Qué cambiaría que la psicosis fuera una enfermedad autoinmune
La idea parece disparatada pero estudios en la Universidad de Oxford señalan que probablemente lo es
El papel del sistema inmunológico en las salud mental es un tema cada vez más abordado por la investigación psiquiátrica.
Este campo de rápido crecimiento investiga cómo un sistema diseñado para proteger el cuerpo a veces lo ataca.
Los expertos están explorando si algunos casos de psicosis podrían tener una causa física, en lugar de ser una condición de la mente.
Contrario a la visión tradicional de que el cerebro es un sitio inmunológicamente privilegiado, protegido detrás de la barrera hematoencefálica, varios estudios de los últimos 20 años han notado interacciones complejas entre el sistema inmune, la inflamación sistémica y el cerebro que pueden provocar cambios en el estado de ánimo, la cognición y el comportamiento.
De hecho, el vínculo entre el sistema inmune y la psicosis tiene una larga historia.
- 1876. Alexander Rosenblum sugiere que la fiebre tifoidea o la malaria podría curar la psicosis.
- 1926. Karl Menninger publica 200 casos de psicosis posinfluenzal; un tercio de los cuales se relató para parecerse a la Dementia praecox, la predecesora conceptual de la esquizofrenia.
- 1927. Julius Wagner-Jauregg es galardonado con el Premio Nobel de Medicina por la inoculación médica de parásitos de la malaria como tratamiento para la psicosis sifilítica.
- 1929. Moritz Tramer informa una asociación entre la esquizofrenia y el nacimiento de invierno o primavera.
- 1937. Lehman Facius describe autoanticuerpos contra estructuras cerebrales en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con esquizofrenia.
Qué es la psicosis
“La psicosis es una enfermedad mental grave que comienza al final de la adolescencia”, señala la profesora Belinda Lennox, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
“Los principales síntomas son escuchar voces de gente que no está ahí o ver objetos que otras personas no pueden ver. Pueden tener pensamientos paranoicos —pensar que les quieren hacer daño— o creer que tienen poderes o habilidades especiales”, explica.
Lennox es la responsable de uno de los estudios que explora el vínculo entre la psiquiatría con la inmunología, llevado a cabo con un equipo de la prestigiosa universidad.
“Algunas personas que sufren de psicosis, esquizofrenia, podrían tener anticuerpos en su sangre que estén afectando su cerebro y causando los problemas que experimentan”.
“Sería el sistema inmunológico traicionándose y causando estas dificultades”.
El equipo tomó muestras de sangre de 228 pacientes que habían experimentado episodios psicóticos por primera vez.
Encontró que alrededor del 3% tenían niveles altos de antagonistas del receptor NMDA, proteínas que controlan impulsos eléctricos en el cerebro, responsables de la percepción de la realidad.
“En este momento, el tratamiento estándar para alguien con psicosis es con drogas antipsicóticas, medicamentos no específicos que ayudan con algunos de los síntomas, pero no todos. Estos se conjugan con tratamiento psicológico y social”, explica la psiquiatra.
“Sin embargo —agrega—, ninguno de esos tratamientos aborda la causa de la enfermedad: ayudan a aliviar los síntomas pero no la causa”.
La especialista puso a prueba un nuevo tratamiento en un grupo reducido de pacientes.
Cambio de sangre
La inmunoterapia —hasta ahora usada principalmente para tratar a pacientes con cáncer— involucra el cambio de plasma para purgar los anticuerpos que causan enfermedades y reemplazarlos con otros “buenos”, de donantes saludables.
Tras el tratamiento, los pacientes tomaron esteroides para evitar que produjeran más anticuerpos.
“Ocho de los nueve pacientes experimentaron una dramática mejoría y el único que no mejoró no había completado el tratamiento”, revela la especialista.
“Es muy alentador, particularmente porque les dimos esteroides, algo que tradicionalmente se piensa que puede empeorar la psicosis. Pero ninguno desmejoró… todo lo contrario”.
El siguiente paso es un ensayo doble ciego, en el que ni los doctores ni los pacientes saben quiénes están recibiendo el tratamiento y quiénes placebo.
Lennox piensa que los resultados que han obtenido son un avance significativo en un campo que ofrece la esperanza de encontrar un diagnóstico y tratamiento efectivo para algunos pacientes con psicosis.
Aunque el estudio de la Universidad de Oxford es pequeño, hay quienes creen que la inmunopsiquiatría podría marcar un hito que ampliaría nuestra comprensión de las causas de las enfermedades mentales.