La economía se ensombrece sin DACA

Responsables del grandes empresas señalan que estos jóvenes son vitales para el país

La salida de las sombras de los dacamentados desde 2012 ha supuesto una significativa contribución a la economía del país. El 97% de ellos están en la universidad o trabajando, el 5% son dueños de sus propios negocios. Son consumidores y contribuyentes que pagan $1,200 millones en impuestos federales, estatales y locales anualmente además de cotizar al seguro social (que ellos no pueden disfrutar) y el Medicare.

Sin ellos, con la vuelta a las sombras o la deportación, la economía del país perdería $283,000 millones en los próximos 10 años, de acuerdo a los cálculos del grupo de estudios conservador Cato Institute y $460,300 millones en ese mismo periodo de tiempo, según las cuentas que hace el Center for American Progress.

Cantidades aparte, ambos centros de estudios coinciden en que con esta acción nadie gana. Los expertos de Cato explican que la deportación de los participantes de DACA costaría a la economía miles de millones y otros miles de millones en pérdidas de recaudación tributaria “mientras hace muy poco a la hora de calmar las preocupaciones que los americanos puedan tener sobre los inmigrantes”.

Estas cifras hablan de lo vitales que son estos jóvenes para el futuro y así lo ven quienes tienen en sus manos los destinos de las grandes empresas del país. El 72% de las 25 primeras empresas del Fortune 500 (Walmart, Apple, IBM, Home Depot, GM, JP Morgan Chase, Microsoft…) emplean dacamentados. Cientos de presidentes de empresas de distintos tamaños (Apple, Hyatt International, Levi Strauss, IKEA, IAC and Expedia, Kaiser Permanente, Airbnb, Microsoft, entre otras)  han firmado una carta abierta al presidente Donald Trump para que conserve DACA. En la misma misiva, que comparten con los líderes de ambos partidos en el Congreso, urgen al legislativo a trabajar de forma bipartidista para dar a estos jóvenes una “solución permanente que merecen”.

Muchos altos ejecutivos de estas empresas han hecho público o enviado memoranda a sus empleados afirmando su compromiso con el programa. “A pesar del revés para nuestra nación, tengo la confianza de que los valores americanos prevalecerán y continuaremos con nuestra tradición de dar la bienvenida a inmigrantes de todas las naciones. Haré todo lo que pueda para asegurarlo”, explicaba Tim Cook, presidente de Apple.

Particularmente llamativa ha sido la carta de Brad Smith, ejecutivo encargado del departamento legal de Microsoft, que ha comprometido toda la ayuda legal que personalmente necesiten los 39 dreamers que trabajan en la empresa. “Si los dreamers que son nuestros empleados llegan a los tribunales, estaremos a su lado”.

Antes que la reforma tributaria

Smith dice en su carta que aunque tanto Microsoft como otras empresas están preocupadas por la modernización del sistema tributario — algo que se ha comprometido a impulsar la Casa Blanca en el Congreso–, quieren que “las necesidades humanitarias de 800,000 personas tengan prioridad en el calendario legislativo frente a la ley fiscal”. Smith admite su decepción con la Administración y en nombre de su empresa afirmaba que la revocación de DACA “es un gran paso atrás para nuestro país”.

Los pequeños negocios organizados en Main Street Alliance explicaban que la decisión de Trump sobre DACA no solo va a romper vidas, familias y comunidades “pero además pondrá a los pequeños negocios en la posición imposible y costosa de tener que despedir a empleados productivos por una razón, un cambio arbitrario en política federal”.

A través de su propia plataforma, el presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo que la decisión sobre este programa es “cruel” y hace que este “sea un día triste para nuestro país”. Zuckerberg, que ha defendido a los dreamers en sus posts en su página de Facebook e incluso ha contestado a quienes discrepaban en este punto con él, cree que el Congreso debe abrir a los dreamers “un camino a la ciudadanía” que hasta ahora no han tenido.

El presidente de la US Hispanic Chamber of Commerce, Javier Palomarez, dimitió inmediatamente del puesto que tenía en el Consejo sobre Diversidad de la Presidencia y en un duro comunicado expresaba vehementemente oposición a la rescisión de DACA. “Es una acción desgraciada que va no solo contra los valores de nuestro país sino también contra la promesa que hizo esta Administración de centrar los recursos de seguridad nacional en individuos que hayan cometido crímenes violentos y sean una amenaza”. El comunicado  acusa a Trump de engañar deliberadamente a los americanos durante siete meses diciendo que estuvieran tranquilos con respecto a DACA y arremete contra el presidente por hacer caer la agenda pro crecimiento por su “falta de liderazgo, distracciones constantes y su incapacidad para unir al país”.

La NYC Hispanic Chamber of Commerce lo resumió este martes en apenas una frase: “Estamos contra la decisión inhumana y perjudicial para la economía de acabar con DACA”.

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