Mapa revela el calor “escondido” debajo de la Antártida

Esta información detallada permitirá desarrollar modelos más precisos de cómo reaccionará este continente al cambio climático

El flujo de calor varía dependiendo que qué región de Antártica se trate.

El flujo de calor varía dependiendo que qué región de Antártica se trate. Crédito: Getty Images

Este es el mejor mapa que se ha elaborado hasta la fecha que revela el calor que liberan las rocas que se encuentran bajo la gruesa capa de hielo que recubre Antártida.

Las zonas coloreadas en rojo muestran que la temperatura es más elevada en el oeste que en el este del continente blanco.

Este “flujo de calor geotérmico” es crucial para modelar cómo reaccionará Antártida al cambio climático.

Si la temperatura de estas rocas aumenta, el hielo que está por encima podrá moverse con mayor facilidad.

Y si el calentamiento global ya está provocando cambios, un flujo más alto podría acelerar el proceso.

El mapa, creado por el British Antarctic Survey (BAS, por sus siglas en inglés), fue publicado recientemente en la revista Geophysical Research Letters.

Las áreas rojas muestran las zonas más calientes. (Mapa: BAS)

“El calor que proviene del interior de la Tierra es importante para entender las condiciones que controlan las dinámicas en la base de la capa de hielo y por ende las del movimiento del hielo”, le explicó a la BBC Yasmina Martos, investigadora actualmente afiliada a la NASA.

“Si el flujo de calor es elevado, la base del hielo se puede derretir y generar agua que actúa como una película que facilita el deslizamiento”.

La clave está en el magnetismo

Para tomar la temperatura de las rocas no se ha perforado la gruesa capa de hielo que puede llegar a medir varios kilómetros.

Lo que han hecho los investigadores es inferir la temperatura de las rocas según su magnetismo.

Este se midió desde el aire con una serie de instrumentos a bordo de un avión que sobrevoló la superficie helada.

Estas mediciones les permitieron a los investigadores hacer cálculos precisos.

¿Cómo? Los expertos saben a qué temperatura los minerales calientes pierden su magnetismo (580º C).

Si pueden estimar cuán cerca de la interfaz roca- hielo ocurre esto, pueden calibrar el flujo de calor.

Este y oeste

Los detalles obtenidos con el nuevo mapa avalan la idea ya establecida de que el este y el oeste del continente son dos provincias muy diferentes.

El este es un pedazo gigante y frío de antigua corteza continental. El oeste, en cambio, se agrietó recientemente (hace 100 millones de años, durante el Cretácico).

Las fracturas han hecho que la corteza se torne más delgada y que surja material caliente desde la profundidad de la Tierra”, le explicó a la BBC Tom Jordan, coautor del estudio.

“Confirma lo que uno esperaría de la escasa geología expuesta en Antártida Occidental, donde hay volcanes”.

Ríos

Uno de los grandes avances en ciencia polar de la última década es el reconocimiento de que hay una extensa red hidrológica bajo la capa de hielo.

Ríos de agua alimentan enormes lagos bajo los glaciares que se llenan y desbordan sus riveras con regularidad.

Satélites registran cómo la parte más elevada de la capa de hielo se hincha y se relaja cuando esto ocurre.

Cualquier proyección sobre los cambios futuros en Antártida y su contribución al aumento del nivel del mar por la pérdida de hielo debe tomar en cuenta esta información y las variaciones en el flujo de calor geotermal son un elemento crítico en este sentido.

Contribución

Uno de los proyectos que se beneficiará de la información del nuevo mapa tiene como objetivo obtener el hielo más antiguo del continente.

Investigadores de Europa, Estados Unidos, China y otros países están buscando un sitio donde puedan perforar y recoger material congelado que contenga un registro del clima del pasado (hasta hace 1,5 millones de años).

Esta información sobre las condiciones atmosféricas —que incluye por ejemplo los niveles de CO2— está contenida en las pequeñas burbujas de aire atrapadas en el hielo.

Pero este proyecto depende de que la base de la capa de hielo no haya sido alterada.

Por esta razón, se deben evitar los lugares donde hay rocas que despiden calor.

“Es muy emocionante ver las implicaciones que este nuevo mapa térmico tiene para tantas comunidades científicas, incluyendo los nuevos modelos de aumento del nivel del mar”, dice Martos.

“Me alegra mucho que estemos contribuyendo con un aspecto tan importante y con un nivel de detalle sin precedentes. El interior de la Tierra tiene mucho que decirnos en cuando al comportamiento del hielo”.

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