Los niños y su relación con los ángeles
Cada vez que tengo la linda oportunidad de tener una sesión con niños, me sorprendo de la claridad y seguridad con la que describen sus experiencias con los seres de luz y cómo éstos se presentan ante sus ojos o a través de sus sueños
En mi humilde opinión, cuando Jesús dice en la Biblia que debemos ser como los niños, entiendo esta analogía como una manera de darnos a entender que los adultos debemos recordar y mantener la transparencia del alma, la inocencia y la facilidad para perdonar y olvidar que ellos tienen, lo cual les proporciona una ‘envidiable’ paz interior.
Los niños no mienten. Ellos dejan que su corazón sea el que se exprese. Cuando los escucho hablar de sus experiencias personales con los ángeles se puede ver claramente en sus ojos la originalidad y sinceridad de sus palabras. No titubean. Simplemente, las comparten sin tener la prevención de si los adultos vamos a creerles o no, ya que para ellos no existe la duda de si es verdad o no. Simple y llanamente, es verdad.
Es por ello que para los ángeles es tan fácil entrar en contacto con los niños, especialmente quienes están entre los tres y los siete años de edad, ya que no tienen aún ningún bloqueo mental o social que les impida recibir la energía de los seres de luz.
Si tú, como padre o madre has sentido o visto que tu hijo(a) ha tenido alguna experiencia ‘diferente’, préstale atención. Conversa sobre el tema. Pregúntale qué ha visto o sentido y mantén en lo posible una actitud objetiva, imparcial. Pídele que dibuje los ángeles que haya podido ver en sueños o cuando está despierto(a). No le juzgues, pues si lo haces, esto posiblemente creará una prevención en el niño que hará que le sea difícil continuar compartiendo sus vivencias. No olvides que el apoyo emocional de los padres es absolutamente fundamental para que los hijos no creen miedos en sus vidas.
Pide la asistencia de los arcángeles Miguel y Metatrón, quienes dentro de sus ‘tareas’ se encuentra la de ayudar a los niños que mantienen sus canales de comunicación abiertos a entender la información que reciben de una manera tranquila y clara.
Pide a los ángeles guardianes de tu hijo(a) que te guíen y que trabajen conjuntamente con tus propios ángeles guardianes para que tú como padre o madres puedas entender lo que sucede y de esa forma puedas guiar al niño(a) de la mejor forma posible. Y compra un cuaderno o diario especial para que tu hijo(a) escriba o dibuje aquello que comparte con sus ángeles. Revísenlo conjuntamente. Esto puede ser divertido y a la vez es un récord que los ayudará a ambos a entender el maravilloso proceso de acercamiento con los seres de luz.
*Ana Mercedes Rueda es la autora de los libros “¿Por Qué Pido y no Recibo?”, “El Cielo te Habla” y “¿Por Qué No Fluye el Amor en mi Vida?”. www.mensajedeangeles.com. @anamercedesrueda.