre cuántos diplomáticos fueron afectados ni si los síntomas que experimentaron fueron temporales o permanentes.

Un funcionario del gobierno de Estados Unidos dijo a la televisora CNN que los hechos apuntan a que no se trató de un caso de espionaje, sino de “un ataque” y reiteró que un tercer país podría estar involucrado en “venganza” por acciones contra otros países que “causan polémica entre Estados Unidos y Cuba”.

Cuba lo niega “categóricamente”

El gobierno cubano, por su parte, negó “categóricamente” haber permitido que su territorio fuera utilizado para “cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos” y aseguró estar dispuesto a esclarecer los “incidentes”.

“Las autoridades cubanas crearon un comité interinstitucional de expertos para el análisis de los hechos; ampliaron y reforzaron las medidas de protección y seguridad a la sede, su personal y las residencias diplomáticas; y habilitaron nuevos canales de comunicación directa entre la Embajada y el Departamento de Seguridad Diplomática”, asegura el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Cuba calificó de “injustificada e infundada” la decisión de Estados Unidos de expulsar a dos diplomáticos cubanos en respuesta a los “incidentes” reportados en La Habana y reiteró “la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento de esta situación”.

El funcionario entrevistado por CNN opinó que elementos del gobierno de Raúl Castro tuvieron que haber “facilitado” el “incidente” a cierto nivel, dado el fuerte control de la Seguridad del Estado sobre el país y la vigilancia a la que es sometido el personal diplomático en la Isla.

Tensiones históricas

Estados Unidos y Cuba restablecieron sus relaciones diplomáticas en agosto de 2015 tras más de 50 años.

El anuncio de las conversaciones entre los dos gobiernos, hecho de forma simultánea en diciembre de 2014 por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, dio paso a un periodo de “deshielo” en las históricas tensiones en las relaciones bilaterales.

Obama visitó Cuba en marzo de 2016 y pocos días antes de abandonar la presidencia este año eliminó la política de “pies secos, pies mojados” , una de las principales demandas del gobierno de Castro.

Con esa política, los cubanos interceptados en el mar tratando de llegar a Estados Unidos eran devueltos a la isla, pero los que pisaran su territorio podían solicitar asilo político y acceder a diferentes beneficios como seguro médico o permiso de trabajo.

Pero la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump supuso una nueva escalada verbal entre los dos países.

En mayo pasado, Trump anunció una serie de sanciones al gobierno de Cuba, aunque mantuvo las principales políticas impulsadas por Obama, entre ellas, la apertura de las embajadas.

El gobierno de Cuba, por su parte, consideró el anuncio de Trump como un “regreso a la retórica de Guerra Fría”.

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