Cate Blanchett, presidenta del jurado, habla del “primer Cannes #MeToo”
Le gustaría tener más mujeres en la Sección Oficial, pero acepta que el cambio no ocurra de la noche a la mañana
Cate Blanchett preside el jurado de la 71 edición del Festival de Cannes. Y la acompañan otras cuatro mujeres (Ava DuVernay, Kirsten Stewart, Khadja Nin y Léa Seydoux) y cuatro hombres (Chang Chen, Robert Guédiguian, Denis Villeneuve y Andrey Zvyagintsev). Perfecto para el primer certamen de la era #MeToo. Pero no todo el certámen está a la altura de las circunstancias.
Como presidenta, Blanchett se encargó de responder a la mayoría de las preguntas durante la rueda de prensa del jurado y, aunque trató de permanecer ecuánime, describiendo a Cannes como un festival no político y dando respuestas inofensivas sobre el tema de #MeToo y las mujeres en la industria del cine, por momentos hizo gala de la ferocidad que caracteriza a sus personajes más icónicos.
Así, cuando se le preguntó cómo el empoderamiento de las mujeres se alinea con un festival en el que las actrices posan con tacones altos y vestidos, ella replicó: “ser atractivo no impide ser inteligente”. Y cuando un periodista que preguntaba por qué las películas aún importan dirigió la pregunta sólo a los realizadores del jurado, ella hizo gala de irritación al dirigirse a sus compañeras: “actrices, no respondan esa pregunta. Porque no tienen ni idea de cómo responder esa pregunta”.
Ava DuVernay, única realizadora del jurado, hizo referencia a que Cannes no permitirá competir por la Palma de Oro a Netflix (que el año pasado produjo Mudbound, uno de los escasísimos éxitos de cine dirigido por una mujer negra, Dee Rees, y hace dos años llevó a la propia DuVernay a las puertas del Oscar con el documental 13th), afirmando que una película es una película “ya sea en un cine o no”.
Respecto a la futura decisión del jurado, la joven Kirsten Stewart dijo que buscaría una película que la dejara “fundamentalmente indudablemente conmovida”. “Sí, la naturaleza actual de las películas en los festivales es importante”, dijo la actriz de Personal Shopper (por la que Olivier Assayas se llevó la mejor dirección del certamen hace dos años), “pero creo que es más importante saber que dentro de diez años se mantendrá, y creo que es bastante obvio cuando ves una película como esa”.
Blanchett lamentó que sólo tres de las películas que compiten por la Palma de Oro estén dirigidas por mujeres, pero señaló que el cambio no ocurrirá de la noche a la mañana y agregó que cree que venir a Cannes como directora es un deporte “expositivo” y “uno quiere saber que los cineastas están listos para exhibir sus películas”.
“¿Me gustaría tener más mujeres [en la Sección Oficial]? Absolutamente. Pero estamos lidiando con lo que tenemos este año. Nuestro trabajo como miembros de la industria fuera de este festival es ayudar con el cambio”, dijo. “¿El movimiento va a tener un impacto directo en las películas en competencia este año, seis, nueve meses después [de la controversia de Harvey Weinstein]? No específicamente. Hay varias mujeres en competición, pero no están allí por su género. Están ahí por la calidad de su trabajo”.
Ninguna mujer ha ganado la Palma de Oro desde 1992, cuando la neocelandesa Jane Campion (El piano) la compartió con el chino Chen Kaige (Adiós a mi concubina). Sería maravilloso que eso cambiase este año, pero, las ganas de hacer ese sueño realidad no deberían influir al jurado.